El juicio comienza el 17 de mayo
La familia de una joven que murió en un accidente considera que la Fiscalía les “soltó la mano”
El 17 de mayo comienza el juicio por el siniestro vial que se cobró la vida de Magalí Gómez el 24 de diciembre de 2020. Su familia exige que se haga justicia y que tanto el motociclista que conducía el rodado en el que la joven iba como acompañante, como el conductor de la camioneta que la chocó, “paguen por lo que hicieron”.
La familia de una joven de 23 años que murió en un accidente en el kilómetro 170 de la Ruta 226, el 24 de diciembre de 2020, reclamó que se haga justicia y confiaron sentirse “desamparados” ya que consideran que el fiscal les “soltó la mano”.
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Cabe recordar que el siniestro vial sucedió el jueves 24 de diciembre de 2020, alrededor de las 3 de la madrugada, cuando una camioneta Dodge RAM chocó por alcance a una motocicleta Gilera Smash 110 cc, que se desplazaba en el mismo sentido, y producto del fuerte impacto, Magalí Gómez Acosta, de 23 años, que viajaba como acompañante en la moto, falleció.
A El Eco de Tandil se acercaron los padres y hermanos de la víctima para exigir justicia.
Miguel Gómez, el padre de la víctima, contó que el fiscal nunca los quiere atender y ellos no tienen la posibilidad de pagar un abogado.
Además contó que fue gran cantidad de veces al Centro de Asistencia a la Víctima a solicitar ayudar y asesoramiento pero jamás les prestaron atención.
“Yo me cansé de pedirle audiencia al fiscal Morey y no me quiso atender, nosotros nos enteramos que ya estaba la fecha del juicio porque vamos dos o tres veces por semana a preguntar”, afirmó.
Y cuestionó que “jamás nos notificaron nada de la causa, nos contactamos con el fiscal de Azul, nos atendió muy bien, nos explicaron qué se podía hacer y se comprometieron en llamar a Tandil para que el fiscal nos atienda, nos dijo que hay una ley que nosotros por ser padres corresponde que el fiscal nos hubiera llamado, y haber dado todos los detalles de la causa porque fue elevada a juicio”.
La causa quedó caratulada como “Homicidio culposo agravado”, con una pena de 3 a 6 años de prisión.
“Están acusados los dos, el de la moto y el de la camioneta. Pidieron 3 años de prisión en suspenso y 5 de inhabilitación, con eso quieren pagar la muerte de mi hija, que dejó a mis cuatro nietos huérfanos”, cuestionó.
La más pequeña tenía tan sólo 7 meses cuando su mamá murió. Hoy en día tiene un año y 11 meses, el nene tiene 4 y los mellizos cumplen 5 años en pocos días.
El pedido de justicia
Por otro lado, planteó que el accidente “no fue como lo plantearon en la causa, que no fue entrando a Tandil sino de Tandil hacia Azul, el testigo principal de la causa develó que el accidente fue así y el que manejaba la camioneta la dio vuelta”.
“Y otro declaro que paso 5 minutos después y la camioneta estaba mirando para Azul, ya declararon, pero ellos como la camioneta apuntaba para Tandil hicieron las pericias así. Alguna razón tuvo el chofer de la camioneta para cambiar la dirección del vehículo”, manifestó.
Y Nayla Gómez, la hermana de Magalí, manifestó que “se supone que cuando hay un accidente los vehículos no se pueden mover hasta que hagan las pericias”.
Miguel Gómez consideró que “si una vez se hiciera justicia sería una pena ejemplificadora para todos los casos, pero lamentablemente acá en Tandil todo queda en la nada, a todo los que los condenaron como homicidio culposo agravado andan en la calle”.
La madre de la joven fallecida, Ángela Acosta expuso que la camioneta circulaba a 160 kilómetros, de acuerdo a las pericias, que era una zona urbana donde se podía andar entre 40 y 60 y están los carteles al costado de la ruta”.
Su marido, expuso que “vos sabes que si vas a esa velocidad en esa camioneta cualquier cosa que se te cruce la vas a matar y el fiscal dice que es negligencia, yo creo que eso es ser un asesino”.
A su vez, manifestó que “el de la moto no tenía luces, no tenía papeles, tenía 1,28 de alcohol en sangre. Mi hija no tenía ni alcohol ni droga en sangre, ella nos pidió permiso para salir a dar una vuelta”.
Desamparados
Ángela Acosta consideró que ambos deben pagar y que necesitan justicia “para que nuestra hija descanse en paz”.
Nayla Gómez, por su lado, afirmó que la condena debe ser “justa para ambos, tanto para el que iba en la moto borracho y nunca debería haber subido a la ruta, porque tenés que ser consciente de que llevas a alguien más, y para Daniel Portela que es el conductor de la camioneta. Si siempre pasaba por ahí sabe que es zona urbana y a la velocidad que iba podía haber sido mi hermana o cualquier otra persona que se le hubiese cruzado y lo hubiese matado, entonces que paguen ambos lo que hicieron”.
“El sufrimiento de mis sobrinos ellos lo tienen que pagar como sea, porque nosotros somos grandes y nos arreglamos pero ellos se quedaron sin su mamá”, manifestó.
Su madre contó que los pequeños “no se olvidan de su mama, todos los dias preguntan si su mama va a volver”.
Nayla Gómez expuso que “fui mínimo 6, 7 veces al Centro de Atención a la Víctima, supuestamente nos iban a asesorar y nunca nos llamaron ni nos dieron una mano”.
“Desde el momento del accidente nos dijeron que la fiscalía iba de la mano con la familia, pero a nosotros nos soltó la mano, porque si nosotros no íbamos a preguntar, no teníamos noticias de nada, y si no nos hubiésemos hecho presentes en azul nadie nos hubiese atendido”, lamentó.
Por último, su madre aseguró que “nos sentimos desamparados”.