Morando aseguró que IOMA le debe 14 millones de pesos al sistema público de Tandil

Mientras que muchos afiliados al Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) continúan haciendo frente a los inconvenientes que registra la obra social de la Provincia de Buenos Aires con algunos profesionales del Círculo Médico de Tandil, desde el Sistema Integrado de Salud Pública informaron que también tienen problemas de cobro.

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Debido a que muchos doctores decidieron bajarse del convenio y dejar de atender por IOMA ya que los valores que les ofrecían estaban muy por debajo de los costos, una gran cantidad de personas debieron acudir al sistema público de salud.

Al respecto, el presidente del SISP, Gastón Morando, contó que si bien no tiene precisiones estadísticas, reconoció que sí han notado una gran afluencia de pacientes a la red pública.

“Y lamentablemente con IOMA lo hemos planteado en muchas oportunidades, como también lo hizo el Concejo Deliberante. Hay varias cuestiones que son injustas. Por ejemplo, la Provincia envía recursos por coparticipación bruta a los municipios todos los meses. Y cuando lo hace, descuenta dos cosas: IOMA y los IPS. Es decir que la obra social recibe al día los valores de todos los empleados municipales”, informó en comunicación con el programa Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil FM 104.1.

Asimismo, clamó que los valores que les pagan no se han modificado desde el 2016 y que tienen una deuda con el SISP millonaria: “Hace cinco años que pagan lo mismo. Y una práctica en un hospital público, en algunos casos, tiene un cuarto del valor que en un efector privado. Y si esto fuera complicado, además IOMA nos debe 14 millones de pesos”.

Agregó que el problema con la obra social de la Provincia es muy grande debido a que lo que les pagan por algunas prácticas está por debajo del costo y reveló que si el sistema público tuviera una orientación de clínica privada ya hubiera cortado las prestaciones porque “es antieconómico y tiene deuda”.

Programa de seguridad para el paciente

Destacó el presidente del Sistema Integrado de Salud Pública que Tandil es uno de los pocos municipios bonaerenses que cuenta con un programa de seguridad para el paciente y contó que próximamente todos los internados en alguno de los hospitales públicos de la ciudad tendrán una pulsera.

“Trabajamos con un grupo interdisciplinario de Buenos Aires que está especializado en esto. Y fruto de esas tareas mancomunadas se han llevado a cabo varias propuestas”, reveló.

Explicó que ahora están implementando una que tiene que ver con pulseras para los internados y para las personas que deben quedarse en observación por más de seis horas.

“Entonces, los que estén alojados en el Ramón Santamarina, en el Debilio Blanco Villegas, en Salud Mental y en el Rodríguez Larreta, van a tener sus pulseras para mejorar su seguridad y reducir riesgos”, indicó.

Obras en el sistema público

Señaló Morando que el año pasado tenían un plan de obras pero que, debido a la pandemia del coronavirus, no lograron cumplirlo a rajatabla, aunque aseveró que sí llevaron a cabo la mayoría de los proyectos. Según notificó, solo resta terminar una reforma en el Laboratorio.

Entre los trabajos edilicios y de infraestructura hechos, destacó el de los baños públicos, el de la cocina y también el de mejoramiento de las instalaciones de agua potable. En ese aspecto, reveló que ahora están colocando ablandadores para no tener problemas recurrentes con el sarro.

“Y tenemos previstas algunas obras significativas para más adelante, en función de las condiciones que existan. Hay dos importantes: una es una planta de gases medicinales para incrementar la capacidad de oxígeno, que es trascendental de cara a la pandemia y que tiene un monto de inversión de dos millones y medio de pesos; y otra de instalación de una planta de regulación de gas natural, que demandará unos 685 mil pesos”, expuso.

En tanto, hizo referencia a otra obra menor, pero de gran relevancia para el sistema, que refiere a una donación que creen que es inminente: un ciclador que les permitirá hacer estudios de PCR en el Hospital.

Confesó que la idea es instalarlo en el Debilio Blanco Villegas, donde procuran armar un laboratorio de análisis clínicos, ya que la nueva aparatología les permitirá no solo hacer test de Covid-19 sino también otros estudios.

“Y hay otro proyecto que estamos conversando con la Fundación del Hospital de Niños que tiene que ver con la construcción de una farmacia en el mismo nosocomio. Es una iniciativa ambiciosa que tiene un monto de inversión estimado de tres millones y medio de pesos o cuatro”, completó.