La Lupa: Hicieron de su casa un teatro taller y hace 10 años crean títeres y obras para niños y adultos

Eugenio Deoseffe y Agustina Villanes hicieron de su casa un teatro especial, para que actúen los títeres que ellos mismos construyen y a los que dan vida en el lugar. A 10 años del nacimiento de La Lupa, la compañía se consolida como un espacio referente en la ciudad, y mientras sus obras son premiadas, crece el público tanto de niños como de adultos que asisten a la sala a la que también suman talleres y otras propuestas.

“Este es un trabajo doble. Porque estamos construyendo a las actrices y actores de las obras. La construcción termina de completar el discurso propio o la mirada del mundo que uno quiere mostrar. Porque además de la historia, le das vida a los personajes que le van a dar vida a la obra”, contaron los titiriteros en diálogo con El Eco de Tandil.

Cualquiera que haya presenciado algunas de las funciones “Chafa y la oveja indomable” o “Martino Gomaespuma”, sabrá de la magia que se produce en la sala cada vez que los teatristas animan a sus muñecos. Por momentos ni siquiera hace falta esconder los hilos -si es que tienen- porque la ilusión se produce por algo más primitivo que cautiva tanto a los chicos como a los más grandes. Así, desde hace tiempo en torno al espacio crece una comunidad de espectadores que cada vez más apuesta por este tipo de obras.

Comenzó el movimiento

Aunque tanto Eugenia y Agustina se formaron en Teatro en la Facultad de Arte de la Unicen, llegaron por diferentes caminos a los títeres. Deoseffe había participado en el Festival que se realiza todos los años en la ciudad y le había llamado la atención la posibilidad que tenían los titiriteros de viajar y trabajar con su arte. 

Pero fue años después, y luego de que con cada uno de sus compañeros del grupo de clown Los Tri-Tri hayan tomado diferentes caminos, que el actor vio en Mina Clavero a un titiritero que montaba, solo, un espectáculo en el que animaba a una marioneta de Ray Charles. Así se imaginó viajando y haciendo temporada cargando nada más que una valija y dijo “es por acá”.

Volvió a Tandil y aunque por entonces “buscabas en internet cómo hacer un títere y no había prácticamente nada”, comenzó de manera autodidacta a fabricar sus propios muñecos. El principio fue “re complicado”, pero tras escribirle a personas del rubro logró avanzar. Cuando su colega Javier Lester retornó de un viaje, Deoseffe ya tenía hechos “como diez títeres”, y así empezó todo.

Los actores escribieron una obra, La Lupa, con la que ya realizaron más de mil funciones y de la cual tomaron el nombre para el teatro y a la compañía. Y de esa manera “comenzó un movimiento que hoy en día continúa, que me hizo viajar, aprender y después empezar a replicar”, como celebró el teatrista.

Agustina hizo su camino como actriz pero tiempo antes de la pandemia tomó un taller en el que construyó a su primera muñeca, Minerva. Lo hizo con una técnica particular -que Eugenio había aprendido de la maestra rusa Natacha Belova- y que consiste en crear figuras que se incorporan al propio cuerpo de los actores. Junto a Humberto, uno de los muñecos construido por su compañero, Minerva integra la obra por la que la compañía resultó premiada en la Fiesta Regional del Teatro.

Una obra para adultos

“Cuando llegue aquel instante” se estrenó en 2022 y en la última edición del evento organizado por el Consejo Provincial de Teatro Independiente fue reconocida por la decisión del jurado. Se trata de una obra que a diferencia de otras de la misma compañía, está destinada a un público adulto.

“Surgió a partir de empezar a jugar e improvisar. Yo había hecho unos títeres de unas muertecitas. Me gustaba esa idea del pasaje del oficio de la muerte, de la muerte que le enseña el oficio a su hijita”, contó el titiritero. La obra propone dos líneas temporales, “la de los muertos”, pero también “la de los vivos”, que narra el vínculo de dos personas que se conocen en un velorio. 

“La historia se va entrelazando de una manera en la que que al principio uno no sabe de qué va. Por eso también nos lo celebran mucho, el cómo la historia se va entrelazando. Y por un lado también, si bien los títeres es algo que todo el mundo conoce, los títeres para adultos no. Y son muy bien recibidos porque están hechos con una técnica que no está muy vista”, contaron en referencia al trabajo inspirado en lo que les transmitió la referente rusa.

“Son muñecos de tamaño humano, híbridos, porque uno de los brazos es del títere y otro de quien le da vida. Las piernas también son del títere y ahí se completa el cuerpo. Se genera una gran ilusión”, agregaron.

Con la muerte como tema principal, “Cuando llegue aquel instante” logró en las funciones realizadas, generar una empatía particular con el público. “Es un tema que no es lejano a nadie. Incluso hay gente que después de la función nos contó que le hizo muy bien verla porque le habían pasado determinadas situaciones. Y tiene también bastante humor, con un tema que por lo menos en este país, culturalmente es más tabú”, sumaron.

Mientras la obra, a fuerza del “boca en boca” y de recomendaciones, atrajo a la sala “un público que no es el habitual”, los integrantes de la compañía continúan viajando por festivales, estrenando trabajos en su propio espacio y sumando propuestas de talleres. Con la mira puesta en el festival Vacas con Lupa, que llevan a cabo durante las vacaciones de invierno, Eugenio y Agustina y sus muñecos siguen transitando un camino que iniciaron hace una década atrás, pero que también recién comienza.