Las madres de los chicos de la bicicleteria solidaria se sumaron al proyecto
Dos años después de que comenzó la idea de Sergio Nuñez de generar un ámbito de trabajo para chicos en situación de vulnerabilidad social, nuevas aristas generan un crecimiento en el objetivo originario.
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Hace dos años se conocía la historia de Sergio Nuñez, un padre que fue a buscar a los agresores de su hijo y que les propuso generar un proyecto que los saque de la situación de vulnerabilidad que estaban viviendo. Así nació la bicicleteria solidaria de Villa Italia, donde chicos que en ese momento deambulaban por la calle , algunos de ellos con varias causas judiciales, pudieron realizar una práctica profesional que les serviría para dar un sentido diferente al día a día que vivían.
Nuñez estuvo en “10MinutosCon”, la sección de entrevistas por Facebook Live de El Eco de Tandil, recordó los inicios del proyecto, habló sobre la repercusión mediática que han tenido y manifestó su alegría al ver como recientemente las madres de los chicos que están en la bicicletería se sumaron con un proyecto paralelo.
El 14 de mayo de 2016 uno de los cuatro hijos de Núñez sufrió el ataque de varios adolescentes, en Magallanes al 500. El joven que en ese entonces tenía 16 años quedó inconsciente hasta que lo encontró una vecina. Por las heridas, estuvo internado varios días y en ese momento le contó a su padre que los agresores le pegaron porque decían que era de otro barrio. Así fue que además de la vía legal a la cual también recurrió, este vecino volcó su su enojo en una actitud constructiva.
“La Justicia no es solamente lo que se encuentra en el tribunal sino que hay otras forma de entender la Justicia”, señaló Núñez al recordar los inicios del proyecto y detalló que “a todos los chicos que empiezan en el taller le preguntamos cómo se ven cuando tengan 40 años. Una vez que empiezan a soñar nos permite trabajar con proyectos a corto y mediano plazo, porque se puede decirles que para llegar a ser eso que quieren hay que estudiar, hay que dejar los malos hábitos y hay que ser constantes”.
“Ellos tenían pasión por el tema de las bicicletas”, recordó de las primeras charlas con los chicos que luego conformaron el taller. “Ya pasaron cerca de 40 ´pibes, diría que 20 chicos no estaban escolarizados y los pudimos reinsertar en las escuelas; bajó el índice de delitos con participación de menores en la ciudad; muchos de los chicos que están en el taller tenían y tienen aún causas por diferentes hechos cometidos. Hace un tiempo atrás desde la Fiscalía de Menores fueron al taller y preguntaron por ciertos chicos porque hace tiempo no los veían por la Fiscalía. Fue muy positivo, se sumó mucho la sociedad, porque confió en el proyecto y en los chicos, al día de hoy seguimos recibiendo donaciones de bicicletas que era nuestra principal necesidad, yo llegó un momento que no podía ir a buscar las bicicletas porque no tenía lugar para dejarlas”, dijo.
Para Núñez “nosotros alzamos una voz de una solución que se podía hacer, que la salida era a través de la educación, de la cultura del trabajo, de enseñar oficios”.
Trabajo con las madres
La continuidad del proyecto hizo que se sumen las familias, uno de los ejes que consideraban fundamentales cuando iniciaron la bicicletería solidaria pero que no habían podido abordar hasta el momento.
“Hoy estamos trabajando con las familias de éstos chicos, en un proyecto relacionado pero independiente , con las madres, inclusive presentamos un proyecto en el Banco de Alimentos y eso va a un concurso que se llama “Nobleza Obliga””, eso nos hace trabajar con el contexto familiar”, señaló el vecino de Villa Italia.
Nuñez destacó que “ahora estamos en un trabajo fuerte porque podemos incluir a la madres de los chicos , hay muchas instituciones que empezaron a trabajar con nosotros, para no estar tan solos. También tenemos un equipo que nos permitió armar una comisión” y además subrayó que “también el tema de la situación económica no es ajeno a esto, nos hace conseguir recursos para poder generar una merienda para ellos”.
“Es algo que vale la pena porque se pueden ver realmente cambio en los chicos. Yo creo que es nuestra forma de hacer justicia”, concluyó.
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