La despedida al papa Francisco desde Tandil, el lugar donde definió su vocación religiosa
La muerte de Jorge Bergoglio, el día después de la Pascua, conmovió a la comunidad. El obispo diocesano, desde su amistad con el Papa, elogió que “hizo todo lo que tenía que hacer; hizo lo que quiso hacer”. El Intendente recordó el viaje al Vaticano, junto a una comitiva tandilense, donde le obsequiaron la réplica del Cristo de las Sierras. El recuerdo de su estadía en Don Bosco, donde con 18 años decidió ingresar al seminario.

La comunidad católica local celebró ayer misas en todas las parroquias, donde la intención fue despedir al papa Francisco, quien falleció en los primeros minutos del lunes (hora argentina), tras su última aparición en la Plaza San Pedro para la bendición urbi et orbi por la Pascua de Resurrección. Durante la jornada, se multiplicaron los mensajes de despedida y los recuerdos de Jorge Bergoglio, quien en la Villa Don Bosco de Tandil vivió un momento trascendente para su futuro papado, ya que aquí decidió ingresar al seminario de Villa Devoto.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con “Tandil despierta”, el obispo de la Diócesis de Azul, Hugo Manuel Salaberry, lamentó el fallecimiento del papa Francisco, con quien mantenía un vínculo de amistad.
Monseñor reseñó que “últimamente no lo habíamos visto bien” y reflexionó que “a ese puerto llegamos todos, simplemente humanos nos dejamos entristecer”. En esa línea, evaluó que “en las últimas apariciones se notaba un poco más su deterioro, lo cual nos preparó en parte para esta despedida”.
En paralelo, la máxima autoridad de la Diócesis de Azul expresó que “lamentamos mucho este fallecimiento, por más que él cumplió, completó de alguna manera, hizo todo lo que tenía que hacer en el momento y en el tiempo que dispuso para el servicio de la Iglesia”.
Definió que el papa Francisco “vivió para la Iglesia” y agregó que “fue un hombre creyente, que amaba a la Iglesia; con una impronta particular de un retorno al Evangelio crudo, sin atenuantes”.
Reflexionó que se trata de “un retorno al Evangelio que nos deja a todos –nosotros ya lo conocíamos-, a la humanidad la ha dejado de alguna manera preguntándose o repreguntándose algunas cuestiones que tienen que ver con el prójimo, y de los prójimos, los más descartados, los más pobres, los migrantes, la trata de personas, los maltratados por la humanidad. Esa es la impronta que nos ha dejado como (marcada) con fuego. Ha sido su pasión y la ha transmitido”.
Destacó que Francisco tuvo “un estilo de vida muy simple. Siempre hizo lo mismo, se levantó a la misma hora, le dedicó tiempo a la oración cotidianamente, fue austero en su forma de vivir, en su modo de vestir” y concluyó que “hizo todo lo que tenía que hacer; hizo lo que quiso hacer”.
Un adelantado
Por otra parte, consultado por lo que implicó tener un papa argentino como líder mundial de la Iglesia, monseñor Salaberry analizó que “ya de por sí un papa tiene su lugar preferencial en la Iglesia argentina, a nivel episcopal. Al ser un papa además argentino y que nos conocía, tuvo un extra. De hecho, aunque no haya podido venir, cada vez que uno fue para allá, fuimos todos recibidos, por ejemplo. Siempre por él y de manera personal, con lo cual ha sido una motivación extra para el servicio nuestro aquí”.
Reflexionó que “quizás uno está en deuda porque Francisco iba uno o dos pasos adelante, pero todo lo que él proponía, lo que dejó como enseñanza, lo que dejó como sugerencia en todo caso, son cosas que calan muy hondo o que llegan muy adentro de uno mismo, y cosas que quedan como para que puedan ser luego realizadas”.
Emocionado, Hugo Salaberry reconoció que “hablo desde una relación personal de amistad, con mucho respeto y mucho cariño” y reiteró que “lamentamos por supuesto la partida”, aunque señaló que “no lo había visto bien los últimos días”.
Por último, citó a San Agustín, quien enseñó que el Señor dirigen la historia a través de la provindencia: “Entonces Él, como protagonista de la historia, nos ha dado en este tiempo una nueva manera de encarar el servicio pastoral o la pertenencia a la Iglesia y demás. Y en su omnisciencia, el Señor prepara los caminos para que la Iglesia siga adelante. Con mucha esperanza miramos el futuro, damos gracias por la vida de Francisco y de los dos últimos papas incluso, por la vida de ellos, y nos encomendamos a esa providencia que maneja la historia”.
Gran legado
Por su parte, a través de las redes sociales, el intendente Miguel Lunghi expresó que “Tandil fue una tierra muy importante en el sentir religioso de Jorge Bergoglio, en el inicio del camino que lo transformó en el papa Francisco, la máxima figura de la Iglesia Católica”.

Y agregó que “recuerdo con emoción su alegría, cuando con un grupo de tandilenses le presentamos el proyecto de lo que hoy es el Cristo de las Sierras, una de las obras que celebra la devoción religiosa de los tandilenses. Allí, en la Plaza San Pedro, tuvo palabras para saludar al padre Raúl (Troncoso) y su paso por la obra de los salesianos de Don Bosco”.
Por último, extendió “mi abrazo a toda la comunidad católica en el recuerdo de su gran legado”.