Los enfermeros se manifestaron y pidieron “voluntad política” para llegar a un acuerdo
Tras una caravana que salió desde el Hospital se apostaron en la explanada Municipal y entregaron un petitorio al Ejecutivo. Claman, si es necesario, que se consiga el apoyo de Provincia y Nación para otorgarles la jornada laboral de 6 horas y una acorde mejora salarial. “Hoy estamos discutiendo que se nos reconozca nuestra labor”, dijeron, destacando que son los que están al frente de la batalla por el Covid-19.
Ayer fue el Día Internacional de la Enfermería y tal como lo habían anticipado, tras una reunión con la presidencia del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), los enfermeros que conforman la planta de la guardia del Hospital Ramón Santamarina realizaron una caravana de autos desde el nosocomio hasta la Municipalidad.
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Allí, con el apoyo de la Asociación de Profesionales del Hospital, aguardaron por una respuesta del Ejecutivo ante el pedido que realizaron junto al Sindicato de Trabajadores Municipales (STMT) para que se cumpla con el Convenio Colectivo de Trabajo que propone una jornada laboral de 6 horas, entre otras cosas.
En la oportunidad, además, presentaron en Mesa de Entradas un petitorio donde plasmaron toda la responsabilidad con la que cargan incluso desde antes de iniciada la pandemia, pero profundizada desde que esta comenzó, siendo quienes están en la primera línea luchando defendiendo el sistema sanitario.
“Pedimos que de la misma manera que se ponen de acuerdo los niveles del estado para anunciar cuarentenas o restricciones, se sienten a ver junto con los que estamos en el frente de la batalla qué se necesita“, asentaron en la nota.
Según explicó Carla Guerazar, enfermera de la guardia de adultos y una de las voceras del grupo, para poder llevar adelante el esquema de acuerdo a su pedido, solamente se necesitaría incorporar cuatro profesionales más a la planta que actualmente consta de 25 enfermeros.
Sin embargo, hasta el momento no han hecho lugar a su solicitud, de hecho desde el SISP anticiparon que presentarán una contrapropuesta, pero si no se llega a un consenso aseguraron que continuarán visibilizando su problemática y manifestándose pacíficamente.
Organigrama de rotación
Si bien se trata de un reclamo que ya lleva tres años, porque comenzó en 2018, se reavivó en los últimos días debido al estado de cansancio tras la sumatoria constante de tareas en su área.
La visibilización sobre la necesidad de reducir las horas laborables de 8 a 6 y mejorar las condiciones salariales comenzó la semana pasada, en este marco el martes fueron convocados por la dirección del SISP, desde donde les informaron que todavía no han podido llegar a un acuerdo con el Sindicato que solicita se cumpla con lo establecido por el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT).
“Mientras tanto nos seguiremos manifestando pacíficamente porque queremos una respuesta”, enfatizó Guerazar. La vocera advirtió que en todo momento han puesto “la mejor predisposición”, incluso presentaron un organigrama sobre cómo cubrir todos los turnos en tanto no se amplié el plantel.
Actualmente son 25 los trabajadores que están en la Guardia de Enfermería del Santamarina, y según precisaron solamente necesitarían cuatro profesionales más para llegar a la rotación necesaria de personal.
“No se puede colapsar a los recursos humanos”
“Los enfermeros de la guardia del Hospital, como parte del sistema de salud hemos estado sin vacilar y sin dudar ni un minuto en la primera línea de la batalla contra el Covid-19, como lo hemos hecho antes de esta pandemia y como lo seguiremos haciendo cuando la situación sea controlada”, señalaron y garantizaron en la nota entregada.
Tal como explicaron, lo harán porque eligieron esa profesión y porque a pesar de estar poniendo en riesgo su vida, su salud y la de sus familias siempre se mantuvieron en la primera línea, incluso antes de que hubiera vacuna, “cuidando la vida de los pacientes, cuidando los recursos materiales, con responsabilidad y compromiso”.
