“Los adultos mayores se mueren de tristeza”, el duro comunicado de Agyart
Desde la Asociación de Geriatricos y Afines Regional Tandil compartieron un comunicado en el que expresaron la situación por la que atraviesan las diferentes residencias para adultos mayores, como así también en el que se encuentran las personas que allí viven.
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Según sostuvieron, se está haciendo mal sosteniendo la medida del distanciamiento social obligatorio e impidiendo a los residentes ver a sus familiares y allegados.
“Lo único que se hace con este tipo de burocracia es lastimar sus corazones cada vez más, desgarrándose cada día por esa falta de felicidad del entorno mas íntimo familiar que tanto necesitan. Aun encontrándose en lugares de contención y asistencia permanente, no tienen ese calor familiar”, manifestaron.
Por ello, y tal como expusieron y reclamaron en reiteradas oportunidades, clamaron por el hecho de que se permitan nuevamente las visitas.
El comunicado
“Queremos hacer oír este pequeño mensaje para transmitir a la sociedad y a las autoridades nacionales, provinciales y municipales lo que creemos que están haciendo mal sosteniendo firmemente la ideología del “distanciamiento social obligatorio”, pensando que con esa medida los están cuidando pero sin darles la oportunidad de que sus familias puedan verlos, encontrándose con su mirada vacía, con una caricia intangible y hasta un pequeño abrazo imaginario lleno de amor incondicional, aun sabiendo que aislados de ese amor se contagian igual.
Si bien somos conscientes de esta pandemia interminable, de respetar todo tipo de ley, decreto y ordenanza municipal, percibimos que en realidad lo único que se hace con ese tipo de burocracia es lastimar sus corazones cada vez más, desgarrándose cada día por esa falta de felicidad del entorno más íntimo que tanto necesitan. Aun encontrándose en lugares de contención y asistencia permanente, no tienen ese calor familiar.
Lo que no tiene sentido alguno es cómo seguimos permitiendo dejar de lado la compañía para que la soledad se acerque y termine involucrando la tristeza en su mirar, logrando que el corazón de nuestro familiar, pierda tamaño, velocidad, pero nunca las ganas de amar.
El amor ingresa en la carta para dejar en claro su sello o su marca, aquella marca que se iguala a la del reloj cuando diga ‘basta’, entonces en ese momento puede que con lagrimas en los ojos por la abundante tristeza en el pecho, corazón y alma nos demos cuenta que el corazón de a poco se desangra dejando en claro que el pasado es una cicatriz que nunca sana o qué el tiempo no cura nada.
En el momento donde tenemos la desgracia de poder vivir, nos encontramos en una situación límite en la que no sabemos cómo reaccionar frente a cómo vivimos en la actualidad, lo que desgraciadamente es una verdad es que el amor por nuestro ser querido pierde tamaño e ingresa en estado de shock o convulsiona y el parte médico nos dice que es un amor en estado de coma y el diagnóstico es reservado… Las vacunas tal vez traigan alivio y ablanden corazones con la segunda dosis que están realizando en estos momentos en las residencias de larga estadía. Esperemos que sí y salgamos del coma farmacológico de este corazón dañado…
SÍ a las visitas cuidadas con protocolo y responsabilidad”.