Las panaderías de Tandil en crisis por las bajas ventas y un futuro incierto
El análisis lo realizó el presidente del Centro de Panaderos de Tandil, Víctor Barsola, que sostuvo que la "actividad está parada, casi no hay consumo". Señaló que, contrariamente a meses atrás, ahora se venden más facturas y menos pan.
La actividad de las panderías en Tandil está atravesada por una fuerte crisis producto de la situación generada por la pandemia del coronavirus Covid-19. Son muchas las explicaciones de la baja de venta del sector, pero principalmente se centra en la merma en la actividad económica generalizada que repercute de lleno en las panaderías.
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En diálogo con El Eco Multimedios, Víctor Barsola, presidente del Centro de Panaderos de Tandil, señaló que “la actividad está muy parada, casi no se trabaja. Tenemos un 65 por ciento que está parada. No hay caso. Por más que abramos a las 6, a las 7 y cerremos a las 20, no hay consumo”.
El último reclamo del sector al gobierno comunal había sido la posibilidad de abrir antes, ya que consideraban que para el rubro abrir las puertas a las 8 era muy tarde. Finalmente, esta semana, se amplió el horario y desde las 7 ya pueden atender al público.
“No hay consumo porque la gente no tiene trabajo. Eso de abrir temprano es lo mismo porque a las 7 de la mañana no hay nadie. Nosotros abrimos después de las 8 y cerramos a las 18.30 porque no anda nadie”, detalló Barsola.
El referente del sector sostuvo que “lo que menos vendemos es pan, en vez de facturas que ahora sí se está consumiendo. Nosotros dependemos más del pan, pero no, no hay caso”.
Buscarle la vuelta
Frente al contexto de crisis, Barsola afirmó que le están “buscando la vuelta al tema. La mayoría tratamos de hacer empanadas o pizzas y de algo de comida para poder subsistir, pero la verdad no sabemos cómo disfrazarnos. La mayoría de las panaderías de Tandil están en la misma situación”.
“Algunas panaderías pudieron acceder a los ATP y otros no. En tanto otras tuvieron que despedir gente. La gente tiene poco trabajo y lo que poco que hay lo cuida. El kilo de pan lo deberíamos tener a 130 pesos y lo tenemos a 100 pesos y no lo podemos aumentar porque directamente deberíamos cerrar”, aseguró.
Si bien dijo que “hay que buscarle la vuelta, como todo”, también subrayó que “tengo mucho miedo por lo que pueda venir con la pandemia mirando lo que sucede en otras partes del país”.
Insumos
A principios de julio la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) informó que la harina tuvo un aumento entre 3 por ciento y 5 por ciento, lo que podría impactar en el precio de los productos.
Jorge Vitantonio, referente nacional del sector de panaderos, analizó que “parte de los molinos pagan más caro el trigo y van aumentando. Nos salva que no suben las tarifas y nos podemos ir manteniendo”.
FAIPA transmitió su preocupación al Gobierno por los aumentos que están “padeciendo los insumos básicos de nuestra industria”. Desde la entidad además denunciaron que “las empresas que suministran estos insumos por ejemplo subieron la harina de 50 kilos de 1.100 a 1.400 pesos desde enero”.
“Por lo tanto no sólo estamos expuestos a su antojo, en cuanto a los precios, sino también a su unilateral decisión de a quién entregan, cómo, cuándo y de qué manera…”, se explayó la cámara que agrupa a las panaderías de la Argentina.
En enero último y a tan sólo un día de que las panaderías anunciaran el congelamiento del pan por seis meses en varias provincias del país, la principal entidad del sector salió a denunciar que los molinos habían subido la harina un 10 por ciento promedio.