La demanda de Red Solidaria Tandil se incrementó durante los primeros meses de cuarentena
En un año tan complejo como el 2020, en el que muchos ciudadanos perdieron sus empleos y otros tantos no pudieron trabajar durante largos meses producto de las medidas restrictivas aplicadas en el territorio nacional para prevenir los contagios de coronavirus, la demanda de Red Solidaria Tandil incrementó y la situación se agravó por la crisis económica.
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Según contó Laura Sarmoria, referente de la ONG, en diálogo con El Eco Multimedios, año tras año reciben una cuantiosa cantidad de pedidos y lamentó que en muchas oportunidades no alcanzan a satisfacer a todos.
“Siempre nos superan, y esa situación de estar siempre superados no es linda. De todas maneras, eso también es bueno para seguir”, analizó.
En lo que atañe específicamente a la demanda del 2020, destacó que durante la primera etapa de la cuarentena, en los meses en los que rigió el aislamiento social, preventivo y obligatorio, recibieron pedidos de gente que jamás se había comunicado con ellos: “Nos pidieron ayuda algunas personas que de pronto se quedaron sin nada, muchos empleados que fueron olvidados por sus patrones, mucha gente que no tenía trabajo pero sí muchas deudas… Es como que de repente les sacaron el suelo debajo de sus pies y se enteraron de nosotros o de alguna otra agrupación de asistencia”.
Afortunadamente, esa demanda fue disminuyendo con el tiempo, cuando la ciudad abandonó el ASPO y pasó a la etapa de distanciamiento social, beneficiada por la favorable situación sanitaria.
“Después de mitad de año esa población de gente que era nueva y que pedía por primera vez fue como menguando”, relató aunque aclaró que, de todas formas, se intensificó la necesidad de muchas familias por el hecho de tener a los chicos en las casas todo el día.
“Y por otro lado hay familias que tenían una changuita, que tenían cierta regularidad o intermitencia, y no lograron recomponer ese ritmo y también necesitan de ayuda eventual o periódica, dependiendo el caso”, completó.
Teniendo en cuenta lo expuesto, sentenció, entonces, que sí notaron que la demanda aumentó aunque señaló que no fue cuestión exclusiva del 2020 sino que la curva evidencia una creciente pendiente desde hace ya seis años.
“Empezó a crecer y este es el sexto año que es dificilísimo, y no por la pandemia sino por la debacle económica que venimos sufriendo”, clamó. Asimismo, reveló que la asistencia hoy en día se basa casi exclusivamente en alimentos, cuando en realidad en otros tiempos se ocupaban de otras cuestiones más eventuales, como una cocina, un lavarropas, una cama o un colchón.