“Llama la atención el crecimiento de mujeres que venden droga en Tandil”, dijo el fiscal Molinero
Lo aseguró el ayudante fiscal de la UFI 22, Temática de Estupefacientes, doctor Fabio Molinero, quien además respaldó lo mencionado por el defensor Diego Araujo, sobre el consumo de crack en Tandil. Críticas a la Justicia y al Ejecutivo local por la falta de accionar concreto sobre el tema.
La discusión por el flagelo de la droga en Tandil volvió a tomar impulso luego de que el defensor oficial, Diego Araujo, señalará en el programa multiplataforma “Cuarto Intermedio” que hubo un aumento del consumo de crack en Tandil. Ahora, el ayudante fiscal de la Unidad Fiscal de Investigación 22, Temática de Estupefacientes, doctor Fabio Molinero, respaldó los dichos de Araujo, cargó contra los jueces de Garantías locales y también contra el Ejecutivo local por falta de políticas concretas.
Recibí las noticias en tu email
En diálogo con El Eco de Tandil, Molinero aseguró que “hace bastante que vengo planteando este tema. Diría que hace dos años, cuando se dio toda una discusión sobre el paco en Tandil, que ahí ya se estaba visualizando el consumo de este tipo de drogas”.
Preocupación en la Defensoría Oficial por el aumento del consumo de crack en Tandil
“Cuando se discute esto se hace de manera muy superficial porque habla gente que no tiene ni idea del tema”, analizó Molinero y resaltó que “nosotros veníamos notando desde esa época que cuando se hacían procedimientos, encontrábamos en los bolsillos de los aprehendidos cucharas y preguntábamos para qué eran, ahí fuimos conociendo más”.
La preocupación de Molinero también pasa por “el crecimiento de mujeres que están vendiendo drogas en Tandil”. Según explicó “son mujeres que tienen chicos que son menores, en su mayoría de sectores vulnerables y que saben que por su condición, podrían tener una sanción penal con domiciliaria, entonces siguen vendiendo”.
El crack es una droga que se crea a partir de la combinación de clorhidrato de cocaína y bicarbonato sódico. Al contrario que la cocaína, se consume fumándose en pequeños tubos de vidrio y tiene un efecto inmediato, pues empieza a actuar en aproximadamente 10 segundos, según señalan diferentes artículos sobre el tema. El término “crack” es una onomatopeya que sugiere el ruido que hacen las piedras de esta droga al calentarse por la evaporación de la cocaína en base que contienen, al liberarse de la mezcla con el bicarbonato de sodio.
Criterios
“Siempre se ataca al más vulnerable. Tenemos que cambiar eso. Hoy el Gobierno nacional está atacando a las grandes bandas y nosotros al narcomenudeo. En el medio de esa brecha, hay un sector que no incluimos. Pero cuando en Tandil queremos llegar al tipo que vende la droga, los jueces no te dejan porque dicen que no son competentes”, dijo Molinero.
El ayudante de fiscal aseguró que “estamos llenando la cárcel de gente vulnerable. El sistema policial cerca al más fácil de agarrar y el Poder Judicial avala eso. Yo no estoy de acuerdo. Acá en Tandil se tiene un criterio muy raro en el tema. Hasta diría que hay una mala praxis judicial. Básicamente me refiero al trabajo que se hace desde el Juzgado de Garantías. Porque yo veo que en Rauch y Juárez, dos localidades que están a 80 kilómetros de distancia, en las que también trabajo, tienen criterios diferentes”.
“Vamos a poner un ejemplo no muy lejano, cuando dimos con una organización referida a la venta de droga. Se hicieron diez allanamientos. Pero no en todos los lugares encontramos drogas. Pero sí elementos que conectaban con la banda. Bueno, acá los criterios son ortodoxos y señalan que si no tienen droga, no forman parte de la misma. Eso no puede ser así”, opinó.
Molinero, además, puntualizó que “hay una fuerte vinculación del delito con el consumo de drogas. Para consumir hay que tener dinero. Y muchas veces se sale a robar para conseguir ese dinero”.
El rol del Estado
“La Policía a nivel Drogas en Tandil no tiene recursos. Para que se den una idea, ni siquiera tienen un auto”, detalló.
Por otro lado, dijo que “en lo que es materia de prevención, luego de que alerté toda esta problemática, se habló de generar charlas, que al final terminé haciendo por mi parte, pero esto no es así” y también resaltó que “además, en Tandil nadie se hace un tratamiento por drogas”.
“Sinceramente no hemos tenido la colaboración del Estado municipal para atacar la problemática de las drogas”, reconoció Molinero y detalló que “hace unos meses me junté con Julio Elichiribehety, que me dijo que le preocupa el tema, y a partir de ahí me puse en contacto directo con Rubén Diéguez, que es el único que le pone pilas al tema, y con Alejandra Marcieri”.
Molinero cargó, por su parte, contra la figura del secretario de Protección Ciudadana, Atilio Della Maggiora, con el cual también había sido contactado por Elichiribehety para trabajar sobre la problemática. “No puede hablar de nada, está pintado al óleo, es un cuadro de Picasso, hay que dejar los egos de lado y trabajar en serio. Con los recursos que tiene la secretaría se podrían hacer muchas cosas”.
Las palabras de Araujo
Como se señaló previamente, durante la última emisión de “Cuarto Intermedio”, el programa multiplataforma de El Eco Multimedios, el defensor oficial Diego Araujo dijo que “Tandil tiene una composición socioeducativa económica y productiva muy particular que la ha distinguido de otras ciudades de forma histórica. Eso siempre la colocó en una posición distinta con relación a otras localidades que por ahí vivieron situaciones de inseguridad con mayor crudeza. Sin perjuicio de ello, decir que Tandil es una ciudad segura es una falta de respeto a los permanentes sectores con víctimas de delito y advierto que los sectores más vulnerables suelen ser los más afectados por los hechos de inseguridad”.
Para el defensor oficial “las encuestas que suelen aparecer sobre la temática no pueden interpretarse de manera absoluta. No alcanzan a reflejar la totalidad de los casos que suceden. Hay parámetros que sí se pueden utilizar. Si uno utiliza los números de causas iniciadas en el Departamento Judicial de Azul, efectivamente vamos a ver que desde el 2015 a la actualidad, hay un ascenso de cantidad de hechos delictivos iniciados en Tandil”.
“Es cierto que en 2017 hubo un pico importante de producción del delito que bajó en el 2018 y ahora, en 2019, advertimos nuevamente un incremento de la actividad de causas iniciadas en Tandil, comparativa con los niveles de 2017. Son números que tienen que ser analizados con cuidado porque son el reflejo de una parte de la realidad. Hay innumerable cantidad de hechos que no se denuncian. Lo que no se puede ignorar es que el delito en Tandil ha sufrido un incremento en términos relativos”, destacó.
Araujo subrayó además que “la sensación de inseguridad está presente en diferentes barrios de la ciudad. Lo que puedo observar a través de las causas que ingresan en la órbita del Poder Judicial es una gran preocupación no sólo por las víctimas del delito sino por los jóvenes que cometen hechos ilícitos y que están atravesados por un flagelo que no ha encontrado un cauce adecuado de tratamiento como lo es la drogadicción, con un consumo que en los últimos tiempos en la ciudad de Tandil se ha ido volcando hacia lo que es el crack, con un efecto devastador sobre los jóvenes”.