Los 160 colectiveros de la ciudad se capacitaron en género y diversidad sexual en noviembre

En el mes de noviembre, 160 choferes de colectivos de Tandil se capacitaron en el marco de la Ley “Micaela Participativa”, la iniciativa del Municipio para extender al ámbito privado los alcances de la legislación nacional que prevé la formación en materia de género y diversidad sexual para las personas que se desempeñan en la función pública.

Durante los dos encuentros que se llevaron a cabo en la sede local de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), los asistentes recibieron una capacitación en la que se abordaron –primero- nociones básicas de conceptos clave como género y diversidad sexual y, posteriormente, se abrió un espacio de diálogo y debate entre los capacitadores y el público.

La iniciativa es organizada por la Dirección de SUMO de la Secretaría de Gobierno, la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat en conjunto con la Cámara de Transporte. 

El curso, a cargo de Andrea Rossetti y Jonathan Etcheverry, se dio en el marco del cumplimiento de lo establecido en el pliego de licitación de transporte público del partido de Tandil. 

Los encuentros se realizaron los días miércoles de noviembre y estuvieron estipulados conforme a las jornadas laborales de los trabajadores, que optaron por el horario de 9 a 11 o el de 15 a 17.

La directora de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Municipio, Matilde Vide, destacó que, si bien los asistentes debieron realizar el curso de manera obligatoria, se dio finalmente un intercambio de pareceres que resultó nutritivo para todos los participantes. 

“Creo que asistieron más que nada por una cuestión obligatoria pero me parece que con las capacitaciones se terminó generando un lindo ida y vuelta, un intercambio que sirvió a las dos partes”, dijo Vide a El Eco de Tandil.

Andrea Rosetti coincidió en que “como en todos los espacios, empezamos con resistencias que tienen que ver con la carga que acompaña a las cuestiones vinculadas a género y diversidad, esas grietas que nos separan a nivel social, pero después fuimos avanzando y charlando; se sobrepasaron esas resistencias y terminó siendo muy interesante”. 

Los contenidos

En las capacitaciones dirigidas específicamente a choferes de unidades de transporte público se habló, entre otras cuestiones, sobre cómo proceder ante una situación de violencia de género detectada arriba del colectivo y cómo abordar la cuestión de la identidad de género autopercibida de los pasajeros. 

En este punto, Rosetti explicó a este Diario que “hicimos una revisión de los conceptos de género y de sexo y de cómo esas dos variables inciden en los roles, la conductas y los espacios que habitamos. También de cómo estos estereotipos se juega en la comunidad”.

“Y lo hicimos mediante estadísticas y cuadros, como para salirnos de la idea de que la desigualdad y la violencia son solo una creencia, algo que está muy instalado en la sociedad”, amplió. 

“Esto es información objetiva y económica”, reforzó la capacitadora del programa y comunicadora social. 

Al mismo tiempo dijo que, los contenidos, “son herramientas que sirven para conducir un colectivo pero también para manejarse en la vía pública, para vivir en familia y habitar en todos los espacios en los que se desarrollan actividades”.

En ese sentido contó que, en el momento del diálogo, “surgieron no solamente observaciones acerca de casos de violencia explícita sino de toda índole”, ya que “la vida misma pasa por arriba de un colectivo” y señaló que “observamos que ya hay un atravesamiento familiar y muchos choferes conocen del tema porque tienen hijos o hijas adolescentes y las cuestiones de género se cuelan en la mesa familiar”.

“La conclusión final fue que en Tandil los choferes se involucran en estas situaciones pero lo hacen a título personal, entonces ahí hay un campo interesante para seguir trabajando”, aseguró Rosetti y consideró que “estaría bueno llegar a consensos o protocolos que indiquen que todos los choferes tienen que actuar de tal o cual manera y que eso tenga un acompañamiento institucional”. 

“También ellos mismos sugirieron que estaría bueno tener más información, en las unidades, acerca de cuáles son las líneas telefónicas para solicitar ayuda y cuáles son las ventanillas a las que hay que dirigirse”, indicó.

Se capacitaron 350 personas

La Ley 27.499 –denominada “Ley Micaela” en honor a Micaela García, una joven entrerriana que fue víctima de femicidio en 2017- fue sancionada por el Congreso de la Nación en diciembre de 2018 y entró en vigencia unos días después. 

La norma establece la capacitación obligatoria en materia de género, violencia de género y diversidad sexual para todas las personas que se desempeñan en la función pública en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación, aunque posteriormente la legislación fue replicada y ampliada para los niveles provincial y municipal.

De acuerdo a datos oficiales, en la ciudad el 60% de las personas que utilizan el transporte público son mujeres y el 100% de los choferes son hombres.

“Micaela Participativa” convierte a Tandil en una precursora en materia de concientización sobre conceptos básicos de género y diversidad sexual, buenas prácticas y protocolos de actuación frente a casos de violencia de género. 

En lo que va del año, ya son 350 las personas integrantes de 16 instituciones –entre organizaciones culturales, políticas, Cámara del Transporte, centros de formación y empresas- que fueron capacitadas en el marco de la Ley “Micaela Participativa”.

Hoy a las 19, en el Teatro de la Confraternidad (4 de Abril 1371), se llevará a cabo la entrega de los certificados a todos los participantes de los ciclos 2023.

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