Salud
Los controles anuales son fundamentales para evitar afecciones cardíacas en niños
María Laura Riva, cardióloga pediátrica de Tandil, habló sobre la importancia de los controles cardiológicos periódicos y cómo llevar una vida saludable en la niñez.
Por Lorena Ferreyra (*)
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La doctora María Laura Riva. habló de sus inicios en la profesión, de la importancia de los controles cardíacos y la necesidad de mejorar el servicio que atiende a pacientes cardíacos en el Hospital de Niños de la ciudad.
-Si hablamos de patologías cardíacas, ¿cuáles serían las más frecuentes?
-Las cardiopatías congénitas son el uno por ciento de los recién nacidos sanos. Es poco frecuente, pero no tanto. Son malformaciones de la anatomía del corazón.
-¿Cómo y cuándo se pueden detectar?
-Durante el embarazo, a partir de la semana veinticuatro. Es bueno hacer un ecocardiograma fetal donde se mira el corazón del bebé dentro del útero de la mamá y esto sirve para detectar cardiopatías complejas. Si un bebé tiene una cardiopatía compleja, la idea es que no nazca en un lugar donde no haya cirugía cardiovascular. Si yo detecto que hay un bebé con un ventrículo único, puedo mandar a la mamá a que él bebe nazca en un lugar donde hay este tipo cirugías.
-¿Qué sucede en caso de que haya que intervenir a un niño?
-En Tandil no hay cirugía cardiovascular pediátrica, no hay equipo de cirujanos cardiovasculares porque, para hacer una cirugía cardiovascular, en la pediatría, se necesita de un equipo grande. En Tandil no se cuentan con esos equipos, ni con el personal, somos dos cardiólogos infantiles, que podemos hacer diagnósticos tempranos y derivar a los pacientes para el tratamiento que necesiten.
Cardiología infantil
-¿Las patologías de los niños son distintas a las de un adulto?
-Sí, porque la patología cardíaca pediátrica puede ser una patología secundaria a alguna afección, que hay varias. Cuando hablamos de cardiología infantil, focalizamos en las cardiopatías congénitas, malformaciones de la anatomía del corazón. Se diagnostican al nacer. Las cardiopatías de los adultos son consecuencia de una vida o de una enfermedad.
-¿Cómo ha evolucionado la cardiología pediátrica a través de los años?
-Un montón, antes no se hacían estudios cardiológicos. Se ha evolucionado desde el diagnóstico, hasta los tratamientos. Cada año se van descubriendo técnicas nuevas, quirúrgicas, de diagnóstico, que hacen que se evolucione mucho este tema.
Hacer prevención
-¿A partir de qué edad deberíamos hacer un control cardiológico?
-Lo ideal es que, a partir de los seis años, los chicos tengan un control cardiológico, simplemente porque a partir de esa edad, cambia la actividad física de los chicos. Dejan el jardín, empiezan la primaria y tienen actividad, educación física, empiezan algún deporte. Lo ideal es que, con los controles de rutina pediátricos, se haga un control cardiológico como agregado. Porque no son estudios cruentos y prevenís un montón de cosas que se pueden detectar.
-¿En qué consiste?
-Un control clínico y un electrocardiograma. A partir de ahí, tenemos un pantallazo general de cómo está el corazón de ese niño. Después, según lo que uno encuentre, se puede evolucionar y hacer otros estudios como un ecocardiograma. Las ergometrías en los chicos no son tan objetivas porque, en realidad, no hacen bien una ergometría, se cansan, no quieren, dicen otra cosa, no es muy objetiva.
-¿Quiénes deberían impulsar los controles cardíacos pediátricos?
-Clubes, colegios. En la Escuela de Begoña la directora es profesora de educación física y ha tomado como compromiso la evaluación cardiológica a los chicos cuando entran en primer grado. Y es una forma de mejorar la epidemiología de las cardiopatías. A veces hay cardiopatías no se pueden detectar si el pediatra no pone mucha atención, o el nene llora mucho, se mueve mucho, entonces descartás haciendo un control cardiológico. En los clubes recién les están pidiendo cuando tienen 14 ó 15 años y en realidad, los hacen entrenar desde los 6. Si lo pensamos desde el punto de vista legal, también es importante.
-¿Aumentaron las consultas?
-Sí, ocurre siempre que aparece un caso de algún futbolista que tiene una muerte súbita. Cuando aparece en la tele o se difunde masivamente, aparecen muchas más consultas, porque los padres se alarman y quieren averiguar si los chicos tienen algo parecido a lo del Kun Agüero, por ejemplo, o al de cualquier deportista que cayó en la cancha. Si bien hay un montón de cardiopatías que no se pueden detectar y uno hace un control cardiológico y los chicos están bien, hay otro montón que sí se puede detectar. Lo ideal es hacerlo para tratar de que no pasen estas cosas.
