La Biblioteca Rivadavia incorporó un celular con una aplicación de lectura para ciegos

La Biblioteca Rivadavia sumó a sus servicios un celular que le permite a personas ciegas o con disminución visual acceder a la lectura a través de una aplicación que reproduce de manera oral textos escritos. 

La iniciativa fue presentada en La Noche de los Museos, donde también dieron a conocer la incorporación de una computadora pública que cuenta con un sistema especial de asistencia a no videntes, y la nueva señalética en braille del Museo del Libro y de las estanterías. Todo estará disponible de manera abierta y gratuita para la comunidad en general.

Las incorporaciones se realizaron con el objetivo de vincular a la Biblioteca tanto a personas con discapacidad visual como a su entorno. “Siempre precisaba que alguien se sentara al lado mío a leer. Con este sistema a lo que apuntamos es darle a la gente con discapacidad que se está integrando mucho más a diferentes cosas como a carreras terciarias, otras herramientas para que si viene a la Biblioteca a leer un material pueda hacerlo”, sostuvo Pablo Falco, presidente de la institución.

El caso de Falco es particular porque él mismo es ciego. En base a su experiencia acercó la propuesta a la Comisión Directiva donde fue aprobada por unanimidad. “Tuvo el apoyo unánime de todos desde el principio así que lo quiero resaltar, lo mismo que la ayuda de Ayelén Galván para hacer la señalética”, destacó el presidente en diálogo con El Eco de Tandil.

Falco contó que desde hace tiempo barajaban en el marco de la comisión la idea de trabajar en la integración de la Biblioteca. Por motivos económicos descartaron la incorporación de una rampa de acceso o un ascensor, por lo que evaluaron otras opciones.

“Yo por mi dificultad lo pensé por otro lado y planteé empezar por algo más económico, adaptar la Biblioteca para ciegos. Tenemos 80.000 libros y no puede venir ningún ciego a leer. Obviamente transcribirlos al braille es imposible. Pero yo en el teléfono tengo un dispositivo que lee. Se donó un celular con esa aplicación y se lo presta a cualquier ciego que quiera leer un libro. Es un sistema muy útil”, precisó.

Un primer paso

Falco consideró a la propuesta como “un primer paso, pequeño pero completo” en el camino de la adaptación y la integración de personas con discapacidad a la Biblioteca. En ese marco sumaron también cartelería en braille al Museo del Libro, un espacio dentro de la institución donde exhiben algunas de las “joyas” de su acervo, libros antiquísimos, ediciones especiales y hasta cartas de puño y letra de las principales figuras políticas y sociales de la historia argentina.

“Los museos generalmente son para ver, son todos muy visuales. Ahora pueden venir solos y leer en braille los carteles de cada cosa que tienen enfrente. Obviamente no van a poder identificar el libro en sí, reconocer los libros antiguos que tenemos, pero van a poder saber que es un libro de 1680, cómo se llama, quién lo escribió, porque todo eso va a estar detallado en la cartelería”, señaló Falco.

En el mismo camino de la integración, incorporaron a una de las computadoras de uso público un sistema de asistencia a los no videntes, que “habla” a los usuarios describiendo los diferentes elementos en pantalla. Así, tanto ciegos como personas con disminución visual podrán acceder a dicha máquina para utilizar internet, procesadores de texto y otras prestaciones.

“Para mi volver a leer fue importantísimo. Estoy presidiendo una biblioteca y no podía agarrar un libro. Aparte, amén de la biblioteca me resultó importante porque a mí siempre me gustó estudiar, saber y muchas veces el Ok Google sirve solo para decir un resumen de dos renglones. Me quedaba con la duda de todo lo que podía leer sobre un tema. Ahora con esto di un avance bastante importante. Más allá de que todavía no me he sentado a estudiar otra vez, puedo proyectar”, concluyó el presidente de la Biblioteca.