EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL
Más de la mitad de los estudiantes de profesorados afirmaron haber recibido ESI en su formación
Los datos relevados por un equipo de trabajo de la Unicen registraron cierta espontaneidad en el tratamiento de la temática y la débil aplicación de la ley bajo la modalidad estipulada de contenido curricular transversal a las materias. La amplia mayoría de los estudiantes terciarios y universitarios se mostró interesada en aplicar la Educación Sexual Integral en su labor.
Un equipo de especialistas de la Unicen lleva adelante el primer diagnóstico sobre la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles educativos de Tandil. La ESI es ley desde el año 2006 pero su efectiva implementación no se da en todos los ámbitos de la educación estatal y privada. Ante este escenario, la semana pasada, en la última sesión del Consejo Académico de la Facultad de Ciencias Humanas, se presentó el primer informe sobre la problemática.
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Varios son los actores territoriales e institucionales que confluyen en este trabajo, aportando sus visiones y recorridos. Entre ellos se encuentran el Programa de Género Unicen, la Comisión de Educación de la Mesa Intersectorial contra la Violencia Familiar y de Género, y el Grupo de Estudios en Ciencia, Sociedad y Cultura de la Facultad de Ciencias Humanas, que elaboraron el diseño y desarrollo de un diagnóstico en los niveles inicial, primario, secundario y superior del ámbito educativo de la ciudad. El informe contó con la participación de Gisela Giamberardino en el diseo logístico; coordinación de campo y procesamiento estadístico Marina Adamini; asistencia metodológica y de campo Matías Álvarez; y data entry María Julieta Díaz.
Con un horizonte de preocupaciones e intereses compartidos, las entidades se movilizaron hacia la preparación de este diagnóstico para conocer el estado de situación en pos de generar estrategias y herramientas que sirvan para el cumplimiento de la normativa en todos los sectores educativos.
Educación Sexual Integral
La Ley 26.150 Instituye la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral al establecer que todos los alumnos y alumnas tienen derecho a recibir ESI en los establecimientos educativos públicos de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial y municipal. Si bien la ley fue sancionada en 2006 y los lineamientos se definieron en 2008, existe una fuerte demanda de formación en la temática, de parte de autoridades, docentes y estudiantes, así como de las familias. Podría suponerse que esa demanda evidencia un déficit en la formación de quienes deberían garantizar ese derecho, sin embargo en la ciudad de Tandil no existen relevamientos que den cuenta de la situación.
El diagnóstico acerca de la implementación de la ESI pretende entonces recoger datos en torno a las distintas experiencias institucionales, las estrategias que se llevan adelante y permanecen invisibilizadas, las disputas de sentido en torno a derechos, género y sexualidades presentes a nivel local, así como las representaciones y los discursos que circulan en torno a la Educación Sexual Integral tanto en los espacios de educación, como en la comunidad.
Pese a que han pasado 13 años desde la sanción de la ley, existe poca evidencia empírica respecto del derrotero que su implementación ha seguido, y la información existente muestra una gran variabilidad en función de los contextos jurisdiccionales e institucionales. Además, las investigaciones se centran en grandes ciudades como la ciudad de Córdoba, Rosario y, especialmente, la Capital Federal, existiendo pocos trabajos que se enfoquen en su aplicación en ciudades intermedias.
El trabajo
En este sentido, el proyecto busca a diagnóstico sobre la implementación de la ESI en todos los niveles desde el inicial hasta el superior. y para ello articularon estrategias metodológicas cuanti y cualitativas atendiendo a la particularidad de cada nivel, recurriendo a:
- Encuestas a docentes y estudiantes
- Entrevistas semi estructuradas a equipos de gestión y directivos, docentes y estudiantes
- Relevamiento y análisis de fuentes documentales tales como programas de materias, proyectos institucionales, acuerdos de convivencia, proyectos específicos de educación sexual integral
También incluye la observación participante de actividades donde se pongan en práctica los contenidos vinculados a la temática y un análisis de las discusiones públicas sobre educación sexual en la ciudad recurriendo para ello al relevamiento y análisis de prensa gráfica y digital; relevamiento y análisis de fuentes secundarias, como las transcripciones de las audiencias públicas realizadas por la asociación de abogados, y el análisis de debates públicos en medios de comunicación audiovisual; y entrevistas a actores clave como referentes de organizaciones feministas, de mujeres y de la diversidad sexual, confesionales y activismo denominados pro vida, entre otros.
