La Biblioteca Rivadavia busca incorporar 360 nuevos socios para lograr su sostenimiento
Lanzó la campaña junto al Rotarac Club Tandil. Con 111 años de trayectoria, tiene 800 socios., que hacen el aporte económico más importante que tiene la institución.
La emblemática Biblioteca Rivadavia lanzó una campaña de socios junto al Rotarac Club Tandil para sumar nuevas voluntades que colaboren en el sostenimiento de la centenaria institución.
Recibí las noticias en tu email
Gastón Morando, presidente de la comisión directiva, refirió que al cumplirse los 111 años de su creación decidieron llevar a cabo un proyecto para incorporar 360 nuevos socios que se sumen a los 800 actuales. Los asociados representan el ingreso económico más importante de la entidad, que además percibe subsidios del orden municipal, provincial y nacional para su funcionamiento.
“En un contexto de dificultades económicas, tenemos el desafío de incorporar para el 31 de diciembre esta cantidad de gente y encontramos la posibilidad de trabajar en conjunto con los jóvenes de Rotarac”, expresó Morando.
Los integrantes de Rotarac -división del Rotary Tandil que agrupa a jóvenes de entre 18 y 30 años- se encargarán de difundir y captar personas para que contribuyan con su aporte a solventar los gastos de la institución y puedan además hacer uso de los beneficios que otorgan. La novedad es que en esta oportunidad se podrá optar por la adhesión al sistema de débito automático y que las cuotas directamente se devenguen bajo esta modalidad.
La cuota es de 110 pesos mensuales y quienes efectúen el pago semestral, abonarán 550 pesos, ahorrándose de este modo el canon de un mes.
Por su parte, Eugenia Rubiales, presidenta de Rotarac, manifestó su alegría por poder ayudar a la biblioteca “porque sabemos lo importante que es para la ciudad” y señaló que aún están definiendo la estrategia que los tendrá próximamente en las calles para llevar adelante la iniciativa.
El corazón de la cultura
En medio de un mundo que avanza a paso redoblado hacia la digitalización, el rol de las bibliotecas se resignifica y se construyen nuevas formas de producir y consumir cultura. En la transición al mundo virtual, el espacio se reconfigura como un centro cultural capaz de promocionar y albergar diversas manifestaciones artísticas de la sociedad en la que está inmersa.
Al respecto, Morando apuntó que “las bibliotecas populares sufren una amenaza frente al mundo digital pero no pierde la esencia. Seguimos teniendo muchos préstamos de libros, hay mucha gente que va cada día a la biblioteca a leer, a escribir, a hacer tareas, es un espacio de cultura y socialización”.
En el edificio de la calle San Martín se desarrollan múltiples talleres y conferencias, y además aspiran a poder recrear el viejo teatrillo y seguir impulsándolo como una sala más de las que conforman la oferta teatral local.
“Se han transformado de bibliotecas tradicionales a centros culturales, es lo que vamos a tratar de transmitir y también los beneficios que tiene formar parte de la biblioteca -que no es sólo contribuir a que siga brindando servicio- sino la posibilidad de realizar diferentes actividades que sirven para hacer buen uso del ocio”, cerró el titular de la comisión.