Mujeres muralistas pintan resistencias
Inspiradas por la Agrupación de Mujeres Muralistas Argentinas, realizaron en Tandil la segunda pintada federal. Plasmaron sus obras en Pujol entre Figueroa y Lisandro de la Torre.
Por María Camila Calderón
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AMMurA (Agrupación de Mujeres Muralistas de Argentina) es una agrupación que se conformó en el año 2018 cuando, en el mes de marzo, varias muralistas de la ciudad de Buenos Aires fueron convocadas a participar en un evento en el cual a las mujeres se les pagó la mitad del salario que se les había abonado a los hombres participantes de la edición anterior. Por ese motivo, las artistas decidieron juntarse para evaluar la problemática que se vivió a partir de ese momento.
Hoy en día la agrupación está conformada por 300 mujeres, quienes se organizan en pintadas federales. Esas convocatorias consisten en pintar murales de manera simultánea en distintos puntos de Argentina, con el fin de visibilizar su trabajo en la sociedad y generar comunidad entre ellas.
En Tandil
El día 14 de diciembre del 2019, se realizó la segunda pintada federal sobre la avenida Pujol entre Figueroa y Lisandro de la Torre. En total participaron 9 artistas de Tandil, Ayacucho y La Plata, bajo el lema “Juntas pintamos resistencias”. Lucrecia Lunar forma parte de la comisión federal y es la coordinadora de la región de Tandil y sus alrededores. En diálogo con ella, contó que “para esta pintada nos organizamos durante varias reuniones, en donde fuimos debatiendo las bases que propone la agrupación, fuimos conociéndonos entre nosotras y surgió como eje temático la frase ‘Juntas pintamos resistencias’, en alusión a la situación latinoamericana actual, en donde se ven golpes de estado, represiones y reclamos de distintos puntos de Latinoamérica, como sucede con el pueblo chileno”.
La artista explicó que “el muralismo tiene un compromiso muy grande con lo que son las luchas sociales. Nosotras pintamos de manera colectiva porque reivindica las luchas de cada pueblo y esto de manera individual no se puede lograr. Nuestra bandera es el feminismo, ya que buscamos visibilizar a las mujeres muralistas y que se las reconozca como trabajadoras del arte”.
Por otra parte, señaló que “nuestra agrupación pretende dar a conocer a las artistas que pintan en cada localidad para generar una hermandad entre colegas y no una competencia entre las mujeres. Es muy importante aclarar que la agrupación no está unida a ningún partido político, somos autogestivas y de identidad latinoamericana”.
Por otra parte, expresó que “desde mi punto de vista, un mural no es sólo un acto estético sino que su composición nace de una inquietud de un grupo o una comunidad. La pintura mural que no contiene un mensaje a transmitir, no es mural sino un mero acto decorativo”.
La obra
Además, Lucrecia Lunar contó que la pintada tuvo muy buena repercusión, y agradeció al vecino que donó de manera muy amable la pared de su taller mecánico y a la pinturería Canela por el aporte de pintura látex.
En las imágenes que acompañan esta crónica se puede ver el muro terminado, en donde Lucrecia Lunar representó a la planta Carqueja, característica de la ciudad de Tandil, y la cual tiene propiedades medicinales para mejorar la digestión, “lo cual personalmente me resulta muy significativo”, dijo.
Otros murales que se destacan son los de la artista Sonia Útille, quien pintó a “El Negro Matapacos”, perro callejero que se hizo famoso tras las masivas movilizaciones por la educación en 2011, en Chile. Marchaba junto a los estudiantes y enfrentaba a los carabineros, convirtiéndose en símbolo latinoamericano de lucha y resistencia.
La artista Malu López, por su parte, representó a una mujer “armada” de sus brochas y materiales de pintura. Transmitiendo como mensaje la importancia que tiene el arte por ser una de las herramientas principales de expresión, de diálogo y de cambio social.