Modos de vida
La permacultura, un estilo de vida que cada vez cala más hondo en Tandil
Vivir más a tono con la naturaleza y los ciclos no es una utopía o un sueño descabellado de unos pocos, es una manera de organizarse cada vez más elegida por muchos vecinos. Casas de barro, autogestión, agroecología y vida comunitaria forman parte de esta tendencia que propone una experiencia vital más sencilla y en armonía con el medioambiente.
La permacultura es la filosofía de trabajar con y no en contra de la naturaleza, y abarca diferentes aspectos de la vida ligados tanto al cultivo como a la construcción, la cultura y otros procesos. En la ciudad, en los últimos años, cada vez más personas optan sumergirse en estos modos de vivir, más amigables con el entorno y respetoso de los tiempos.
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Prueba de ello es que, por ejemplo, ya hay más de 300 construcciones naturales y han proliferado los núcleos productivos agroecológicos y los emprendimientos en esta dirección.
Silvia Gómez nació hace 40 años en Los Cardales, un pueblo de la provincia de Buenos Aires y desde 2005 vive en Tandil, en una casa de barro en la zona de La Elena que construyó con sus propias manos, inmersa en una búsqueda constante por una existencia más sencilla, lejos de la ripiosa ansiedad materialista o del ritmo urbano que dicta que hay que llegar rápido a alguna parte.