Coronavirus
Los food trucks buscan volver a trabajar y apuntan a rediscutir la ordenanza que regula la actividad
Desde la asociación civil reconocieron que la pandemia los debilitó. Ahora, con la actualidad sanitaria, apuntan a recobrar fuerza y volver con la propuesta gastronómica. En esta etapa, pondrán el foco en analizar el texto normativo sancionado en 2017.
Tras quedar debilitados por la pandemia, y en medio de un escenario epidemiológico que propone una flexibilización de las medidas sanitarias, los food trucks buscan recobrar protagonismo y volver a posicionarse como una alternativa gastronómica al aire libre para vecinos y turistas que visitan la ciudad.
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Con un primer evento que pondrá a prueba una convocatoria de este tipo, la asociación civil Colaboración Empresaria Food Truck Tandil tiene como primer objetivo reunirse y reacomodar los ejes de trabajo y avanzar hacia la conformación de una mesa de diálogo en el Concejo Deliberante para analizar la ordenanza 15.968 que regula la actividad de los carros de comida.
Actualmente, hay entre 10 y 12 emprendimientos que subsisten, a la espera de obtener el trámite de habilitación correspondiente: un permiso especial de Provincia en caso de vender bebidas alcohólicas, libretas sanitarias, el control de los alimentos por parte de la Dirección de Bromatología, entre otros requerimientos.
En diálogo con El Eco de Tandil, uno de los integrantes de la asociación, Ignacio Andraca, reconoció que perdieron la motivación como consecuencia de la paralización que significó la pandemia para el sector
“Obviamente esto lo hacemos como una actividad económica como principal fin, pero entendimos que era prioritaria la cuestión de salud y que organizar un evento sin saber si podíamos recuperar la inversión era muy riesgoso. Entonces, preferimos quedarnos guardados y esperar a que llegue el momento de tener un poco más claro el panorama”, resumió el referente del sector.
Reconoció que, frente a esta imposibilidad de retomar la actividad, “perdimos un poco de fuerza y ahora, con esta reapertura, vuelven las ganas de generar propuestas para los vecinos y turistas”.
En ese sentido, sostuvo que queda pendiente entablar las gestiones ante el Deliberativo y actualizar los puntos de la ordenanza que quedaron “obsoletos” frente a este escenario, según planteó. Para Andraca, el texto “merece una reformulación en beneficio de nuestra actividad económica, sin perjudicar a otros sectores”.
Y destacó que “estuvimos muy bien organizados, con todos los recaudos y una calidad excelente, con un producto muy atractivo”.
Diagnóstico de situación
Al analizar el estado de situación, Andraca expuso que “la pandemia paralizó completamente a todo el sector”, que llevaba casi dos años de trabajo organizado a través de la asociación civil Colaboración Empresaria Food Truck Tandil.
El contexto sanitario obligó a suspender la actividad, generando un doble impacto, ya que, en la mayoría de los casos, se trata de una alternativa a emprendimientos gastronómicos tradicionales.
Cuando la situación sanitaria lo permitió y las medidas restrictivas se flexibilizaron, los responsables del espacio plantearon la posibilidad de realizar una fecha en un espacio público, “pero no todos juntos”, en función de las limitaciones impuestas para evitar los contagios.
Incluso, hubo carros de comidas estuvieron presentes en algún evento privado, sin hacer uso del espacio público. En estos casos, “la ordenanza plantea otros requerimiento que son un poco más complejos para podernos mover libremente”, dijo.
En esa línea, apostó por una reformulación de la ordenanza que establece un marco regulatorio para la actividad, en especial sobre el calendario de actividades previamente definido y la posibilidad de “mover” los carros. “Deberíamos volver a discutir algunos puntos”, remarcó como uno de los aspectos pendientes.
Sin embargo, antes de avanzar con esta tarea, la idea es “volver a juntarnos e iniciar el diálogo para ver el modo en que podemos reeditar esta propuesta que tanto le gusta a la gente”, pese a que “quedamos debilitados por tener una unidad económica que durante dos años estuvo sin utilizarse”.
Como se informó, el sector gastronómico afrontó este complejo escenario con medidas para poder subsistir, entre trabajo con delivery o take away, hasta la reapertura, con límites en el aforo. “Fue un gran golpe, pero si todo marcha bien, podremos reacomodarnos en un futuro inmediato”, deseó Andraca a modo de cierre.