La tradicional feria navideña de Conin convocó a gran cantidad de gente con variedad de productos
Se llevó adelante en el centro vasco, al igual que el año pasado situado en Sarmiento al 1000. Hubo 25 puestos que ofrecían una variedad de productos, desde bijouterie, hasta ropa y objetos de cerámica, entre otros. La ONG actualmente asiste a unas 20 familias de la ciudad y durante el encuentro recolectaron alimentos no perecederos.
Tal como ocurre todos los años en esta época, ayer y el sábado se realizó la feria navideña de la ONG Conin en el centro vasco situado en Sarmiento al 1000. Durante ambas jornadas tuvieron gran cantidad de visitantes que aprovecharon la oportunidad para comprar algunos regalos para las Fiestas que se avecinan.
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Victoria Quillehauquy, de Conin, recordó que si bien es el segundo año que hacen la feria en el centro vasco, el encuentro se viene concretando hace aproximadamente 10 años.
“Ya es una feria tradicional, así que la gente sabe que está y se está vendiendo muy bien”, resaltó.
Por su lado, Claudia Méndez, también de Conin, explicó que “hoy en día con la facilidad de las redes sociales la verdad que la difusión se puede hacer más fácil, y los mismos feriantes colaboran con sus emprendimientos, con sus contactos así que en general ha habido muy buena respuesta. Sumado a que hay muy lindas cosas, año a año para nosotros es una alegría ver que hay productos novedosos, lindos, de buen gusto”.
Este año, al igual que el anterior hubo 25 puestos ya que dada la capacidad que tiene el centro vasco, es la máxima cantidad de stands que puede haber.
Para todos los gustos
“Las dos primeras semanas que empezamos con la difusión el 80 por ciento de los puestos estaban cubiertos, así que si tuviéramos más lugar tendríamos más stands pero es el espacio que nos permite el centro vasco en ambas plantas” indicó Victoria Quillehauquy.
La oferta de productos fue variada: lámparas de sal, productos de cerámica, marroquinería, artículos de tela, velas, bijouterie muy variada de distintas características, macramé, ropa india, ropa de adultos y de niños, plantas, para todos los gustos.
En cuanto a los puesteros, eran todos de Tandil, a excepción de una de Necochea, que participó también los años anteriores.
“No se cobra entrada y como colaboración el que quiere y puede traer un alimento no perecedero para Conin. Tenemos un canasto grande abajo ayer (por el sábado) lo llevamos lleno de cosas y ahora de a poquito se está volviendo a llenar”, sostuvo.
Asimismo, hubo rifas para sorteos con productos donados por los feriantes o de otros lugares.
El pleno crecimiento
Victoria Quillehauquy resaltó que “Conin cada día crece más, ya hace un año que estamos en Darragueira y Vistalli, en el edificio nuevo, que quedó bárbaro, pero eso nos implica un gasto grande de mantenimiento que lo llevamos adelante con eventos como éste que hacemos durante todo el año y con el aporte de socios y padrinos, que es fundamental porque es lo que nos permite seguir adelante, planificar y cada día tener la posibilidad de recibir más familias, lo cual se nos limita si no tenemos los ingresos suficientes”.
En este momento están asistiendo alrededor de 20 familias.
Claudia Méndez explicó que el número de familias que asisten es variable porque así como ingresan se van dando de alta.
“A principio de año hubo un aumento bastante importante pero ahora bajó un poco el número, pero se va manejando de acuerdo a las circunstancias, y el hecho de dar una buena atención a las familias implica que tenemos que contar con los profesionales adecuados, y justamente lo que tratamos es que la remuneración de estos profesionales sea acorde al trabajo que hacen, tenemos nutricionista, pediatra, trabajadora social, piscopedagoga, así que necesitamos tener un staff de gente capacitada como para brindar la atención adecuada. No tenemos ningún subsidio, ni nacional, ni de la misma ONG ni a nivel local”, señaló.
Y agregó que “la demanda es variable, muchas veces pasa que en el invierno, dadas las circunstancias climáticas la gente por ahí está muy necesitada de calefacción, de ropa de abrigo, eso hace que se acerquen más al centro, el número fluctúa según las circunstancias”.