Las complejidades que afronta la Unicen para volver a la presencialidad
El Comité de Emergencia de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires comunicó días atrás que durante los meses de febrero y marzo esperan poder recuperar las actividades presenciales pendientes del año académico 2020, de acuerdo a los cronogramas presentados por cada una de las facultades.
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Respecto a ello, el rector de la Unicen, Roberto Tassara, señaló que en muchos casos son actividades prácticas que no pueden ser reemplazadas por nada virtual, como trabajos en los hospitales escuelas de veterinaria que sí o sí deben hacerse allí o en laboratorios, o mismo los estudiantes de arte que deben efectuar presentaciones personales.
“Eso está previsto poder recuperarlo. Seguramente vamos a hacer una última revisión de la situación sanitaria con el Comité, pero pareciera que estamos en condiciones de empezar a realizarlo, aplicando estrictamente nuestro protocolo y con los debidos cuidados”, indicó.
Es pertinente indicar que el ingreso de alumnos al Campus implica que también se deberán poner en marcha otras áreas, como el comedor, que no funcionará para que los estudiantes consuman allí sino que preparará viandas. No obstante, se deberá activar un protocolo para todos los empleados. Además, también se habilitarán las residencias -aunque solo para los alumnos que están autorizados para cursar de manera presencial- y la biblioteca “que no va a funcionar como tal pero sí para retirar y entregar libros bajo ciertas pautas establecidas”.
Amén de ello, clamó Tassara que la Universidad tiene otras complejidades teniendo en cuenta que la mayoría de los alumnos son de otras localidades y que es muy difícil asegurarles qué actividades se podrán hacer de manera presencial ya que la pandemia “nos lleva y nos trae” para diferentes lugares.
Por tal razón, tanto los cursos de ingreso como las clases correspondientes al ciclo 2021 se realizarán, por lo menos en un principio, de forma virtual, aunque todo está ya preparado para las aulas híbridas.
“Todo lo que se nos ocurrió que podía ser la logística del retorno, creo que la tenemos bastante cubierta. Entonces no debería ingresar nadie a la universidad que no estuviera habilitado. Por supuesto que alguno se puede ‘colar’ ya que los que se bajan del colectivo no pasan por donde está la casilla que tiene los listados, pero las facultades luego lo detectarían rápidamente”, aseveró.