Los informáticos advirtieron que Cepit se niega a otorgar una compensación por los meses de demora
Gran parte de los trabajadores que se desarrollaron como instructores del Plan 111milen Tandil siguen sin cobrar. Prácticamente a un año de haber finalizado la mayoría de los cursos, la Cámara que nuclea las empresas informáticas les propuso pagarles lo adeudado a valores de 2018 en tres cuotas.
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A través de un comunicado, la Delegación local de la Asociación Gremial de Computación y con apoyo de la Comisión Directiva Nacional, decidieron visibilizar la situación que siguen atravesando con respecto a la falta de compromiso de la Cámara de Empresas del Polo Informático de Tandil (Cepit). Los trabajadores advirtieron que la entidad les propuso un pago a valores de 2018, en tres cuotas de 50 por ciento en mayo, 30 en Julio y 20 por ciento en Octubre, sin considerar la demora “ni la tremenda inflación de todos estos meses”.
En consecuencia, los instructores decidieron realizar en conjunto una contrapropuesta que contemple una compensación por los meses de demora en el pago, la que simplemente agregaba a la original un pago de un 40 por ciento extra en caso de que la Cámara cobrara el segundo desembolso de 2.3 millones de pesos que aun tramita ante el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación. “Cabe notar, este gesto de buena fe por parte de los trabajadores, que contemplaron una compensación sólo en caso de cobro, es decir, sin requerir un esfuerzo extra a la Cepit”, aclararon.
Sin embargo, la entidad de empresas se niega a aceptar la proposición y también a negociar sobre la misma. Según explicó el gremio, alegan que esos fondos ya los tendrían comprometidos para otros asuntos, desconociendo el trabajo de los instructores que ya fue realizado, facturado y hasta tributado por los mismos.
A su vez, denunciaron que la Cepit fomenta acuerdos individuales por parte de los instructores, invitándolos a firmar cuanto antes frente su abogado a cambio de pagarles, desligarse del problema y desgastar el reclamo justo que colectivamente llevan adelante la mayoría de los instructores.
“El bolsillo de los trabajadores no puede ser el que pague los platos rotos ocasionados por errores administrativos, negligencias o incumplimientos por parte de la Cámara y Ministerio”, aseveraron. Por eso es que exigen el pago de una compensación. “Reclamamos hace casi un mes una reunión ante el Ministerio para esclarecer la situación del convenio”, sostuvieron.
Desde el gremio informático remarcaron su acompañamiento a los instructores y se pusieron a entera disposición de todas las partes para resolver este conflicto, aunque fijaron que en caso de no prosperar el dialogo se verán obligados a tomar medidas legales para defender los derechos de sus compañeros.