“Hoy estamos discutiendo que se nos reconozca en esta labor garantizando nuestra integridad física y psíquica, estamos preparados para soportar la presión porque lo hemos demostrado, hemos resistido jornadas interminables atentos hasta en el último detalle, pero no se puede colapsar a los recursos humanos antes que al propio sistema”, advirtieron los trabajadores.
En ese sentido, mencionaron que solamente se necesita que contraten a 4 enfermeros más para garantizar que todos puedan trabajar 6 horas en lugar de 8. “Algo justo y realizable, nada descabellado”, consideraron.
Enfatizaron que desde el inicio con sacrificio están en la primera línea y allí seguirán, pero que mientras ven con preocupación que no haya un reconocimiento salarial cuando el límite de pobreza son 60 mil pesos y revelaron que ellos cobran 30 mil.
La articulación de los Estados
En su notificación, los enfermeros expusieron que también les genera inquietud que no los escuchen y den respuesta a su derecho. “Hemos sido muy pacientes”, admitieron.
Con este planteo pusieron en debate una serie de cuestiones: “cuánto se ha hecho por la salud en este año, cuantas camas y respiradores se compraron, cuanto personal se contrató, cual fue la articulación de estado para garantizar la salud de todos los ciudadanos, la de los que acuden para atenderse y la de los que estamos atendiendo”. Entonces, luego del cuestionamiento, pidieron que de la misma manera que se ponen de acuerdo los niveles del Estado para anunciar cuarentenas o restricciones, “se sienten a ver junto con los que estamos en el frente de la batalla qué se necesita”.
Aseguraron que enfermeros hay, de hecho ofrecieron acercar una lista de los que están disponibles para trabajar en la salud pública, sin embargo subrayaron que no pueden tratarlos “como números” cuando son personas sosteniendo las medidas de fuerza, pero sin abandonar “jamás” sus tareas de cuidado.
Finalmente, pidieron la colaboración de los ministerios de Trabajo y de Salud, tanto de Nación como de Provincia, y “si es necesario de todos los actores”.
“Que se sienten con el Municipio, como lo han hecho para ayudar a una empresa privada como Cagnoli”, propusieron y cuestionaron “cómo no se van a sentar para ver que arreglo económico y de colaboración mutua puede garantizar cuatro enfermeros más o todo el personal que sea necesario”.
Por todo lo expuesto, solicitaron una mesa de dialogo entre los ministerios mencionados y el Municipio para que afecten los recursos necesarios para contener a la primera línea con seis horas y mejores salarios “con la misma voluntad política que hemos visto con otras empresas privadas, buscando la misma celeridad en la respuesta”.
Por la tarde, toda la comunidad
sanitaria se movilizó por insalubridad
En consonancia con la manifestación matutina, por la tarde se reeditó otra movilización que, en este caso, contó con la demanda de todos los sectores que componen la comunidad sanitaria.
Los trabajadores del Sistema Integrado de Salud exigieron que se dignifiquen los salarios que perciben como las condiciones laborales. En ese contexto, demandan una bonificación del 25 por ciento e insalubridad.
“Estamos viviendo una situación desesperante, ya que los salarios que percibimos son demasiado escasos, insuficiente para solventar los gastos de la vida diaria”. Bajo esa premisa, consideraron necesario y urgente lograr una recomposición salarial, reconociendo así el agotamiento físico y mental que los trabajadores vienen padeciendo.
La demanda redundó en el pedido de la bonificación señalada, sumado a los arreglos paritarios que se acuerden para los empleados municipales en general. Además, reiteraron sobre la reducción de la jornada laboral a seis horas.
“Es de público conocimiento que la pandemia no ha terminado y que ha llegado la segunda ola, con nuevas cepas, con mucha más fuerza, más virulencia y más letal, como lo reconoció el propio Lunghi. Así como se solicita a la población que se cuide, nosotros les pedimos a las autoridades que nos cuiden como personal de salud en todos los sentidos”, se expuso entre los manifestantes.
Así, reiteraron que les corresponde un reconocimiento económico, ya que “como trabajadores de la salud hemos estado a la altura de las circunstancias, poniendo en riesgo nuestra vida y la de nuestras familias. Esta pandemia ha demostrado que el personal de salud no es esencial. Es imprescindible”.