CLASES PRESENCIALES
Medidores de dióxido de carbono y cumplimiento de protocolos, los pilares de un adecuado retorno a las aulas
Los aparatos permiten garantizar una adecuada ventilación de los espacios cerrados para evitar la apertura permanente de las aulas en medio del frío invernal. El funcionamiento escolar se apega al protocolo jurisdiccional para minimizar los riesgos, con la esperanza de que el avance del plan de vacunación inaugure un escenario más amable en un futuro cercano.
La primera semana de clases tras el retorno a la Fase 3 dejó un balance favorable en las instituciones locales y puso en evidencia el correcto manejo de los protocolos en el ámbito escolar.
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Sobre este tema, Estela Sinópoli, secretaria adjunta de Suteba Tandil, conversó con el programa de radio “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM) y destacó que “fue una semana muy importante y aunque estuvo complicada por el frío, se fue tratando de resolver sobre la marcha”.
Con un reordenamiento de los agrupamientos y los espacios escolares, la premisa fue sostener las medidas plasmadas en el Plan Jurisdiccional para garantizar la seguridad sanitaria en las aulas y su consecuente impacto positivo en el resto de las actividades sociales y productivas. Es preciso señalar que al interior de los establecimientos no se registraron situaciones de riesgo epidemiológico, pero la pauta de suspender la presencialidad en la Fase 2 apunta a reducir la movilidad social y morigerar otros aspectos, que exceden a lo que sucede adentro de las aulas.
“Si todos hacemos un esfuerzo y llevamos adelante el cumplimiento de las normas, va a ser todo más llevadero mientras avanza el proceso de vacunación”, ponderó.
Ventilación y medidores de dióxido
Las bajas temperaturas invernales eran una de las preocupaciones de los gremios al momento de cumplir con el protocolo de ventilación cruzada exigido por las autoridades provinciales para renovar el oxígeno en los ambientes cerrados y así minimizar los riesgos de circulación viral.
La llegada de los medidores de dióxido de carbono facilitó esta cuestión, al permitir que la apertura de puertas y ventanas no sea permanente sino cada determinada cantidad de tiempo, conforme el aire se satura de este compuesto y corresponde iniciar las tareas de ventilación de los espacios.
Se mantiene, en tanto, la higiene de las aulas cada 90 minutos y de todos los espacios comunes, además de los ingresos escalonados, la división de cursos en agrupamientos (siendo uno de los pocos ámbitos que respeta el aforo), el uso de tapabocas y otras medidas que hacen a la adecuada gestión del dictado de clases presenciales en esta excepcional coyuntura.
Según informó Sinópoli, los aparatos suministrados por la Provincia llegaron a todos los establecimientos. Sí es sabido que en varias escuelas no alcanza la cantidad de medidores para la totalidad de las aulas y que el personal debe ir rotándolos en los salones.
Asimismo, el viernes pasado hubo una capacitación virtual acerca del correcto uso de los medidores para complementar los protocolos y sobrellevar la temporada invernal de la mejor forma posible.
Por otro lado, la referente gremial reveló que hay burbujas en aislamiento –dentro del rango esperado- y ratificó que “de manera inmediata se avisa al Sistema de Salud y se dispone el aislamiento preventivo hasta que estén los hisopados. En Tandil, si bien bajaron los casos, hemos detectado docentes y alumnos confinados”.
Dispensas docentes
En torno a las dispensas otorgadas a los docentes en el marco de la pandemia, explicó que los maestros y profesores mayores de 60 años dispensados de oficio tienen desde abril la opción de volver a trabajar de manera presencial -para subsanar la falta de personal en algunos sectores-, firmando una declaración jurada en la que conste que no padecen ninguna enfermedad que los ponga en riesgo.
Para el resto de los grupos sigue rigiendo la Resolución nacional 90/2020, adoptada también por la provincia de Buenos Aires, en la que se dispensa de concurrir a sus puestos de trabajo a todas las personas inmunosuprimidas, a los pacientes en tratamiento oncológico, a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, patologías cardiovasculares, diabetes, obesidad mórbida, e insuficiencia renal crónica en diálisis o con expectativas de ingresar a diálisis próximamente.
Por su parte, Sinópoli fue optimista en torno al progreso del plan de vacunación y el alcance de una inmunidad colectiva que permita recuperar hacia la primavera cierto sesgo de “normalidad” y flexibilidad en la vida cotidiana, inclusive para el retorno a las escuelas del personal comprendido en los grupos de riesgo.
En tanto, detalló que en el caso de los menores que padezcan o no algún problema de salud, es absolutamente respetable la decisión de los padres de no mandarlos si así lo desearan por una cuestión de seguridad.
“Ante una situación de riesgo es imprescindible que puedan optar en este sentido y de este modo se trabaja desde la virtualidad con distintos formatos y plataformas. A quienes tienen dificultades de conectividad se les acerca la tarea, lo mismo en las zonas rurales”, aseveró.