La Escuela Secundaria 20 se inundó y reclaman soluciones ante graves falencias de infraestructura
Diana Balbín, la directora del establecimiento, cuestionó duramente que no se hayan realizado las obras que estaban previstas para este año con el Fondo de Financiamiento Educativo. Aseguró que los arreglos que hacen son sólo parches y expresó su temor por la seguridad de los alumnos y docentes que concurren a la institución en esas precarias condiciones.
La Escuela Secundaria 20, situada en Rivadavia y Vélez Sarsfield, sufrió la inundación de parte del edificio durante la lluvia del viernes y eso desató el reclamo de las autoridades por la obra que estaba prevista para este año y no se hizo, dirigida a solucionar algunas de las múltiples falencias de infraestructura que presenta el establecimiento.
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En diálogo con El Eco de Tandil, la directora de la institución Diana Balbín explicó que los problemas de infraestructura son diversos y hace mucho tiempo que vienen pidiendo soluciones.
“La última inundación fue el viernes pasado, pero no es algo nuevo para nosotros, porque siempre que llueve un poco intenso, aunque sea breve, el patio no alcanza a escurrir el agua por el sistema de desagote que tiene e ingresa directamente y de manera bastante brusca a la escuela. No se trata de una situación aislada, sino recurrente”, señaló.
Y puntualizó que se inundan los baños y el agua llega hasta la dirección y el pasillo que va al comedor.
Un reclamo constante
“Desde el año pasado estoy en la dirección y en 3 ó 4 oportunidades tuvimos que suspender las clases, evacuar la escuela, o correr a los chicos y esperar que deje de llover para después sacarlos”, indicó.
Y lamentó que esas situaciones los ponen “en riesgo”, considerando que tampoco las instalaciones eléctricas están en buen estado.
En esta última oportunidad, justo los chicos del turno tarde habían salido y por eso no debieron suspender las clases como ocurrió en otras jornadas.
“Respecto del ingreso de agua por filtraciones en el techo, es cotidiano. Reclamamos, ponen membrana, y empieza a ingresar por otro lado. Cada proveedor que ha trabajado en estas reparaciones, como las mismas autoridades del Consejo Escolar nos afirman que es necesario un cambio total del techo. Pero seguimos emparchando y poniendo baldes debajo de las goteras”, criticó.
Acuerdos incumplidos
Recordó que como respuesta a las reiteradas e insistentes gestiones, en febrero se firmó un acta acuerdo entre la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, el Municipio y Consejo Escolar, donde se establece que en el transcurso de 2018 se realizarían determinadas obras prioritarias.
“En el acta, nuestra escuela aparece en el primer lugar de las obras que le corresponde gestionar al Municipio, financiadas por el Fondo de Financiamiento Educativo”, afirmó.
Y expresó que están “cansados de escurrir el agua, tapar baches y correr riegos en nuestro trabajo y en el lugar donde nuestros alumnos transitan su escolaridad”.
“Cuando se propuso, atentos a la cantidad de dinero subejecutado del Fondo de Financiamiento en 2016 la creación de una unidad ejecutora conformada por diferentes profesionales que permitan un uso razonable, efectivo y eficiente de los millones que recibe el Municipio en concepto de Fondo de Financiamiento (iniciativa acompañada por la firma y apoyo de muchos docentes del distrito), desde el Gobierno municipal lo rechazaron por innecesario. Ahora, dos años después, no hay profesionales para que se agilicen las obras”, cuestionó.
Y criticó que la obra que estaba prevista en la escuela de la que está a cargo, tenía un presupuesto estimado para el 2017 de 3 millones y “sólo desde enero de 2018 a agosto, el Municipio recibió un monto de 68 millones de pesos en concepto de Financiamiento Educativo. ¿Qué esperan? La plata está, y nos seguimos inundando, nuestras paredes siguen siendo de durlock y nuestros alumnos en invierno se enferman por el frío que ingresa de las aberturas”.
“Hemos tenido varias reuniones pero hay una demora que uno no entiende a qué se debe porque el dinero está, porque es del Fondo de Financiamiento Educativo. Tardó como 3 meses en venir un ingeniero porque no tenían profesionales”, fustigó.
Asimismo, planteó que “nosotros como trabajadores estamos todo el tiempo resolviendo cuestiones de infraestructura, yo me paso un montón de tiempo de mi horario de trabajo reclamando, viendo dónde ponemos los chicos porque además tenemos separaciones de durlock”.
“Esta obra tenía plazo para hacerse en 2018 y está terminando. Yo casi todos los días hablo con (el presidente del Consejo Escolar) Cristian Cisneros y se muestra comprometido, pero en realidad no tiene respuestas”, criticó.
Sólo parches
Detalló que “lo que se pudo hacer fue muy sobre lo emergente, en el techo tenemos goteras y todo el año estuvimos poniendo membranas que se rompen, vuelven a salir goteras en otros lados, todas las aberturas de las aulas están deterioradas, así que reclamamos un plan de reparación integral. De eso no se pudo hacer casi nada, pusieron el cerco en el patio y vienen a destapar las cañerías, pero no hay inodoros en el baño de mujeres, hay letrinas”.
“Hay un acumulado de obras de infraestructura de siempre porque nunca le prestaron mucha atención a esta escuela. Desde el año pasado empezamos a reclamar en el Consejo Escolar, de eso sale el compromiso y el acta acuerdo que quedamos primeros en la responsabilidad del Municipio de realizar la obra. Todos nos dicen ‘es imposible que estén trabajando así’, pero lo cierto es que lo estamos haciendo”, sostuvo.
Los fondos ya afectados debían solventar el cambio del techo y de acuerdo a las condiciones de la loza, empezar a construir aulas porque “somos una escuela de arte que no tiene el espacio físico para desarrollar la orientación”.
“Por eso el ingeniero tardó tres meses en venir a ver la loza y todavía estamos a la espera del informe”, expuso.
El desagote del patio y el techo son prioridades, pero la construcción de aulas también es muy importante, sin mencionar el tema de los baños sin inodoros.
“Nos dicen que sí pero se sigue demorando. Seguimos trabajando acá pero las condiciones son cada vez peores. Después hablan de calidad educativa y todo esto atraviesa nuestra escuela. En mayo del año pasado en una lluvia se nos reventó una banderola del baño, por el agua acumulada. Ahí logramos que se arregle una parte, pero no queremos poner el cuerpo de los alumnos o profesores y esperar que alguien se lastime”, manifestó.
Y sobre el final, la directora cuestionó que todo lo que hacen son “sólo parches”.