“No es que no hay créditos por la inflación, sino que hay inflación porque no hay créditos”

En el marco del tercer Congreso Nacional de Economía Social y Solidaria, que se realizó durante el jueves y viernes en el Centro Cultural Universitario, Alexandre Roig, presidente del Inaes, visitó Tandil para brindar una disertación en el panel de “Políticas públicas para la economía social y solidaria en Argentina”, que tuvo lugar ayer a partir de las 17. 

Además se reunió al mediodía con representantes de las diferentes cooperativas de la ciudad. Tras realizar una breve recorrida por las obras de urbanización en el barrio Los Charitos, el funcionario nacional habló sobre el escenario económico actual, compartió los principales lineamientos de trabajo que viene desarrollando y ratificó su compromiso para seguir fortaleciendo al sector local.

Sumado al intercambio de ideas que se abrió con los cooperativistas, quienes le extendieron sus inquietudes, y él les ofreció posibles soluciones, a la vez que aseguró que destrabaría ciertas cuestiones de la AFIP para que se reglamenten la ART en este tipo de entidades, se formalizó la creación de la cooperativa de los integrantes de la banda musical, Rey Garufa, tributo a Los Redonditos de Ricota.

En este contexto, Roig dialogó con El Eco Multimedios, esbozando un análisis del panorama actual del cooperativismo a nivel nacional, pasando brevemente por el ámbito local. 

Primeramente aseguró que Argentina es uno de los países con más cooperativas y mutuales en el mundo, con una tradición muy fuerte que se debe por un lado a los flujos migratorios, y por otro a una realidad de desarrollo territorial que hizo que muchos pueblos tuvieran que desarrollar sus propios servicios por la demora que había tanto en inversiones como en estructuras estatales.

“Donde había una necesidad, había una cooperativa, se iban generando en distintos lugares y organizaba gran parte de la comunidad, y es algo que sigue ocurriendo hoy en día”, refirió.

En el caso particular de Tandil, celebró la presencia de cooperativas vinculadas al mundo de la tecnología o la informática, y también a actividades culturales, como es el caso de la banda musical sobre la cual presenció su formalización durante el mediodía. 

Respecto de la delicada situación de la cooperativa Nuevo Amanecer, la cual desde hace meses atraviesa una crisis financiera, con un millonaria deuda con los tamberos, que hace que esté produciendo de manera limitada, mantuvo hermetismo y se limitó a decir que continúan trabajando para hacerles llegar un financiamiento que les permita volver a ponerse de pie.

Volviendo a plano nacional, explicó que las empresas más longevas del país, tienen en su mayoría, una organización cooperativa, la cual perdura en el tiempo gracias a que los colectivos se van trasmitiendo los conocimientos.

“El carácter democrático de este tipo de entidades te resuelve los conflictos que hay en cualquier colectivo, en una empresa con fin de lucro, el conflicto lo resuelve quien puso más plata, si no hay alguien que ponga más plata, les recomiendo que se hagan cooperativa”, expresó.

Respecto del rol del estado en el acompañamiento, sostuvo que las cooperativas y mutuales surgen desde la libertad de asociación, y en ese sentido debe dotarlas de normativas, de recursos según  lo que necesite la actividad productiva, y también de una inteligencia colectiva, que permita cruzar experiencias en distintos lugares del país, donde cada una pueda aprender de lo que hace la otra.

“El sector cooperativo es muy solidario, entonces hay muchos que se enseñan mutuamente y que van aprendiendo como llevar adelante una actividad, recordemos que hay un 50 por ciento de los argentinos que no están en relación de dependencia, por lo cual tienen que organizar su trabajo de alguna forma, y la cooperativa es la mejor opción”, sentenció.

Tres líneas de acción para fortalecer el cooperativismo

Seguidamente, señaló tres elementos que cree vitales para alentar el desarrollo del cooperativismo en el país. En primer lugar, creer en la capacidad de sus trabajadores y productores. “No se confía en general por el desconocimiento, también por cierto centralismo de la clase política, que es muy porteña y no ve la cantidad de experiencia que hay en el interior, y la verdad que en el país no hay experiencia que no pueda ser generalizable, gran parte de la solución a nuestro problemas está dentro de nuestro territorio”.

Lo segundo es el acceso al crédito, el funcionario manifestó que Argentina se encuentra entre los últimos diez países en términos de crédito sobre PBI, algo que no solo padecen las cooperativas, sino también las pymes y gran parte del sector productivo. 

En esta línea, propuso invertir los factores respecto de la influencia de la inflación en esta falta de líneas crediticias. “No es que no hay crédito por la inflación, sino que hay inflación porque no hay créditos. Si se pudiera invertir la situación, el estado podría hacer mucho, subsidiar tasas, tomar riesgos para el colectivo,  y un montón de cuestiones que no se están haciendo”, indicó.

Por último, afirmó que es necesario fortalecer las discusiones en el plano de lo simbólico, destruyendo ciertos imaginarios y creencias establecidas respecto de la utilidad de la organización cooperativa. Contó que desde el Inaes generaron una encuesta preguntando que opinión tenía la sociedad sobre el tema, y los resultados arrojaron que el 67 por ciento de la población tiene una imagen positiva del cooperativismo. 

“Eso choca un poco con las opiniones que hay veces, y que son peyorativas para con el sector. Tenemos una sociedad que cree mucho en este tipo de organización, y eso se debería expresar en los espacios de producción simbólica, como son los medios, las universidades, y los espacios donde se construyen imaginarios”.