Nuevos destrozos y actos de vandalismo en el predio de Sans Souci
Los actos vandálicos en el predio de Sans Souci ya no son novedad. Las autoridades del ISFT 75, que funciona allí, denunciaron en reiteradas oportunidades los destrozos con los que se han encontrado al arribar al lugar. En esta oportunidad, lamentaron nuevos robos, hurtos y estropicios.
El predio de Sans Souci, propiedad de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires que le fue concedido al Instituto Superior de Formación Técnica 75 para su funcionamiento, pareciera ser el blanco perfecto para que los vándalos se congreguen y destrocen todo a su paso.
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En reiteradas oportunidades las autoridades del ISFT 75 notificaron a este medio la falta de seguridad del lugar y los constantes destrozos recibidos, tanto en las estructuras edilicias como en los arreglos realizados por los estudiantes de paisajismo.
En esta ocasión, además de sufrir los efectos de la pandemia del coronavirus que aceleró el deterioro de las instalaciones, la Asociación Cooperadora Instituto denunció robos, hurtos y destrozos sin control.
“Escribimos desde nuestra pena por ver cómo lo que se hace con esfuerzo y representa mucho para una comunidad es destruido por unos pocos”, relataron en un comunicado que compartieron en las redes sociales.
Recordaron que los perjuicios comenzaron en abril de este año –aunque ya en el 2019 Saúl Viscardi y María de los Ángeles Tapia habían denunciado reiterados actos de bandidaje- con el robo de más de 800 metros de cable y continuaron a lo largo de los meses, concluyendo la semana pasada con la rotura de ventanas, puertas y hasta la mochila de un baño.
“Difícilmente se pueda describir en pocas palabras la magnitud de los daños. Ya no son hechos aislados o limitados al Palacete en ruinas o un edificio periférico, hablamos de mucho daño material en aulas y lo que compromete el funcionamiento del servicio educativo”, refirieron.
Aseveraron que las autoridades educativas y del sistema de seguridad están al tanto y que repudian lo que les ocurre, pero desde la Cooperadora remarcaron que necesitan una solución efectiva para ponerle un freno definitivo.
“Todo se repara, una y 100 veces, pero a lo largo del tiempo se va viendo que si no encontramos soluciones mejores para resguardar estos espacios y bienes de la comunidad, definitivamente los volveremos a ver en ruinas”, sentenciaron y recordaron que en 2004 recibieron las ruinas de Sans Souci y comenzaron con la restauración para que hoy empresas e instituciones, como el Municipio, la Usina, el INTA, el CIAT, grupos scouts, deportivos y servicios educativos, pudieran usarlo.
“Consideramos que hoy pasamos por un momento diferente, un momento que nos ha dejado de lado, en casa, y le ha permitido a un grupo de inadaptados destrozar el esfuerzo y el trabajo de una comunidad educativa2”, clamaron y sentenciaron: “Como obvia conclusión comunicamos que sobre esta situación no podemos hacer más, solo esperar que desde los espacios de decisión y quienes tienen la tarea de resguardar lo que hacemos (y las condiciones en las que lo hacemos) tomen medidas, se comprometan. Para no encontrarnos en breve comenzando de cero como tanta otras veces”.
“Destrozar por destrozar”
Sergio Guzmán, presidente de la Cooperadora, dialogó con El Eco de Tandil y señaló que lo que ocurrió en esta última semana, a diferencia de lo acontecido cuando comenzó la cuarentena, fue “vandalismo por el vandalismo mismo”.
Comparó la situación con lo que sucedió en septiembre del año pasado, cuando registraron tres robos en una semana, y evaluó que los vándalos son personas que viven cerca del predio y que “están todo el tiempo en el lugar”.
Bajo su punto de vista, el robo del cableado que tuvo lugar en marzo de este año fue más organizado y fue concretado entre varias personas, ya que requería de una estructura más amplia y de ciertos conocimientos. En cambio, “este tipo de vandalismo así es porque están ahí dando vueltas, y abren, rompen, miran. Es destrozar por destrozar”.
Señaló que todo es reparable pero que desde la Cooperadora están limitados para arreglar algunos destrozos. Afortunadamente, el Consejo Escolar se hará cargo de algunas de las refacciones ya que otros servicios educativos que funcionan allí también sufrieron el accionar de los destructores.
Mayor seguridad y elementos de vigilancia
Tras la seguidilla de actos delictivos registrados en septiembre de 2019, en octubre decidieron presentarse a la reunión del foro de seguridad para explicar y dar a conocer lo que estaba sucediendo en el predio de Sans Souci.
“Quedaron en que iban a seguir el tema en la Secretaría de Protección Ciudadana y en el Consejo Escolar, porque la cuestión era garantizar la seguridad. Pero no pasó mucho más que eso. Soluciones no hubo, nunca cambió nada. La situación del predio sigue exactamente igual”, clamó Guzmán.
Ante los reiterados actos de vandalisimo y la falta de respuestas por parte de las autoridades, reveló que están evaluando la posibilidad de acudir nuevamente a una reunión del foro de seguridad: “Vamos a plantear lo mismo de siempre, ni más ni menos”.
En ese aspecto, contó que una de las cuestiones que habían pedido era que colocaran una cámara de vigilancia del Centro de Monitoreo frente al Instituto ya que el dispositivo más cercano se encuentra a 500 metros. Asimismo, refirió que deben reforzar el sistema de alarmas y contó que ya afrontaron un sistema propio, “pero estamos viendo de aumentar la seguridad”.
“Pero independientemente de que tengas más cámaras y monitoreo, también necesitas mayor presencia policial, mayor frecuencia de gente. Y cuando están ahí, que se ocupen de sacar a los menores y a los grandes” señaló y añadió: “Y también debería haber un personal permanente, un sereno. Peor no nos corresponde a nosotros sino que es el Consejo Escolar el que dbe decidirlo y definirlo”.
Reparaciones
Lamentablemente, contó que la Cooperadora en este momento no tiene fondos suficientes para reparar los daños causados ya que la cuenta está congelada porque la actividad se vio suspendida por el coronavirus, de modo que hasta que no se modifique la condición de la pandemia no podrán hacer nada.
“Estamos en un callejón sin salida respecto a las reparaciones. Pero es terrible tener que usar una y otra vez los fondos en las mimas cosas. Cada estropicio son siete mil u ocho mil pesos. Y es tremendo tener que usar la plata en eso y no en mejoras”, suspiró.
Finalmente, manifestó que tienen la idea de habilitar tres espacios nuevos para aulas pero que en vez de invertir el dinero en mayor superficie para poder dar clases lo están gastando en mantener lo que ya tienen.