Reclamo vecinal
Le robaron la moto, la policía la recuperó en un allanamiento, y llevan un mes sin devolvérsela
A los quince días de ocurrido el hecho la llamaron desde fiscalía para notificarle que habían encontrado su vehículo y que ya podía retirarlo, se acercó a la comisaria donde estaba alojada y le dijeron que no podían entregársela. Hoy, luego de un mes de haber sido notificada, continúa esperando que se la devuelvan.
El pasado 19 de mayo, al menos tres delincuentes ingresaron sin ser advertidos en el domicilio de Pamela Cora, ubicado en el barrio La Movediza, y sustrajeron una motocicleta luego de destrabarle la rueda con un rastrillo. Dos días más tarde, se acercaron a radicar la denuncia en la comisaria Segunda, llevando toda la información sobre el vehículo y lo poco que pudieron observar del hurto en cuestión, para que los efectivos realizaran la investigación correspondiente.
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El 5 de junio su marido recibió una llamada desde la fiscalía, notificándole que en un allanamiento concretado a dos cuadras de su casa, se había encontrado el vehículo denunciado, el cual se encontraba al resguardo de la Seccional Segunda, listo para retirar. A partir de allí, comenzaron una serie de incidencias y relatos diferidos entre la institución policial y la UFI, que fueron retardando todo el proceso. Actualmente, Cora no sabe dónde está su vehículo, ni cuándo podrá recuperarlo definitivamente.
Idas y vueltas, tramites y falta de respuestas
En comunicación con El Eco de Tandil, la vecina contó que cuando se acercaron con su pareja a la dependencia, le explicaron que el oficial encargado de entregarles la moto no se encontraba y que debían volver al otro día para hacer efectiva la devolución.
“Mi marido pidió permiso en el trabajo para poder ir, la fuimos a buscar, y nos dijeron que al final no estaba ahí, que fuéramos a fiscalía a preguntar”, señaló, y a partir de allí, todo fueron obstáculos y respuestas escasas.
Sin perder la paciencia, fueron a la UFI 3, donde supuestamente estaba erradicada la denuncia, y la respuesta que obtuvieron fue que desde allí no los habían llamado en ningún momento. “Nosotros estábamos seguros y de hecho llamamos a ese número y nos atendió la contestadora de la fiscalía, así que efectivamente no nos habíamos equivocado”, afirmó la damnificada.
Le trasmitieron esto al personal de atención de la unidad, quien les manifestó que el juez que estaba a cargo de la investigación de la causa no estaba al tanto de que haya aparecido. Se comprometieron a averiguar con mayor certeza y les pidieron que vuelvan a llamar en unas horas.
“Hicimos eso, y nos explicaron que sí nos habían llamado, que la moto estaba en la comisaria, pero la denuncia está hecha en la UFI 3, y la llamada fue desde la UFI 8, por lo que ellos hasta ese momento no estaban al tanto, así que había que esperar los tramites y en tres días me iban a llamar de la comisaria para entregarme la moto, porque había que aguardar la autorización de fiscalía”, relató Cora.
Ya de por sí estas desprolijidades les resultaron extrañas, sobre todo porque no supieron explicarles por qué se llamó desde una fiscalía que no tiene relación con la investigación, pero decidieron confiar en la palabra de los trabajadores del Ministerio Público, y aguardar la llamada prometida.
Pasaron tres semanas y la comunicación nunca llegó, por lo que la madre de la mujer se acercó nuevamente al edificio el pasado jueves, para exigir que se la entreguen de una vez por todas, a lo que le respondieron que justo ese mismo día planeaban llamar a su hija desde la seccional para que pase a buscarla.
Sin embargo, a una semana de ese último episodio, aún no se han comunicado, y Cora ya no sabe a quién recurrir. Para colmo ni siquiera tienen idea si el ciclomotor se encuentra efectivamente en la dependencia, o si nadie sabe dónde está y lo único que están haciendo es ganar tiempo hasta encontrarla.
“Todavía no me llamaron, es decir que hace un mes que apareció la moto y me dijeron que en tres días me la daban, y todavía sigo esperando. Es una tomada de pelo, y desde fiscalía sinceramente es como que se enojan cuando vas a preguntar, el trato es malísimo, cuando en realidad los que están en falta son ellos”, expresó.
Por otro lado, narró que también les consultó por los avances de la causa, “si habían identificado a alguien o qué datos tenían, y nos dijeron que el primer paso era retirar la moto y que después habláramos con el juez de eso, el problema es que todavía estamos esperando que llamen”.
Pasan los días y la familia necesita del transporte, mientras tanto, los trámites burocráticos, o alguna situación que no quieren manifestar ni desde la policía ni la fiscalía, tienen truncada la devolución, y completamente desinformada a la víctima del hurto.