La innovadora firma Cuthill desembarcó con su planta de producción en el Parque Industrial
La empresa especializada en pulverización de cultivos oficializó la apertura de su planta fabril en la ciudad. En una apuesta a la actividad económica e industrial, anhelan continuar ofreciendo las mejores herramientas y soluciones a sus clientes. La innovación tecnológica como pilar para el desarrollo y crecimiento.
Ayer en horas de la mañana quedó oficialmente inaugurada la planta fabril que la firma Cuthill, propiedad de los ingenieros agrónomos Juan y Cecilia Cuthill, construyó en el lote 45 del Parque Industrial.
Recibí las noticias en tu email
La empresa, creada para la calidad y la seguridad agronómica, medioambiental y humana de las aplicaciones de fitosanitarios, se especializa desde hace más de 15 años en pulverización de cultivos. Proveen a sus clientes de las mejores herramientas para el logro de óptimos y más seguros controles de malezas, insectos y enfermedades en sus cultivos.
Además de comercializar aditivos de alta performance para pulverizaciones terrestres y aéreas, se dedican a la calibración y monitoreo de equipos, y a brindar asistencia técnica permanente para alcanzar óptimos resultados en sus cultivos. Uno de sus pilares es el desarrollo de productos innovadores para brindar soluciones inteligentes, premisa que se concretó en una nueva aplicación llamada HydroReader, generada en conjunto con un centro de investigación de la Universidad Nacional del Centro.
El evento contó con la presencia de numerosas autoridades, personas vinculadas al sector industrial y clientes, que se acercaron hasta el lugar para acompañar al matrimonio emprendedor en una nueva apuesta.
Participaron del acto de apertura el intendente Miguel Lunghi; el secretario de Desarrollo Económico Local, Raúl Moyano; el director de Industria, Comercio, Servicios y Emprendedores, Mauricio Madarieta; el director de Empleo y Trabajo del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación para Región Pampeana, Gonzalo Santamarina; el investigador del Laboratorio de Plasmas Densos Magnetizados (Pladema) de la Unicen, Juan D’Amato; y por la comisión directiva del Consorcio del Parque Industrial, Diego y Aldo Anbinder.
Innovación y trabajo
Los 850 metros cuadrados cubiertos construidos en el predio según normas de seguridad Casafe e IRAM para la investigación y la elaboración de coadyuvantes de alta calidad – también se encontrarán las oficinas de atención al cliente y el área de Investigación y Desarrollo-, ya son una realidad para sus dueños, trabajadores y para la ciudad de Tandil, que cuenta con un emprendimiento más de gran envergadura e impacto dentro de la actividad industrial y económica local.
Juan Cuthill fue el primero en hacer uso de la palabra y agradecer el acompañamiento del Municipio y de sus clientes en la materialización del sueño que pergeñó junto a su esposa Cecilia hace 20 años.
“Somos una empresa chica, nos dedicamos a hacer que las pulverizaciones de agroquímicos en el campo sean rentables y seguras, nuestro esfuerzo lo hemos plasmado en esta fábrica de aditivos para mejorar la calidad de las aplicaciones”, refirió el empresario.
El ingeniero agrónomo destacó que, en pos de avanzar y obtener mejores resultados, la firma decidió incursionar en un área en la que Tandil posee un importante cuadro de recursos humanos: el desarrollo de software.
“Hace dos años iniciamos una relación muy fructífera con la Unicen y particularmente con Pladema, y desarrollamos herramientas para brindarles a los usuarios la posibilidad de ejecutar procesos cada vez más seguros y rentables”, relató.
Por su parte, el ingeniero en sistemas Juan D’Amato, se mostró muy agradecido y emocionado por poder trabajar de manera colaborativa en herramientas que permitan posicionar a Tandil en el mapa de la vanguardia tecnológica, ofreciendo soluciones concretas y vinculando diferentes áreas de producción.
“Celebro este tipo de encuentros, parte del espíritu que tenemos en el instituto es poder encontrarnos con personas con un foco concreto y espíritu innovador”, afirmó, y remarcó la disposición de la universidad frente a los nuevos desafíos y la oportunidad de generar herramientas que brinden respuestas en todos los ámbitos, en este caso, en el sector agropecuario.
