Municipio y Provincia inspeccionaron el campo de La Porteña tras la denuncia por fumigaciones
El director de Asuntos Agropecuarios del Municipio Ignacio Diribarne explicó que de acuerdo a lo que visualizaron en el predio y la presentación realizada por el ingeniero agrónomo responsable la aplicación de los agroquímicos fue a más de 150 metros de la Escuela 33, por lo cual se habría cumplido la ordenanza. No obstante, aseguró que ve con “muy buenos ojos las denuncias de los vecinos” y consideró que hay que trabajar en conjunto.
Luego de que los vecinos del paraje La Porteña salieran en El Eco de Tandil a denunciar fumigaciones con glifosato a un metro de la Escuela 33, funcionarios del Municipio y de Fiscalización Vegetal de la Provincia inspeccionaron el campo ayer. En principio, habrían constatado que no habría transgresión a la ordenanza que establece que se debe fumigar a más de 150 metros de las escuelas.
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En diálogo con El Eco de Tandil, el director de Asuntos Agropecuarios de la Secretaría de Desarrollo Económico del Municipio, Ignacio Diribarne, explicó que recibieron una denuncia por una presunta fumigación al lado de la Escuela 33 que se habría efectuado el 27 de octubre, el día de las elecciones.
Además de esa denuncia, recibieron otra de la zona de Gardey, también por agroquímicos, en zona no permitida. Esos vecinos ya había efectuado otra presentación un par de meses atrás.
Contó que ayer se dirigieron al campo de La Porteña, junto a funcionarios de Agroindustria de Provincia, a inspeccionarlo a raíz de la nota que publicó este medio. “Todo parece indicar que, de acuerdo a lo que dice el ingeniero que fue a la Municipalidad, y presentó la receta agronómica que ya la habíamos constatado por sistema también, allí dice que aplicó elementos permitidos y que ha respetado no sólo los 150 metros que establece la ordenanza sino alrededor de 203”.
“Eso lo vimos hoy (por ayer). Al pasar los 200 metros se ve que las malezas están muertas por la aplicación de los agroquímicos, y en líneas generales se ve mucha más maleza a menos de los 200 metros respecto a la escuela. Entonces respetaron la ordenanza”, afirmó.
Explicó que de acuerdo al informe que presentaron, hay cinco hectáreas sin agroquímicos, pegadas a la escuela y recién a 203 metros del establecimiento educativo se utilizó el agroquímico que contiene glifosato en cantidad permitida.
“La receta agronómica la tiene en cuanto a la aplicación del 27 de octubre, está escrito, lo aplicó respetando más de los 150 metros”, sostuvo.
Más control
“Yo destaco cuando los vecinos de Gardey dijeron en su momento ‘vamos a encontrar el camino juntos’. Hay muchas cosas a mejorar, nosotros tenemos una problemática, una casuística con un control en las aplicaciones que se puede mejorar, se tiene que mejorar”, manifestó.
En ese sentido, indicó que respecto a las modificaciones en la ordenanza que solicitan los vecinos en la denuncia actual y que también se planteó un mes atrás a través de la Banca XXI en el Concejo Deliberante, desde el Municipio propusieron “incluir a las posibles modificaciones en la ordenanza algunas formas de control con tecnología. Por ejemplo, recibimos a una empresa de telemetría, que no solamente le brinda al dueño del equipo aplicador mucha información para ser eficiente en su trabajo y para también tener un contralor si surge una denuncia contra la empresa aplicadora de constatar qué hizo y cómo lo hizo”.
“Yo creo que vamos rumbo a una modificatoria de ordenanza, pero los metros los debiéramos respaldar con bases técnicas. Son los ingenieros agrónomos los que tienen que trabajar en una receta agronómica obligatoria que ya tiene mucha antigüedad, que es del año 94, 96. Antes era engorrosa y ahora es cada vez más simple, donde tienen que poner qué productos usan, en qué concentraciones, y constatar también las condiciones meteorológicas y condiciones del equipo y en el caso de las escuelas y zonas pobladas, la Provincia lo llama zona de amortiguamiento, y muchos de los participantes activos de Tandil quieren que se llame zona de monitoreo constante, donde tengamos la presencia física del ingeniero agrónomo, un profesional que se haga cargo de lo que está haciendo”, detalló.
Y consideró que “si un profesional se juega delante de la máquina para aplicar a determinada cantidad de metros, él se está haciendo cargo. Acá las variantes son el producto a utilizar, las condiciones del aplicador y meteorológicas, por ejemplo el viento puede hacer que se esparza el producto”.
“Los productos son peligrosos, tienen recomendaciones de uso, pero una enfermedad que yo contraiga hoy no puedo decir que la contraje porque fui a visitar el lote. Es cierto que hay que mejorar y en eso estamos trabajando. Veo con muy buenos ojos las denuncias de los vecinos, lo que sí tenemos que interactuar trabajando juntos, como dijeron los vecinos de Gardey”, manifestó.
Y adelantó que el miércoles fueron convocados a una reunión que se llevará a cabo en la Sociedad Rural, donde estarán presentes profesionales, aplicadores y productores agropecuarios para volver a tratar el tema y a su vez, la responsable del área de Fiscalización Vegetal de la Provincia Analía Alonso va a volver a presentar la Ley de Agroquímicos.
Diribarne contó que Analía Alonso le comunicó que tras la publicación de la nota de El Eco de Tandil varios aplicadores se inscribieron a los cursos y capacitaciones que dictan sobre la temática del uso de agroquímicos de acuerdo a la legislación vigente.
“En mi año y medio en la función no solamente hemos trabajado con agroquímicos, sino que fuimos nosotros junto a la Facultad de Veterinarias que trajimos a un referente máximo nacional y sudamericano de agroecología. Seguramente se van a ir dando sistemas más amigables con el medio, soy un convencido de que esto va a ser un proceso mucho más controlado, supervisado, interactuar mucho más entre las partes”, afirmó.
No obstante, evaluó que “el hecho de que sea muy restrictivo va a generar un problema cada vez más grande, si clausuramos una zona tiramos el problema para otro lado. Hoy por hoy la agroecología va avanzando a paso firme, y yo creo que tranquilamente es una alternativa, pero con mis conocimientos no veo que de hoy a mañana se pueda cambiar”.
En tanto, contó que ayer también dialogaron con las maestras que estaban trabajando en la Escuela 33, quienes expresaron no haberse enterado del tema de la fumigación junto a la institución porque sucedió un domingo. “Justo la directora no estaba y no acompaña con su firma la denuncia”, indicó.
Y explicó que “quienes hicieron la denuncia ese día pararon el equipo aplicador y el chico habló con el profesional que en ese momento se encontraba en Buenos Aires porque había ido a votar, y le trató de explicar de qué se trataba pero no se han entendido porque la denuncia la radicaron”.
“Lo que quiero es que la población se informe bien y que no entremos en una especie de pánico porque no nos hace bien para este camino que lo debemos caminar juntos”, afirmó.