En el corazón de la pandemia
-¿Qué cambios implicó la pandemia en la atención cardiológica?
-El coronavirus ha hecho estragos y como consecuencia, ha habido afecciones cardiológicas en los chicos. El cuerpo reacciona en contra del propio corazón y generalmente, se afectan las arterias coronarias. Ha provocado también dilataciones de las cavidades cardíacas.
-Hubo un cambio de vida muy grande…
-Con la pandemia aumentó el encierro, el sedentarismo, y eso afectó secundariamente al corazón, porque lo que pasó fue que, durante esos dos años, los chicos aumentaron de peso, dejaron los hábitos de hacer deporte. Todo eso fue una consecuencia tremenda para los corazones. Ahora tenemos que tratar a chicos que tienen obesidad, sobrepeso, que no hacen deporte. Un corazón entrenado, responde mucho mejor que un corazón sin entrenar. Entonces, a partir de esa base, todos los chicos deberían hacer actividad física, todos.
-¿Cuáles son los hábitos saludables?
-Dieta completa y variada, actividad física y una vida saludable.
El servicio aún no encuentra respuesta
-¿Qué hace falta en Tandil para atender las afecciones cardiacas?
-Un montón de cosas, yo estoy acá en Tandil hace diecisiete años. Antes no había cardiólogos infantiles, los cardiólogos de adultos veían, como podían, a algunos niños con cardiopatías y se derivaban todos. Por suerte, desde que existe la cardiología infantil en Tandil, se pueden detectar o diagnosticar casos de cardiopatías congénitas. En el Hospital estoy yo sola y la técnica, atendemos a todos los niños de la salud pública de Tandil y de la zona, que tienen que hacer una consulta cardiológica.
Ese es el único recurso que nosotros tenemos. Cardiología en el Hospital tiene un electrocardiógrafo y un ecocardiógrafo portátil que lo donó una compañía de seguros. Necesitaríamos un montón de cosas.
-¿Entonces requieren aparatología y personal propio?
-Aparatología nueva, un servicio de cardiología que sea autodidacta e individual, que pueda manejarse como un servicio de cardiología pediátrica, ya que contamos con un hospital pediátrico.
Deberíamos separarnos un poco del Hospital de adultos como para tener entidad propia. Yo hablo desde la cardiología, porque es la que conozco y la que hago yo. Si nosotros tuviéramos entidad propia, podríamos hacer un montón de otras cosas. Ahora dependemos mucho de la cardiología de adultos.
-¿Se elevó un pedido al Municipio sabiendo la necesidad de un servicio de cardiología pediátrica?
-Se presentó un proyecto hace un año a la Dirección de Hospital de Niños, pero aún no tuvimos respuesta.
-¿Qué cantidad de pacientes atienden?
-Aproximadamente tenemos 400 pacientes que se han hecho diagnóstico, se han tratado, algunos no han llegado, otros se trataron, se operaron y siguen en controles. Hay muchísimos pacientes con cardiopatías congénitas en los que se consulta a un cardiólogo pediátrico, porque además de la cardiopatía congénita, hay un montón de consultas de la pediatría que derivan en cardiología. En el Hospital, en cardiología infantil, vemos por mes 800 pacientes aproximadamente, porque atendemos todos los días: los niños con arritmias, los que se desmayan, los que hacen síncopes, los que tienen palpitaciones, los que hacen mucho deporte, deporte competitivo, los que no se operaron, los que se diagnostican, los que se operaron y tienen que controlarse. Hay un montón de pacientes.
-No dan abasto…
-Tenemos un pool de pacientes crónicos, más los que se vienen agregando todos los meses y todos los días, y los que se internan. Hay muchos pacientes, y si agregamos lo privado, la mitad más. Hay mucho paciente cardiológico en Tandil. Es una lástima que se ponga atención cuando aparece un caso resonante como Isi que, por suerte, se pudo operar y trasplantar; pero como Isi hay un montón de pacientes que no tienen una miocardiopatía dilatada y se tienen que operar urgente. Hay muchos pacientes que tienen cardiopatías congénitas, que deberían estar contemplados en la totalidad de los pacientes pediátricos de Tandil.
(*) Esta nota forma parte de la serie de entrevistas realizadas bajo la tutela de la profesora Carolina Cordi por diferentes alumnos de Práctica Profesional 1, en la carrera de Comunicación Social para el Desarrollo Local del ISFD y T10, cada uno de los cuales eligió a un entrevistado.