Secundarios
La Federación de Centros de Estudiantes Secundarios, los chicos que buscan lograr “la escuela que queremos”
Diálogo con las autoridades de la Federación de Estudiantes Secundarios, integrada por casi 30 escuelas de la ciudad.
No sólo integran sus propios centros de estudiantes, sino que además se unieron para crear la Federación de la que forman parte chicos y chicas de casi 30 escuelas locales. Trabajan para que todos los alumnos de la ciudad tengan representación y puedan “alzar su voz”, y en una larga charla con El Eco de Tandil compartieron su experiencia representando a sus compañeros, hablaron de la infraestructura escolar y la salud mental como principales problemáticas de los adolescentes y de la dificultad de convocar compañeros en un presente donde “política” suele ser una mala palabra.
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“Llamamos tanto a directivos como estudiantes y profesores a que intenten movilizar a los chicos. Que la representación de los estudiantes dentro de la Federación es importante, y que de alguna forma ayudamos a transformar la escuela que queremos, la escuela que necesitamos, y que tenemos derecho a tener. Y eso no es posible sin una representación”, expresaron Chabela Luz Coronel Ruiz, Samuel Corredoira, Donato Marelli y Luz Romeo Montivero, las nuevas autoridades del organismo
La Federación se conformó dos años atrás en el marco de las reuniones de centros de estudiantes impulsadas por la Jefatura Distrital. Recientemente asumieron al frente del grupo que integran 26 escuelas de Tandil, de las que 19 tienen centros activos. Con reuniones periódicas conformaron comisiones de trabajo, aprobaron un estatuto y continuaron debatiendo problemáticas y demandas comunes. No llegan a los 18 años, y más allá de sus intenciones de estudiar arte, recursos humanos, historia o gestión empresarial, ya tienen decidido que continuarán con la política después de egresar.
Charlar con este grupo de chicos y chicas es abrir la puerta de un diálogo por el que -sin rasgos de apatía o desgano, más bien todo lo contrario- desfilan desde el filósofo francés Louis Althusser a la grieta entre diferentes opciones políticas a nivel nacional, desde el transporte escolar rural a los problemas edilicios, la “izquierda”, la “derecha”, o la memoria, la verdad y la justicia. Más allá de discusiones o diferencias, todos coinciden en la Federación, donde tienen el lema común de trabajar “por y para los estudiantes”.
Crear centros para alzar la voz
“Si tienen ganas de formar un centro de estudiantes, nosotros estamos. Nos pueden contactar por las redes, por cualquier lugar, que vamos a estar ahí, vamos a ayudarles a armarlo, Tenemos las puertas abiertas, es como nuestro objetivo”, contaron los chicos de la comisión directiva de la Federación.
Sentados en ronda, Chabela es de la escuela 19, Luz de Normal, Donato de Polivalente y Samuel de Sábato. “Somos escuelas que no tienen nada que ver entre sí, eso es lo lindo de estas federaciones, que somos escuelas completamente distintas. Entonces, hay una representación de todos los estudiantes”, expresó al respecto Chabela, la presidenta.
“Estamos tratando de que se puedan sumar lo antes posible”, agregó Samuel sobre el trabajo para acompañar en distintas escuelas el proceso de formación de centros de estudiantes. “Lo importante es que los estudiantes alcen su voz y estén representados”, remarcaron.
Durante el momento en el que tuvo que dar un discurso frente a sus compañeros en el marco de las elecciones para la Federación, Chabela manifestó que lleva en su espalda “la bandera de la verdad, la memoria, la justicia y la igualdad”. Lo señaló para luego sumar que “como adolescentes tenemos que tener siempre presente la memoria, la verdad, la justicia y la igualdad, porque parece que la igualdad se está perdiendo en esta sociedad. Tenemos que estar presentes en eso y hacer que se escuche. Y la memoria también nos hace recordar y saber cómo evolucionar como sociedad”.
Pese a su empuje, les resulta dificultoso vincular y comprometer a otros adolescentes en un contexto de descreimiento a la política. “Cuando hablamos de política en un centro de estudiantes tratamos de dividirlo de lo partidario”, explicaron. “Estamos hablando de los derechos de todos nosotros, de sentirnos identificados. Por eso tenemos el lema, en el que todos estamos de acuerdo, que esto es por y para los estudiantes”, agregaron.
Sin embargo, no se trata de una tarea simple. “Tratar de que los estudiantes estén representados, es algo que todavía estamos tratando de interiorizar . Es que estamos representando a mucha gente, a muchos adolescentes, a muchas situaciones distintas. El adolescente que está en Las Tunitas es distinto a mí, el adolescente que está en una escuela privada es distinto, somos todos muy distintos y a veces los mismos que están en la escuela son todos distintos. Tratar de representar todas las voces es complicado, pero es algo que queremos, y que queremos lograr, que todos alcen la voz con sus problemáticas y encontrar soluciones”, plantearon.
Infraestructura y salud mental
Consultados por las principales problemáticas que detectan en sus pares, los estudiantes no dudaron en mencionar a la infraestructura edilicia escolar -y el transporte en el caso de los establecimientos rurales-, pero también la salud mental.
“Sin un espacio digno para estudiar no tenés donde ir como alumno”, plantearon. “¿Cómo se piensan que un chico va a estudiar si no tiene un techo, si no tiene una mesa, si no tiene agua, si no tiene gas? ¿Cómo nosotros garantizamos la continuidad pedagógica si las escuelas están en estas condiciones? ”, se preguntaron sobre una situación que, dijeron, registran en muchos establecimientos de la ciudad.
En el último tiempo tomaron contacto con alumnos de escuelas rurales, quienes les transmitieron la realidad con respecto al transporte. Más allá de las “malas condiciones” de muchas de las unidades, también plantearon la necesidad de resolver los recorridos sin tanta demora, para no recurrir a la virtualidad.
“Los estudiantes necesitan un espacio para sentirse identificados, para crear su escuela. Si vos no tenés al estudiante en una escuela que ame, que quiera, de la que quiera sentirse representad, no hay forma de que quieran seguir estudiando”, consideraron.
Además, hicieron hincapié en las dificultades en torno a la salud mental. “Después de la pandemia, los estudiantes están decayendo educativamente, porque a veces hay chicos que no se pueden concentrar a hacer una prueba, o hay pibes que reprueban las materias y dicen, bueno, después la rindo en diciembre”, señalaron sobre una realidad que afecta no solo a pares sino también a ellos mismos.
Los estudiantes también plantearon que la escuela no es solo un ámbito de aprendizaje. “Es un espacio para entendernos entre nosotros, para pasar tiempo con pares. Conocer a otras personas, otras situaciones. El estar al frente a frente con una persona no es lo mismo que estar en una pantalla. No es lo mismo para nada”, concluyeron.