La Red de Pobladores Rurales apuesta por el ferrobús para fortalecer la conectividad de los parajes

Desde la Red de Pobladores Rurales reactivaron el pedido del transporte férreo para potenciar la conectividad en el interior de los partidos. 

En el espacio ideado para intercambiar inquietudes y apostar por la construcción colectiva, participan vecinos de Ayacucho y Rauch, y ahora se sumará Tandil. En este marco, en el segundo encuentro que la Red llevará a cabo este fin de semana, se abordará la temática, que recibió el interés de algunos concejales locales. 

Asimismo, como hace una semana asumió como nuevo ministro de Transporte de la Nación Diego Giuliano, en reemplazo de  Alexis Guerrera, la organización vecinal vio la oportunidad de reeditar el pedido. 

Dentro de las iniciativas orientadas a fortalecer a las comunidades rurales, el desembarco de un  transporte público alternativo capaz de conectar los parajes entre sí, y con las ciudades cabeceras de cada distrito, constituye una demanda atendible. 

En concreto, el ferrobús es un vehículo ferroviario ultraligero de una sola unidad o con hasta tres acoplados formando un tren, autopropulsados por motores térmicos o eléctricos. Está diseñado específicamente para el uso en líneas de ferrocarril de poco tráfico y comparte características con los colectivos.

Ventajas y necesidades

De esta manera, como medio de locomoción presenta ciertas ventajas en el contexto rural. Por un lado, permite el acceso a la asistencia médica y a la escolaridad, en épocas de aislamiento por condiciones climáticas o por caminos intransitables.

En tanto, ponderaron que el ferrobús sirve también para facilitar la comercialización de las producciones artesanales rurales en las ciudades cabeceras, y favorece la participación y organización de sectores vulnerados, acercando a los  pobladores que carecen de movilidad propia, canales informativos de internet y señal telefónica. 

Además, según explicaron, el proyecto puede significar el acceso a la movilidad para las mujeres y niños que no cuentan con transporte propio, igualando oportunidades en el acceso a la movilidad interurbana. 

A nivel local, hay colectivos que cubren el trayecto María Ignacia y Gardey, con frecuencias de lunes a sábado. En agosto pasado, después de 40 años, el servicio de transporte público de pasajeros volvió a ingresar a Azucena y los vecinos del paraje dejaron de caminar 3 kilómetros para poder tomar el micro, que hacía su parada en el cruce Cuatro Esquinas. Por el momento, el servicio funciona solamente lunes y viernes. 

En contrapartida, en De la Canal, Fulton e Iraola no hay transporte público y los moradores o visitantes dependen del traslado particular para llegar a estas zonas. En los diferentes espacios institucionales en los que se tratan las cuestiones vinculadas a la ruralidad, las dificultades de movilidad en el medio es una de las razones que provoca la pérdida de habitantes en los pueblos. 

En correlación, pensar en una mejor conectividad tendría efectos positivos en los pobladores y contribuiría a captar nuevos residentes, ofreciendo perspectivas más auspiciosas para el desarrollo de la vida en el campo y en pequeños parajes o localidades, posicionándola como una alternativa posible y elegible.