“Nuestro Diego”, homenaje póstumo de un grupo de profesores de la ciudad
Crecieron y se formaron con Diego Bustos, reconocido profesor recientemente fallecido. Trabajaron en equipo y forjaron una gran amistad que aún perdura. Este grupo decidió recordar parte de lo mucho que aprendieron jugando.
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Un grupo importante de profesores de Educación Física de Tandil, acercó hasta nuestra Redacción un escrito con el que homenajean y mantienen vivo el recuerdo de Diego Bustos, reconocido profesor que falleció recientemente a los 72 años.
Quizás sin darse cuenta aquel hombre de frondosa barba en su momento todo lo que les inculcaba no solo lo llevaría a obtener resultados deportivos, sino que esa enseñanza originó amalgamar una profunda amistad que aún se mantiene. Son profesores que aprendieron todo de un hombre que durante su vida formó personas con valores. Aquellos jóvenes, son éstos hombres que hoy lamentan su desaparición física, pero que mantendrán siempre vivo a Bustos cada uno de los recuerdos que afloren en cada encuentro.
“Martes 20.30. Campus. Un frío que mata, más frío afuera que adentro de la cancha. Ahí llegábamos, ahí estaba él. Siempre antes, nunca tarde. Algunos íbamos en cole, otros en moto, otros ya estaban desde temprano. Pero no faltábamos, porque nos enseñó, entre tantas cosas, a cumplir, a respetarnos.
Arrancábamos a entrenar y ya nos retaba, era su esencia, creo que sabíamos que si no nos retaba no era Diego. Siempre así, al cien por ciento, hasta el fin de semana. El domingo temprano a la combi, él ya esperando, Mar del Plata o Buenos Aires y salíamos. Él al frente como siempre. Su lugar era su lugar.
Cada partido era una final. Él, sin saber, nos enseñó también eso, a dejar todo, siempre. Así logramos ser un gran equipo. Porque lo que él logro es eso, que al día de hoy seamos todos amigos. Sin importar si estamos en una misma ciudad o desparramados por el mundo, pero siempre juntos. Ese fue su mayor y mejor logro. El equipo que logró, su equipo.
Porque logró que no nos importara cuánto nos tocaba jugar a cada uno, sino nuestro logro grupal y así llegamos lejos.
Recuerdamos el primer ascenso, nuestro primer campeonato. La promesa, si salíamos campeones le afeitábamos la barba. Se rió y aceptó (creo que no pensaba que le íbamos a sacar la barba al gran Diego Bustos). A fin de ese año, campeones y con ascenso, festejábamos en la cancha más de lo normal, no era sólo el campeonato, sino que además íbamos a cumplir lo pactado.
Al llegar a Tandil, le dejamos a su familia un hombre diferente, ya sin esa barba distintiva. Finalizada esta etapa no nos detuvimos, porque él siempre nos impulsaba a ir por más. A los años otro campeonato y otro ascenso, otra promesa y ¡Diego Bustos volvió a Tandil rubio!.
Menos mal que dejamos de jugar, no sé qué habría pasado con su persona con tantas promesas.
Ese es el recuerdo. El de un gran tipo que sobre todo con su ejemplo nos enseñó a luchar por lo anhelado, a no rendirse, a no bajar jamás los brazos y nos convirtió en equipo de por vida, en amigos para siempre, ninguno de nosotros dimensionó lo que él logró, pero lo hizo y nos hizo felices por siempre.
Por eso y por mucho más te agradecemos Diego. Ya nos encontraremos para jugar un partidito, mientras vos nos retas . Hasta siempre profe, DT, amigo. Diego… nuestro Diego”.
Profesores
Los profesores que a continuación se mencionan son los mismos que en diferentes etapas aparecen en las fotos que Claudio Orbaiceta acercó para acompañar el texto con el que recuerdan a Diego Bustos.
Ellos son: Hernán Moreno, Fernando Moreno, Omar García, Fernando Mayorano, Julio Klein, Chávez, Claudio Gentile, Flaco Orbaiceta, Matías Carricaburu, Topo Lavín, Juan Torrissi, Pepe Rodríguez, Guillermo Barrionuevo, Martín Miguel, Lanin Pérez, Cabezón Zubiaurre, Marcos Ugalde, Javier López, Guillermo Eluchans, Bernardo Islas, Nicolás Rumbo, Cristian Balcarce, Marcelo Carrasco, Matías Tornatore, Aldo Rubiales, Zurdo Pistarini, Ángel Garay, Luciano Quintela, Hermanos Solavaggione y Guillermo Harkes.