Las cavas de Cerro Leones, entre la afluencia de público y la presencia policial en otro día de calor
Pese a las prohibiciones, el lugar volvió a ser punto de encuentro para las personas que buscaron refrescarse en una jornada a pleno sol y con temperaturas cercanas a los 30 grados. Esta vez, efectivos policiales montaron guardia en el acceso y recorrieron el predio privado para disuadir a los bañistas que lograron ingresar por distintos puntos.
Ayer, las cavas de Cerro Leones volvieron a convertirse en un punto de encuentro de bañistas que buscaron refrescarse en otra jornada a pleno sol y con temperaturas por encima de los 30 grados, sin importar las restricciones o las medidas judiciales vigentes.
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Promediando la tarde, sobre la avenida Basso Aguirre, el predio anticipaba cierto movimiento. Sin embargo, en el interior, ya no quedaba nadie. En el camino, sólo algunos visitantes en plena retirada, que se habían acercado a la propiedad preparados para pasar el día y disfrutar de un verdadero paraíso natural.
Desde el mediodía, la presencia de efectivos logró disuadir al público que pretendía pasar la tarde y sumergirse en las frías aguas del balneario clandestino.
Apostados con sus motos en el acceso principal, los uniformados realizaron recorridas cada hora para pedir que abandonen el lugar aquellas personas que habían logrado acceder por vías alternativas, entre 15 y 20 personas, estimaron.
Con la caída del sol, el operativo se levantó y cerró otra jornada a la espera de un nuevo día en el predio que desde hace un tiempo se transformó en un centro de atracción para muchas personas.
El acceso
Un portón de hierro, con cadena y candado, y carteles anuncian que se trata de una propiedad privada. A pocos metros, una vía alternativa de ingreso permite el paso a pie o en moto, mientras que los vehículos quedan estacionados afuera, sobre la banquina de la avenida principal de la barriada.
Una vez superada esa parte, el camino se extiende en un recorrido entre árboles y naturaleza, que mezcla estructuras y piezas de metal que fueron utilizadas en otras épocas en las que la cantera se encontraba activa.
Pocos minutos, el recorrido da paso a dos enormes espejos de agua, enmarcados por un paisaje único, que fueron creados a partir de la extracción de piedra.
La basura acumulada refleja la afluencia que suele tener el predio, que no cuenta con bañeros, espacio de enfermería ni ningún otro servicio.
Pese a las distintas acciones que desde hace años siguen su curso, el espejo de agua es un punto de encuentro y recreación durante los días más calurosos, que hacen caso omiso a las restricciones y a los potenciales peligros que presenta el espacio.
Las últimas medidas
A finales de noviembre del año pasado, a raíz de una presentación de la Defensoría del Pueblo de Tandil, la Justicia dispuso medidas preventivas para evitar el ingreso de personas a las cavas de Cerro Leones y así impedir que se produzcan nuevos accidentes fatales, como el sucedido en enero de 2011 cuando murió ahogado un hombre de 32 años.
Las acciones apuntaron a evaluar la posibilidad de contratar personal para que en los horarios críticos, los días de más calor, vigile el predio, para disuadir o impedir el ingreso de personas ajenas; que los destacamentos policiales otorguen prioridad ante requerimientos telefónicos al 101 por alertas de ingresos de terceros extraños al predio; y que se provea la difusión en los medios periodísticos locales con frecuencia regular con fines preventivos y de concientización respecto a la prohibición de acceso a las cavas de Cerro Leones y la peligrosidad de bañarse en dichos espejos de agua, ubicados en el interior de las mismas, lo que conlleva un riesgo de vida.
Cabe recordar que en 2017, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul intimó a la comuna a intervenir en la restricción del ingreso de público a las cavas de Cerro Leones. Los magistrados de la Sala II, María Inés Longobardi, Víctor Mario Peralta Reyes y Jorge Mario Galdós, se expidieron sobre la demanda civil de la familia de Ángel Correa, el hombre de 31 años que muriera ahogado cuando nadaba junto a sus amigos en las cavas.
El trágico hecho ocurrió el 13 de enero de 2011 y además del resarcimiento económico para la viuda y los hijos de la víctima, la resolución reparó en la imperiosa necesidad de evitar nuevos episodios de esta naturaleza, y le otorgó al Ejecutivo municipal una responsabilidad preponderante.
Concretamente, la Cámara le exigió al Municipio que elabore una propuesta o plan de trabajo, indicando las medidas conducentes, razonables y pertinentes para suprimir el peligro de las cavas de Cerro Leones.
Apelación
A comienzos de este año, el Departamento Ejecutivo apeló el fallo del juez Martín Zárate de noviembre de 2020, que exhortaba al Municipio a cumplir con una serie de medidas preventivas para reforzar el control de acceso a las cavas de Cerro Leones, en el marco de una causa que se inició por un hecho fatal ocurrido en 2011.
En la resolución del Juzgado Civil y Comercial 1 se le endilgó a la comuna un rol de vital importancia para evitar el ingreso al sitio, que está prohibido y pertenece a una compañía privada.
“Entendemos que hay exceso en cuanto al mandato conferido a la Municipalidad. Lo que la Cámara dijo inicialmente es que a manera de colaboración y por los recursos técnicos disponibles, el Municipio recomiende acciones a la empresa. Pero con este fallo se desvirtúa en una obligación directa”, había explicado el secretario de Legal y Técnica, Andrés Curcio.