Los trabajadores de Ferrobaires fueron prescindidos y lamentaron que “el tren ya no va a volver”
Parece que en esta oportunidad sí se cerró el último capítulo. A pesar de la dura lucha que emprendieron desde el 30 de junio de 2016 cuando la gobernadora María Eugenia Vidal decidió cerrar todos los ramales de Ferrobaires, incluyendo el de Tandil, los 13 trabajadores de la ciudad fueron despedidos.
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Luego de 30 años o más de prestar servicios en el ferrocarril, deberán conformarse, en el mejor de los casos, con una jubilación ínfima, y en el peor de ellos, solo con una indemnización y a la calle. Maquinistas que crecieron en el ámbito ferroviario hoy ven con el alma destrozada el trabajo de una vida menospreciada por los políticos de turno.
Nunca van a volver a subir a un tren. Soñaban con jubilarse ahí, en ese lugar que amaban profundamente. Toda la vida imaginaron que debía ser de ese modo. Pero no. La Gobernadora decidió que no. Los despide sin darles oportunidad a nada. Y ese despido significa mucho más. Habla de que el tren no va a volver.
El despido
encubierto
Adrián Olano, uno de los maquinistas, contó que entre el martes y el jueves fueron citados en Mar del Plata los 13 trabajadores de Ferrobaires de Tandil, incluido el jefe de la estación Hugo Urrutia, y los notificaron que a partir del 15 de marzo, tal lo determina el decreto de la Gobernadora, Ferrobaires dejará de existir y por lo tanto todos los empleados que quedan bajo esa órbita van “a la calle”.
Y explicó que “tenemos que firmar unos papeles, son despidos encubiertos”.
“A los que están a mitad de camino por la edad, hasta los 52 años, los despiden directamente y les dan la indemnización solamente. Nosotros en edad próxima a jubilarnos a partir de 55, te dan una indemnización que es un sueldo por año de servicio y nos sacan la jubilación en cuatro meses. Yo si acepto, y me jubilo ahora estaré cobrando 11 mil pesos y si me jubilara como corresponde lo haría con 22 o 23 mil pesos”, puntualizó en diálogo con El Eco de Tandil.
Y agregó que “lo que se firma es que no vas a poder iniciarle una demanda legal a la empresa o al Estado provincial, te van a hacer firmar con escribano que estás de acuerdo. Mis compañeros que tienen 50 años van a la calle directamente, ninguna oportunidad de nada, cobran solamente la indemnización”.
Olano contó que se asesoraron con abogados pero les comunicaron que no tienen muchas alternativas porque “a partir del 15 nos consideramos despedidos y nos van a depositar la plata de la indemnización, pero eso implica que vas a tener que hacer una demanda judicial para reclamar mientras tanto no podés tocar un solo peso de lo que te depositan, y uno tiene que seguir viviendo, así que es una disyuntiva sobre qué hacer”.
“El tren no
va a volver”
“Es terrible, es lo mismo que pasó en los 90, se vuelve a repetir y a esto hay que sumarle el engaño, porque la Gobernadora cuando vino a Tandil prometió que el tren volvía y ahora nos encontramos con que Tandil no tendrá más personal y si no hay personal el tren no va a volver”, lamentó Olano.
Aseguró que con sus compañeros lucharon “hasta lo último” pero “no nos escuchó nadie”.
“No hay voluntad, de hecho quien dirige los ferrocarriles es ingeniero agrónomo entonces tenemos que pensar donde estamos parados”, manifestó.
Admitió que tampoco se sintieron acompañados por el intendente Miguel Lunghi pero consideró que “él está atado de pies y manos, lo recibieron hace unos meses pero lo recibió el portero, no quisieron que nosotros fuéramos. Mario Civalleri nos recibió después de eso y vinieron amargados, no esperaban eso”.
“Nosotros –siguió- hemos trabajado con los municipios de Rauch, Las Flores, con todos, con el Concejo Deliberante de Las Flores, con la comarca de Sierra de la Ventana”, recordó.
Y cuestionó duramente que “antes de las elecciones estaban todos, concejales, candidatos a concejales, después no apareció nadie”.
Resaltó que el ferrocarril funcionaba como un servicio social y destacó que en Tandil tenía “regularidad, seguridad, tenía el 99 por ciento de circulación, en los controles de la CNRT no estamos en ninguna carpeta por seguridad”.
