Las mujeres trabajadoras se nuclearon en Ronicevi
Como todos los años, ayer la cooperativa Ronicevi fue el punto de encuentro para la asamblea de mujeres trabajadoras, donde se reunieron las integrantes de las unidades productivas de todos los barrios de Tandil.
Recibí las noticias en tu email
“Como trabajamos todo el año en unidades productivas y organizadas, aprovechamos esta jornada para revisar cuál ha sido el trabajo, cómo hemos ido avanzando y qué nos falta por construir y resolver en cada espacio”, detalló Laura Sueldo del Frente de Mujeres del Movimiento Evita de Tandil.
Así fue que el principal objetivo al que llegaron ayer fue trabajar sobre el cooperativismo, el compañerismo y derribar algunas barreras que todavía quedan en pie en cuanto al trabajo en equipo y problemas comunicacionales.
“Fue una jornada más que satisfactoria porque es el momento del año en que nos podemos reunir solamente las compañeras y podemos hablar de lo que nos pasa como mujeres trabajadoras dentro de la economía popular”, indicó.
Desde las 10, distintas plazas y espacios de la ciudad han sido punto de encuentro donde las mujeres se unieron en asamblea para conmemorar e intercambiar ideas sobre cuestiones fundamentales para la igualdad y el pluralismo.
Las reuniones se sucedieron en simultáneo en las plazas Independencia, Eva Perón, de los Troncos, La Movediza, Maggiori, Las Tunitas, del Don, 25 de Mayo, del Tanque y Santamarina. Además, se replicaron en el complejo Limache y en la cooperativa Ronicevi, donde empezaron a las 9.
Entre la diversidad de temas que se abordaron, dialogaron sobre salud sexual, violencia de género y sobre todo lo referido a la mujer en el ámbito laboral, los acosos y abusos ejercidos sobre ellas, incluso desde jefas del mismo género. Asimismo, la falta de espacio y lugar que resta aún conseguir.
Por otro lado, las más jóvenes también hicieron hincapié en la importancia de la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. Las adolescentes mencionaron cómo todavía hay personas a las que les da pudor hablar de menstruación o si tienen que prestar una toallita femenina lo hacen como si estuvieran haciendo algo prohibido, con mucha más vergüenza o asombro si alguien se refiere a las copas menstruales. En este sentido, revelaron casos donde las mismas maestras con sus actitudes profesaban estas conductas poco naturales.
Asimismo, a lo largo de toda la tarde se realizó una serie de actividades culturales en la plaza del centro, que incluyó muestras de ilustraciones, dibujos y fotos, un taller de geografías denominado “Mi cuerpo, mi territorio”, y se dispuso de un espacio consignado “A la revolución la hacemos bailando”, donde hubo taller de zumba y muestras de danzas. Además, previo a la marcha se brindó una charla sobre cannabis y se presentó una intervención de teatristas.