“Entendiendo de dónde venimos es clave poder juntar la tecnología con el agro. Este es el punto de partida, queremos seguir desarrollando nuevas ideas, invito a que se acerquen a Pladema, hay mucha gente dispuesta a trabajar para el presente y el futuro”, conminó.
Los desafíos del espíritu emprendedor
El jefe comunal, Miguel Lunghi, acentuó su alegría por poder inaugurar una nueva planta “que es el epicentro de la producción”.
“Quiero acompañar desde el lugar de Estado municipal pero también desde la comunión emprendedora en este logro magnífico de una empresa joven”, apuntó.
En su discurso, Lunghi reforzó un concepto clave que atraviesa el espíritu de Cuthill: la innovación como marca de identidad. En esa línea, postuló que es una de las pocas empresas del país que se ha dedicado a promover e implementar mejoras en las aplicaciones de agroquímicos, creando así una fluida interacción entre el campo y la empresa.
El Intendente valoró que “todos sabemos que hoy no solamente estamos inaugurando una nueva planta en nuestro querido Parque Industrial. Esto también significa las horas dedicadas al esfuerzo y la responsabilidad social empresaria, la inversión con riesgos, la creatividad, el acto patriótico de los hombres que crean fuentes de trabajo”. A su entender, crear fuentes de trabajo ha sido siempre y “hoy más que nunca”, el acto más transformador de los emprendedores.
Sobre el final, recuperó la noción de articulación entre lo público y lo privado que ha permitido la pujanza industrial y la diversificación de la actividad económica de Tandil, a la que definió como un emblema de la ciudad.
Posteriormente, se procedió al tradicional corte de cinta para sellar formalmente la apertura del lugar y los presentes pudieron recorrer las instalaciones y degustar de un ágape preparado para la ocasión.
Desarrollo tecnológico en Tandil
Cuthill junto al Pladema, desarrollaron la disruptiva aplicación HydroReader, que al integrar una cámara que detecta y escanea automáticamente una tarjeta hidrosensible en diferentes condiciones de iluminación, permite el registro de condiciones de captura y variables de calibración para su posterior comparación y toma de decisiones.
En la actualidad es el software de mayor precisión del mercado, generando resultados de fácil interpretación y sincronizables con la familia completa de aplicaciones de Cuthill Digital. La aplicación está disponible para Android e iOS, y se puede descargar y disponer de su licencia de manera gratuita por un año.
Juan D’Amato, investigador de la Unicen a través del Pladema y desarrollador de la aplicación, explicó que “una de las principales tareas de los pulverizadores en el proceso es configurar las máquinas para que la cantidad de producto arrojada sea la óptima, existen unas tarjetas hidrosensibles que se coloca sobre las plantas, cuando pasa la máquina absorben el líquido y se ven diferentes colores indicando la cantidad de producto, cuanto más azules se ponen más producto se arrojó”.
En la lógica de pulverización de fitosanitarios, si hay mucho producto es catastrófico desde el punto de vista ambiental -porque se distribuye mal la sustancia-, y de los costos, e indica una mala calibración de las máquinas encargadas de la tarea.
“A esa tarea la hace un experto, pero no siempre se cuenta con alguien con ese conocimiento. Lo que hicimos fue bajar esa capacidad de análisis, de la tarjeta a una aplicación
El lenguaje desarrollado por los científicos que trabajan en la universidad, capta imágenes de la tarjeta hidrosensible y hace un análisis de la distribución del producto en cuestión, hasta traducirlo en estadísticas que evidencien un panorama claro de la forma de trabajo efectuada.
“A partir de esa información se calibra la máquina y se llega a un estado eficiente, se hace según las condiciones climáticas, el tipo de producto y el tipo de cultivo. Es una herramienta de asistencia al operador de la maquinaria de pulverización”, detalló el especialista.
La aplicación fue ideada por el propietario de la fábrica, Juan Cuthill, que se imaginó cómo trasladar las tareas que hacía de manera manual a un plano que posibilitara su ejecución de manera asistida.
D’Amato aclaró, con respecto al patentamiento del recurso, que se hará de forma conjunta, porque “desde Pladema se tuvieron que generar algoritmos que no existían de análisis de imágenes, el software es difícil de patentar pero estamos explorando”.
Y añadió que “es una herramienta de acompañamiento para potenciar la forma de trabajo y generar nuevas opciones de asistencia en distintas etapas, para asistir de manera integral el proceso”.