“Desde Nación se dice que no quieren tener trenes que circulen a menos de 50 kilómetros por hora en el país, el tren nuestro la velocidad comercial era 49,6. Y el tren que va a Mar del Plata con vías nuevas tiene un promedio de 50,7. Del ridículo no se puede volver, todos estos funcionarios políticos que dirigen los ferrocarriles no se han acercado a la gente que es profesional, a los que saben”, criticó.
“No hay voluntad
política”, criticó
Por otro lado, el maquinista criticó que “no hay voluntad política”.
Y recalcó que las condiciones de seguridad estaban dadas. “Nosotros no éramos kamikazes, sabíamos en qué condiciones circulábamos”, afirmó.
Dijo que se sienten acompañados por la gente, ya que de hecho hoy a las 18.30 en Alsina 1242 se va a hacer una reunión para juntar firmas y pensar acciones para pedir la vuelta del tren.
“Nos sentimos acompañados por la gente pero el pueblo no se siente acompañado por la representación política que tiene. Seguro que mañana (por hoy) en la reunión van a estar todos los políticos. Pero ya es tarde”, sentenció.
Y afirmó que “sentimos que no hubo acompañamiento, no hay compromiso de la clase dirigente política, salvo contadas excepciones. Ahora ya es tarde. Mario Civalleri ha compartido trabajo con nosotros. Pero nadie más ni de un lado ni del otro”.
“En lo personal, cierro mi libro acá”
Ahora tienen una semana para decidir si firman o no. Si no lo hacen, saben que tendrán que enfrentar todo un proceso legal engorroso y complejo.
Sin poder contener las lágrimas, Olano confió que “yo en lo personal ya cierro mi libro acá. Estoy muy cansado, el agotamiento se siente y estamos solos. La falta de acompañamiento de nuestro propio sindicato también se siente, no ha venido nadie en casi dos años”.
“Mis compañeros, lo que están a mitad de camino viajaron para ver si tienen alguna posibilidad. Pero hasta ahora no hay novedades. Es tristísimo”, manifestó.
Recordó también que el año pasado fueron a una revisación psicofísica y “nos enteramos que nos mandaban a Salta, Córdoba y Tucumán. Logramos pararlo, nos enteramos por un psicólogo. Una traición tras otra”.
Con la “guillotina
activada”
“Hoy estamos con la guillotina ya activada, son decisiones que tomará cada uno pero no hay muchas opciones. Se terminó, porque a diferencia de los 90 cuando uno quedaba en el camino podía ir a otra empresa, y mucha gente se reinsertó pero hoy no están esas posibilidades”, sostuvo.
Y lamentó que “a nosotros nos echaron y tenemos compañeros jubilados que las empresas los vuelven a llamar para que vayan a trabajar. Es muy triste la situación. En Tandil nuestro sindicato y nuestro ferrocarril es ejemplo en todo el país”.
Con profundo dolor, afirmó que “el tren no va a volver por lo menos en esta década, tiene que haber un cambio radical de las decisiones que ha tomado esta gente”.
“Tuve un llamado de María Ignacia que nos estaban esperando pero ya nunca más vamos a ir. A la gente de todos estos pueblitos la están matando de a poco, De la Canal, Egaña, Miranda, nosotros parábamos, era un acto humanitario, esa gente quedó en el olvido”, sostuvo.
Un negocio
inmobiliario
“Rescato de cuando volvió el tren, dos nombres Aniceto Chambrillón y Esteban Rizzo, trabajamos codo a codo de distintos niveles políticos y el tren volvió. Cuando se quiere se puede. Las voluntades tienen que venir de arriba”, afirmó.
Y advirtió que “no me quiero imaginar lo que viene si se entrega la llave de la estación, porque sabemos que acá está el negocio inmobiliario en todos los terrenos del ferrocarril, ahora no tenemos ni el tren ni el personal entonces hay que estar atentos”.
“Yo sé de intendentes que le han dicho no pelees por el tren porque no tenés las 10 cuadras de asfalto que me pedís, debe haber apretadas a nivel político que desconocemos”, afirmó.
“Soñaba con bajarme de la máquina
y jubilarme”, expresó con dolor Olano
Adrian Olano trabaja como maquinista desde 1980. Estuvo por todo el país pero admite que su corazón está en Tandil.
“Uno puso todo en Tandil, que el final de la carrera activa sea ésta es tristísimo. Yo hubiera querido bajarme de la máquina y jubilarme como todo compañero, pero ya llevo más de un año asumiendo que no iba a tener esa oportunidad y ahora ya está. Los muchachos están destruidos”, finalizó.
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