Le robaron el auto y la policía lo encontró a las pocas horas, abandonado y prendido fuego

El pasado domingo por la noche, madrugada del lunes, delincuentes robaron el auto de la puerta de la casa de Giselle, una vecina de la calle Jujuy, entre Cabral y Lisandro de la Torre. El hecho ocurrió entre las 2.50 y 3.25 de la mañana, según indican los registros de la cámara de seguridad de otro de los frentistas de la cuadra, en los que lamentablemente no se observan con claridad los rostros de los autores.

En comunicación con El Eco de Tandil, la damnificada relató que, al igual que su pareja, se dieron cuenta de lo sucedido cuando se levantaron a eso de la 6 de la mañana para ir a trabajar. 

“Mi marido es monotributista, laburante como yo, el auto era modelo 95, tampoco es que es un vehículo de alta gama, se nota que es de alguien de clase media”, explicó.

Tras enterarse del lamentable episodio, llamaron a la comisaria Primera, y les dijeron que por la zona le correspondía a la Seccional Segunda tomar la denuncia. Fueron al destacamento, expresaron lo sucedido,  y cerca de las 11 los efectivos comenzaron con el recorrido para dar con el auto, a su vez analizaron las cámaras de monitoreo de la ciudad para intentar localizarlo, y lo detectan circulando junto a otro automóvil, que al parecer también había sido robado.

“A la media hora lo encuentran en el Paseo de los Pioneros, totalmente quemado y destruido, todavía lo tienen ahí porque están haciendo las pericias, y estamos esperando que el seguro nos diga cómo y dónde trasladarlo con la grúa”, expresó Giselle, quien no quiso exponer su apellido debido a otro suceso que le tocó vivir esa triste mañana de lunes. 

Resulta que antes de que el vehículo aparezca calcinado, habían realizado una publicación en la red social Facebook para pedirle a sus seguidores y allegados cualquier información que puedan tener sobre el mismo,  por lo que dejaron a su vez un teléfono para comunicarse. 

“En el transcurso de la mañana nos llama una persona a ese celular, que por su acento parecía de nacionalidad paraguaya, diciéndonos que el auto lo tenía el en un desarmadero donde compra autos robados y que quería que le demos plata, 150 mil pesos y nos lo devolvía”, contó. 

Para la mala suerte del oportunista, la victima ya había sido notificada de la aparición, y confirmado que efectivamente era su automóvil porque se pudo ver el número de chasis,  por lo que al preguntarle quién era y no obtener respuesta, cortó rápidamente el llamado.

“El grado de oportunismo que tienen es increíble, por eso lo mencionamos en la comisaria, sinceramente nos dio miedo, saben dónde vivimos, nos roban el auto y nos llaman por teléfono para pedirnos plata, la verdad que es tremendo, estamos muy preocupados”, señaló.

Por otro lado, celebró el accionar de la policía, que a pocas horas del robo ya había dado con el auto, corroborado la poca información que quedó a la vista tras el deplorable estado en el que se encontraba, he iniciadas las pericias del caso. 

Desprotegidos y con miedo

A su vez, la vecina aseguró que en el barrio la inseguridad es moneda corriente desde que se mudó hace tres años.  “Ya nos habían abierto el auto y nos robaron algunas pertenencias, entre ellas herramientas de trabajo de mi marido. Me robaron dos veces a mí, a mis vecinos, abren las puertas de los coches a la fuerza y se llevan baterías, gomas, herramientas, todo. En las dos manzanas han robado infinidad de veces”, manifestó.

Asegura que se observa muy poca vigilancia policial, y que en últimos meses se ha expandido el hurto de cables. “En uno de ellos sucedió lo de la persona que le disparo al chico que estaba robando, que fue a la vuelta de mi casa. Estuvimos varias semanas sin servicio por este tema”, refirió.

Por último, insistió en hacer visible que esto sucede y la barriada se siente sumamente desprotegida. “Últimamente las victimas somos los laburantes, no tenemos resguardo de nada, salimos con miedo a la noche, dejamos los celulares, no quiero ni salir a pasear al perro por que no sabes si te van a robar en el trayecto”, concluyó.