La flexibilización de la cuarentena incrementó notablemente el tránsito en los ingresos a la ciudad
La habilitación de más rubros y actividades hizo que la gente se vuelque masivamente a la ruta e intente trasladarse entre localidades, cometiendo infracciones en muchos casos. Las autoridades recordaron que el aislamiento sigue vigente, que los nuevos permisos son para el funcionamiento interno de la ciudad y apelaron a la conciencia ciudadana para evitar un desfasaje en la curva de contagios.
Aunque el aislamiento obligatorio sigue rigiendo en todo el territorio, son cada vez más las personas que se vuelcan a la ruta e intentan trasladarse entre ciudades. Así lo demuestra el movimiento relevado ayer en las vías de acceso a Tandil y lo confirma Walter Villarruel, el titular de Control Urbano Vehicular a cargo de los operativos en los puestos de control.
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Tras la puesta en vigencia del confinamiento instaurado el 20 de marzo, el flujo de tráfico prácticamente se redujo a cero en las rutas argentinas, debido al impedimento de traslado de una localidad a otra y a la paralización del transporte de larga distancia. Estas condiciones fueron variando y volviéndose más laxas en el transcurso de estos casi dos meses. En Tandil, a partir de un decreto firmado el 19 de abril por el intendente Miguel Lunghi, se endurecieron las pautas de acceso a la localidad con vistas a avanzar en la apertura gradual de actividades y se reforzaron las estrategias de control en los ingresos habilitados.
Pero justamente la habilitación de nuevos rubros y actividades aparejó un fuerte incremento en el tránsito de vehículos que intentan franquear los puestos de ingreso al área urbana. Muchos de ellos munidos de los permisos pertinentes, pero tantos otros sin justificativos creíbles o con maniobras evasoras que han puesto a prueba a las autoridades.
Viajar a pesar de todo
En la jornada de ayer, los puestos sanitarios ubicados estratégicamente registraron un gran movimiento de rodados de toda clase, que fueron sometidos a los rigurosos controles de documentación y temperatura correspondientes. Con el apoyo de la fuerza policial y de enfermeras voluntarias para desarrollar los operativos, la Dirección de Control Urbano Vehicular lleva adelante los monitoreos e intervenciones pertinentes en los tres puestos de control emplazados en la Ruta 226, Ruta 30 y La Vasconia, que conforman un único corredor de acceso a la ciudad por la Ruta 226. Por otro lado, permanece cerrado el cruce Scarminacci –sólo se permite salir de Tandil-, y en el caso de los cruces de El Gallo y el cruce de la Base Aérea hacia la 30, están bloqueados con taludes de tierra.
En contacto con El Eco de Tandil, Villarruel afirmó que la situación “está complicadísima”. “Se ha volcado mucha gente con el asunto de la flexibilización de algunas actividades a venir a la ciudad y no entienden que la cuarentena sigue vigente, hay permisos pero internos, no para que vengan de otros sitios”, refirió.
El funcionario evocó que el movimiento relevado este martes, fue similar al que se produjo en los primeros días del aislamiento, cuando las restricciones irrumpieron de un día para otro y un gran caudal de púbico se movilizó a través de las arterias nacionales y provinciales.
“Todo el mundo quiere entrar por una u otra situación, no cuentan con el permiso y se crea esa discordia de haber hecho muchos kilómetros y no poder acceder”, explicó.
Infractores a la orden del día
Según relató, tuvieron que infraccionar a una persona que ingresó a la zona urbana con un permiso agroindustrial que lo amparaba, pero que después fue hallada vendiendo barbijos en una estación de servicio. Tras detectar la irregularidad, la policía labró el acta correspondiente y se lo escoltó hasta la salida. También debieron aprehender a un sujeto que quiso pasar el puesto ubicado en La Vasconia -donde hay más movimiento- con el propósito de ir a una gomería. Mientras los efectivos apostados en el lugar le daban indicaciones para llegar a un local cercano, sin necesidad de entrar a Tadnil, el hombre aceleró y se dio a la fuga. Poco después fue interceptado por las fuerzas de seguridad quienes lo trasladaron a la Seccional Cuarta y se le abrió una causa judicial por violar el aislamiento.
“Se ha roto con la lógica del aislamiento, piensan que ya pueden venir a comprar cualquier cosa, vienen a buscar productos, pero la cuarentena esta vigente y las compras deben hacerse en los lugares cercanos al domicilio. Se ha complicado mucho en los controles por la cantidad de gente que quiere entrar a toda costa y realizar actividades que todavía no se pueden”, esgrimió.
Cuestión de buena fe
Sin mucho más margen de acción, desde el Municipio apelan a la conciencia ciudadana y la buena predisposición de la gente para cumplir con las recomendaciones de no desplazarse a menos que sea estrictamente necesaria y esté avalado por las excepciones y permisos vigentes. No es un detalle menor que los permisos de circulación que se tramitan en la página web del Gobierno nacional tienen carácter de declaración jurada. Esto significa que los datos consignados pueden ser falsos pese a que hay consecuencias legales al respecto, previo control y constatación de los mismos. No obstante, siempre prima la buena fe en torno a lo expuesto por los transeúntes.
“En los puestos dependemos también de la buena voluntad y honestidad de la persona que viene. Pasa que vienen y muestran un permiso que es original, se verifica el código y es válido, pero los datos que ponen no son reales y la página lo otorga igual. Hemos encontrado direcciones con numeración al cero, que no pueden existir, por ejemplo. O como nos pasó con el señor que entró declarando una cosa y después estaba vendiendo barbijos. Se hace difícil a la hora de controlar esto, pero seguimos con monitoreando con rigidez”, explicó.
Además, continúan los controles especiales a aquellas personas que arriban a la ciudad provenientes de zonas de transmisión viral comunitaria, como por ejemplo el Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires. Las personas que lleguen desde alguna de las áreas más comprometidas a nivel epidemiológico, deben firmar una declaración jurada y se activa el protocolo; son escoltados por personal policial hasta el domicilio en donde harán la cuarentena estricta durante 14 días, tal como marca la normativa. En los últimos días se sumaron también ciudadanos que regresaron al país en vuelos de repatriación y están cumpliendo con todos los recaudos solicitados en el marco de la emergencia sanitaria.