Los campings de Tandil vienen teniendo una temporada con mucho movimiento

La temporada de verano en la ciudad se ha visto marcada por un descenso de la ocupación en el sector de hoteles y cabañas respecto de enero 2022, la falta de espejos de agua públicos, la finalización del programa Previaje, y la delicada situación económica del país son algunas de las razones de esta merma.

Pero hay un tipo de alojamiento, que por sus características parece perdurar en el tiempo, y no ser tan sensible a factores sociales como los nombrados anteriormente. Se trata del camping, una alternativa para los amantes de los entornos naturales, que encuentran una opción económica y de disfrute, sin la necesidad de hacer largas distancias para encontrarlos.

En ese sentido, Tandil posee la atmosfera ideal para ello, ya que es una localidad tranquila, alejada del ritmo citadino, y los campings locales suelen estar en zonas alejadas del centro, por lo que es solo cuestión de abrir el cierre de la carpa para poder observar el hermoso paisaje serrano. 

El Eco de Tandil recorrió algunos de estos hospedajes, para conocer las distintas propuestas que se pueden elegir, y para que los protagonistas hagan un balance de lo que va de temporada veraniega. 

La opción tradicional

El primero de ellos es el Camping del Club Banco Nación, una opción tradicional, con parcelas con parrilla, tomas de corriente y un juego de sillas y mesas,  y un predio de 6 hectáreas que cuenta con dos piletas grandes, dos canchas de futbol, cancha de tenis, de mini futbol, y un buffet para desayunar, almorzar o cenar.

Allí la temporada viene siendo muy buena, con un flujo de gente que aumenta considerablemente los fines de semana y disminuye durante el resto de los días. Silvia Vicente, administrativa del lugar desde hace doce años, comentó que los turistas con más presencia provienen del Gran Buenos Aires, Capital Federal y Mar del Plata,  aunque una gran parte del público lo completan los tandilenses.

“Viene mucha gente de Tandil a acampar acá, los que no pueden viajar, se traen su carpa, y capaz que se pasan cuatro cinco días, y están desconectados del ruido de la ciudad, y estas en otro mundo, rodeado de un paisaje bellísimo” manifestó.

También, trazando el perfil del vacacionista de camping, explicó que la gran mayoría de los que provienen de otras ciudades, disfrutan mucho del predio y no suelen salir con frecuencia para visitar la ciudad. “Cuando viene gente de capital, a veces pasan 4 o 5 días que están acá adentro y cuando le preguntas si recorrieron algo te dicen que no, que se quedaron disfrutando de este espacio” aseguró. 

A su vez, agregó que la ubicación del lugar, como suele pasar con el resto de los predios, colabora con una vista a la que los habitantes de las grandes ciudades no están acostumbrados. “Hay un sector, que da a lo que es Sierra del Tigre, que es un sector más alto, pero tiene toda esa vista, incluido el cristo de la sierra también, y salen de la carpa, ven eso, y se quedan asombrados”.

Incluso algunos vienen a Tandil para ya no volverse a ir. “Hay mucha gente que viene acampar, se queda un tiempo, y le gusta tanto el lugar que se quedan a vivir acá en Tandil. Hace diez días que tenemos una familia de Rio Grande, vinieron en casilla, y se vienen a vivir a la ciudad, así que mientras consiguen una vivienda se están quedando acá en el camping” contó Vicente.

Versión Agreste

Hay también opciones para quienes eligen un descanso aún más natural, una de ellas es el “Tandil Auto Club”, que se denomina como camping agreste. Una alternativa económica, con fogones y baños,  y con un espacio libre, sin parcelas, donde la elección del lugar queda en manos del turista. A pesar de no tener los servicios que puede ofrecer un predio tradicional, las tarifas son mucho más accesibles, y muchas familias eligen este tipo de alojamiento.