La Provincia investigará si hubo irregularidades con respecto a la vacunación en Tandil
En conferencia de prensa, en el día de ayer, el jefe de Gabinete de la Provincia, Carlos Bianco, hizo referencia al tema de la “vacunación VIP” que salpica a la ciudad. Según expresó el funcionario, la denuncia de un vecino señala que el chofer del Intendente -Roberto Pérez- recibió una vacuna, así como la esposa de Pablo Díaz Cisneros, director de Salud Comunitaria del Municipio y, a la sazón, parte responsable del operativo en el distrito. El primer caso se confirmó en la sección El Oído Agudo de El Eco de Tandil el pasado domingo y el suceso cobró notoriedad pública.
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El chofer de Lunghi fue vacunado por considerarlo una especie de “nexo” entre el Hospital Municipal “Ramón Santamarina”, y el Departamento Ejecutivo en términos operativos, además de ser “nexo con el intendente municipal”, que tiene 77 años de edad y por tanto es población de riesgo. En tanto que, según trascendió, la mujer aseguró que se vacunó por considerarse “enlace de salud” por su trabajo en la coordinación de la Casa de Abrigo.
La Provincia ya manifestó que está al tanto de ambas situaciones e intervendrá al respecto. Así lo adelantó el jefe de Gabinete en la rueda de prensa ofrecida esta mañana en Gobernación.
“Está hecha la denuncia, por un vecino de Tandil, por una supuesta irregularidad en la que se vacunó el chofer del Intendente y la esposa del encargado del plan de vacunación, que es con quien coordinamos desde provincia”, señaló públicamente.
También sostuvo que “nosotros, a diferencia de lo que hacen otros, no vamos a prejuzgar. Vamos a investigar si efectivamente se vacunó, si correspondía, si hubo certificado trucho, si hubo favor, o lo que sea. Es lo que corresponde hacer. Y luego vamos a tomar las medidas que correspondan, en tanto y en cuanto sean competencia de la Provincia”.
Una posible justificación
Una de las justificaciones expuestas para haber vacunado a algunos empleados, aparte del hecho de considerarlos como personal pertinente, ha sido el aprovechamiento de dosis que de otra manera se hubiesen desperdiciado.
Sin aludir directamente al tema ni hacer declaracionespúblicas, desde el área de Salud trascendióque las vacunas que vienen en multidosis requieren de una operatividad diferente para armar el esquema y que su uso ha ido variando con el tiempo.
En efecto, se detalló que antes se podía llamar a las personas de los grupos de riesgo inscriptas -fundamentalmente agentes sanitarios y docentes- en el registro de vacunación para gestionar el turno si ocurrían demoras o ausencias, con el fin de no desperdiciar las dosis, pero que ahora no se puede mover la turnera y se perdió esa flexibilidad.
Por otro lado, en torno a la vacuna Sputnik V, al principio se decía que había media hora para aplicar las cinco dosis y “complicaba” la alternativa de reunir a los grupos porque había un “apremio” temporal por aplicarla.
En cambio, las ampollas que vienen en monodosis hacen más fácil esa tarea, porque no se debe “liquidar” más de una ampolla en el mismo acto.
En la actualidad eso cambió y se sabe que las dosis pueden aplicarse hasta dos horas después de descongeladas y que, al tomarse conocimiento de esta alternativa, el esquema se pudo relajar.