PEDIDO DE JUSTICIA
La jueza recibió a la familia de la víctima pero se negó firmarles el pedido de detención del acusado
Familiares y allegados de Sebastián Simón se movilizaron ayer por la mañana hasta la Fiscalía local para exigir la detención de Luciano Jaureguiber. La solicitud se apareja con el pedido de excarcelación que presentó la defensa del exfuncionario. “La jueza dijo que bajo presión no va actuar y ni siquiera leyó nuestro pedido”, lamentó la hermana de la víctima. “Sebastián era un buen chico”, lo recordó su mamá.
Familiares y allegados de Sebastián Simón, el joven de 19 años que falleció luego de ser atropellado por el exfuncionario Luciano Jaureguiber, marcharon ayer por la mañana hasta la sede judicial para exigir que detengan al conductor del auto.
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Al conocer que la defensa del exdirector de Espacios Verdes solicitó la eximición de prisión con el fin de que no pierda su libertad durante el proceso, buscaron hacer oír su parte y solicitar así la detención, tal también ya lo había presentado el fiscal de la causa.
Fueron Marcelino Simón y una de sus hijas los que tuvieron la oportunidad de pasar a reunirse con la magistrada y postular su pedido con respecto al conductor del vehículo que atropelló a Sebastián. La respuesta de la juez fue negativa en cuanto a las pretenciones, y de hecho advirtió que se tomaría los cinco días otorgados por ley para poder decidir sobre sus acciones. “No voy a actuar bajo presión”, les dijo.
En una convocatoria más tranquila, sin disturbios y en total apoyo a la familia de la víctima, aunque con la misma efervescencia al pedir Justicia, el Movimiento Primero de Octubre se movilizó para acompañar a los padres que fueron recibidos por la jueza de Garantías.
Tras los hechos ocurridos en la mañana del lunes, donde atacaron con palos y piedras la Municipalidad, rompiendo puerta y ventanas, el despliegue policial en las inmediaciones de la dependencia judicial fue muy amplio y el personal impidió cualquier paso hacia el interior del edificio.
De hecho, vale decir que el tema en todos sus sentidos tuvo gran repercusión al punto de que medios nacionales viajaron con sus móviles hasta la ciudad para hacer una cobertura más precisa.
Respuesta negativa
Los manifestantes se acomodaron sobre la calle Uriburu, entre 9 de Julio y Alem, aproximadamente a las 9.30 con una bandera con el nombre de Sebastián y bombos.
El padre de Sebastián, Marcelino Simón, y una de las hermanas fueron recibidos por la jueza Stella Maris Aracil alrededor de las 11.30 y el encuentro duró nada más que unos 15 minutos.
Allí la magistrada se negó a firmar el pedido de detención solicitado por la familia y argumentó que no oficiaría bajo presión.
Con el salir de la familia y ante una respuesta los ánimos se perturbaron en las afueras del edificio , los gritos de angustia se hicieron más fuerte y la tensión reinó en el lugar. Acusaciones y palabras amenazantes producto del dolor se hicieron común en todos los manifestantes, pero sobre todo en los hermanos de la víctima.
“La señora jueza se va a tomar los cinco días que da la ley, porque nosotros somos mier… para ellos”, exclamó el papá. “No somos personas nosotros para ellos”, insistió.
Consiguientemente, explicó que si bien saben que no va a ir preso, la intención es que al menos se libre una orden de detención preventiva. “Cómo le digo a mis hijos que el tipo está libre si están enterrando al hermano”, sollozó, recordando que fue el quien finalmente tuvo que hacer la denuncia porque a sus hijos no se la tomaban.
“La jueza dijo que bajo presión no va actuar y ni siquiera leyó nuestro pedido”, lamentó la hermana.
¿Qué harían ustedes si le matan un hijo?”
“¿Cómo vamos a estar conformes?”, cuestionó Griselda Altamirano. Afirmó que las personas tienen expectativas y esperanzas, pero sin embargo cuando van a una comisaría esperando que les reciban sus denuncias, los comprendan y contengan, en realidad se encuentran con algo totalmente diferente. “Tres veces tuvieron que ir para que le tomen la denuncia”, aseveró.
“No estamos hablando de cualquier vecino que seguramente estaría preso si hubiese hecho esto”, enfatizó la dirigente social, repudiando nuevamente que todo lleva a pensar en un encubrimiento del funcionario.
Ante las declaraciones de la jueza, que argumentó no avanzar bajo presiones, Altamirano analizó que no se debe referir a las “50 o 60 mujeres pobres manifestándose en el municipio porque van a quedar pegados todos”, acusó.
Con este escenario, desolador para la familia de Sebastián Simón, desde el Movimiento Primero de Octubre decidieron reunirse en asamblea por la tarde, pero con el firme pedido de que se le de prisión preventiva como primer paso y que luego, a partir de ahí, se vea la caratula. “Hay que resolver cuál será la decisión con respecto a la Justicia, al Poder Político y en relación a Luciano Jaureguiber”, aclaró.
Al respecto, no dejó escapar que la mujer del acusado sigue siendo funcionaria pública, ya que ni presentó su renuncia ni fue apartada de su cargo, atribuyéndole la culpa de haberlo encubierto las horas que pasaron desde el accidente hasta que se entregó en la comisaría.
Por otro lado, al ser consultada por las acciones legales que iniciaría el Gobierno local por los daños al patrimonio edilicio de la Municipalidad, la dirigente no se amedrentó: “Que hagan lo que quieran”, dijo, recordando que en realidad deberían ocuparse de decir “porqué encubren a un asesino”, lo que categorizó como “un problema más grande”.
“¿Qué harían ustedes si le matan un hijo?”, interpeló invitando a ponerse en el lugar de las personas que “por impotencia rompieron algunos vidrios”. “Yo si me puse en su lugar, y seguramente como madre haga cosas peores si me tocan un hijo”, aseguró con gran respaldo de aplausos y gritos de aliento de la comunidad presente.
“La Justicia para el pueblo no está”, encendió y determinó que entonces irán por la Ley del Talión: “Ojo por ojo y diente por diente”.
Sebastián era “un buen chico”
“Quiero que esta persona vaya presa, porque el atropelló a mi hijo, lo dejó abandonado, se fue, lo mató”, expresó Haydee Paez, la mamá de Sebastián. “Nos arruinó a todos”, agregó uno de los hermanos.
A ella le avisaron que su hijo de 19 años había tenido un accidente, en un primer momento pensó que podría haber sido algo menor, sin embargo luego le advirtieron que estaba grave, inconsciente y con baja probabilidad de vida. Fue ahí cuando se le vino el mundo abajo.
El padecimiento es muy hondo y cada detalle lo surca más. Según contaron no les fue permitido acceder a las cámaras de seguridad para ver cómo había sucedido el hecho, mientras que el acusado está con seguridad en su casa.
“Como uno es pobre no les importa, no les importa, no atropelló una bolsa de basura, fue mi hijo y me lo dejó tirado, ni siquiera paró”, relató Paez, insistiendo en su exigencia de que quede preso.
"Era un buen chico", dijo la mamá con una entereza que solo puede salir del amor. Ella contó que tiene 8 hijos y que como Sebastián era fanático de Boca, hace un tiempo había empezado a comprarle de a poco el pantalón la remera y todo para que pudiera tener el equipo completo.
Además, figuró que él andaba todo el día con su perro, y ya su mascota lo anda buscando por todo el barrio. Las lágrimas, por momentos el enojo y la furia de uno de sus hermanos porque "se lo arrancaron y nadie dio la cara". Ese dolor con peso doble, el de la pérdida y el de injusticia.