Dado el amplio abanico de actores y las distintas estrategias metodológicas con que se pretendió abordar el análisis de la temática, el diagnóstico se estructuró en etapas, la primera de las cuales se dio por finalizada. Durante los últimos meses del corriente año, quienes estuvieron a cargo del informe se abocaron a estudiar los profesorados de los institutos superiores y los profesorados universitarios, donde se aplicaron 250 encuestas prediseñadas a estudiantes.
Los resultados
A partir del relevamiento realizado, se observó que los estudiantes de profesorados terciarios y universitarios de Tandil manifiestan con gran interés personal en la Ley ESI y con predisposición para su aplicación en su futura actividad laboral docente. Esto se refleja en la alta cantidad de respuestas positivas respecto a la búsqueda de información en relación a la temática (un 81 por ciento). Además, casi la totalidad de los encuestados (92 por ciento) considera de interés aplicar la ESI cuando se desempeñe como docentes en las aulas.
Es a nivel institucional donde se evidencian las mayores dificultades para que la aplicación de la ESI cristalice como política de formación curricular. La mayoría de los estudiantes respondieron que reconoce a la ESI como parte del proyecto institucional (43 por ciento), haber tenido acceso al material del programa (un 55 por ciento) y haber recibido formación en las temáticas de género y/o sexualidad (un 57 por ciento). A pesar de estos datos, se reconoce una situación de alerta, dado que las iniciativas en torno a la ESI parecen surgir de voluntades individuales, por intereses personales y de modo no sistemático. En primer lugar, un significativo porcentaje de los estudiantes de profesorado (34 por ciento) dijo desconocer si la ESI forma parte del proyecto institucional, casi la mitad no tuvo acceso a material del programa (45 por ciento) ni formación en las temáticas durante sus cursadas (43 por ciento). Una importante porción de la población estudiantil de los profesorados no cuenta con el soporte institucional necesario para su formación en ESI.
Entonces, si bien a nivel institucional resulta exitoso que más de la mitad (57 por ciento) de los estudiantes de profesorado encuestados respondieran haber recibido formación en educación sexual y/o de género en su formación, merece la atención el análisis de la forma en que recibieron esa formación. Vemos así que el 40 por ciento reconoce haberla recibido bajo la modalidad de tema de debate en el aula y sólo un 17 por ciento como contenido curricular. Esto refleja cierta espontaneidad en el tratamiento de la temática y la débil aplicación de la ley bajo la modalidad estipulada de contenido curricular transversal a las materias.
Aunque na amplia mayoría de los estudiantes de profesorado contestó que aplicaría la ESI en su futura labor docente, se observa que la minoría (8 por ciento) que respondió no hacerlo, esgrime como principales argumentos la falta de relación de sus materias con los contenidos de la ESI y también la falta de herramientas e información para su aplicación.
Otros detalles
Al identificar los temas tratados en relación a la educación sexual y de género, se registra una tendencia vinculada a la diversidad sexual (21 por ciento) y violencia de género (19 por ciento), y un lugar subsidiario en otras temáticas relevantes como enfermedades de transmisión sexual (7%), abuso sexual (5%) y sexualidad y erotismo (4%).
Los porcentajes podrían leerse como un sesgo del nivel analizado (es decir en primaria y media posiblemente se encuentre preeminencia en torno a enfermedades de transmisión sexual, etc): sin negar la centralidad que asumen las temáticas mencionadas como las de mayor tendencia en las respuestas de los alumnos de profesorado, se considera necesario complementarlas con la formación en las temáticas mencionadas como subsidiarias.
Respecto a las instancias de formación sobre la temática vinculada a la ESI en los institutos de educación superior y los profesorados universitarios, merece ser destacado el rol docente para su ejecución, siendo que el 46 por ciento de los encuestados respondió haber recibido de estos su formación. Un 79 por ciento de esos estudiantes está conforme y muy conforme con la formación recibida.
Este primer informe aborda otros múltiples cruces que permiten leer en clave crítica y propositiva la realidad contextual e institucional en relación a ESI en la ciudad de Tandil. Se prevé continuar con el análisis de los datos recabados, y se ha definido como prioridad para 2020 el nivel inicial para, a lo largo del año, continuar con los niveles de primaria y media.
Quienes deseen obtener el documento completo de este primer informe pueden escribir a genero@rec.unicen.edu.ar