Carnaval 2023
Las 16 agrupaciones participantes hicieron una pasada de despedida en el cierre del “Carnaval Mi Tandil”
Se conformó un “Murgón” constituido por las ocho murgas que estuvieron desfilando en los primeros tres días, y luego hicieron su presentación las agrupaciones de candombe uruguayo, batucada y comparsa. Por último se realizó la tradicional quema del “Momo”, que este año representa un avión fumigador.
Luego de cuatro días a puro ritmo, color y baile, ha llegado el fin de una nueva edición del Carnaval Mi Tandil en la ciudad, el cual tendrá una última parada en María Ignacia (Vela), el próximo sábado 25 de febrero.
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Durante los cuatros días, la Avenida del Encuentro conglomeró a un gran marco de público, en el cual predominaron las familias, con muchos niños que se pasearon por el lugar haciendo uso de la espuma carnavalera, y asombrándose con las exuberantes presentaciones de los grupos, sus particulares disfraces y sus enérgicas danzas.
Anoche, para el último día, las 16 agrupaciones participantes realizaron presentaciones cortas, sin pasar al escenario, a modo de despedida del público que las recibió con ovaciones, gritos y aplausos durante todo el fin de semana. A diferencia del orden establecido en las tres primeras jornadas, donde los distintos formatos se entremezclaron para que la propuesta fuera diversa, en esta oportunidad fueron pasando por turnos.
En el primero de ellos, las ocho murgas que formaron parte del desfile, se unieron conformando un “Murgón” en el que acordaron interpretar al unisonó un mismo estilo. Fueron más de 400 personas en simultáneo, que generaron una postal única, despertando la admiración del ferviente público. Luego fue el turno de los demás formatos, candombe, batucada y comparsa.
A pura energía
Lujan Brito, coordinadora general de las tres ediciones del carnaval, contó en diálogo con El Eco de Tandil, que intercambió opiniones con representantes de las agrupaciones, y le manifestaron su agradecimiento y conformidad con el resultado del evento.
“En líneas generales, los grupos están muy contentos, el recibimiento del público ha sido muy cálido, hemos tenido una gran cantidad de gente que los siguió durante todo el recorrido y en el escenario mismo. Se han sentido muy cómodos, y me han contado que lograron captar la energía que la gente les brinda, por lo que están satisfechos”, aseguró.
A pesar de la incertidumbre que generó durante toda la semana, no sólo para la organización del festival sino también para todos los sectores relacionados al turismo, el clima fue un aliado. “La primera noche nos tocó un poco fresca pero el resto tuvo un clima ideal. La gente vino desde temprano con el mate, se ubicó y esperó a que pasen las agrupaciones. Fue un fin de semana de muchísimo trabajo, asique estamos agotados, pero con mucha alegría”, manifestó Brito.
En cuanto a los puestos de venta de comida y espuma, afirmó que funcionaron muy bien durante todo el fin de semana, tanto los de súper panchos que fueron contratados, como las cantinas del club Ferro que ofrecieron choripanes, bebidas y papas fritas.
Respecto a las latas de espuma, explicó que se realizó una iniciativa para poder reciclar los envases. “La espuma se vendió toda. Para preservar el ambiente y el lugar, y que no queden las latas tiradas, hicimos un sorteo, en el que acercaban y nos dejaban una lata vacía, nosotros les dábamos un número, y eso se sorteó al final de la noche con algunos premios. Todo lo que recolectamos lo enviaremos a Punto Limpio para que sea reciclado. Diseñamos 10 mil números, y tuvimos que generar más porque se nos terminaron, así que la verdad que el comportamiento de la gente que se acercó es destacable”, resaltó.
El mensaje
La noche culminó con la tradicional quema del “Momo”, previamente se leyeron unas palabras escritas por la comisión artística del Carnaval en relación a la temática de este año, las múltiples fumigaciones con agrotóxicos en los campos de la ciudad.
Posteriormente, los artistas participantes se reunieron alrededor de la figura, que representaba justamente un avión fumigador, pilotado por el villano de la icónica serie animada “Los Autos Locos”, y realizaron un último toque, mientras uno de los colaboradores encendió el fuego desde debajo de la estructura, que se fue perdiendo lentamente entre las llamas, acompañada por los últimos retumbes de los bombos y redoblantes.
“El Momo representa lo que queremos que se vaya, que se termine”, finalizó Brito.