La ANMAT prohibió la comercialización de barbijos que supuestamente se confeccionaban en Tandil
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica prohibió el uso, la comercialización y la distribución de unos tapabocas que supuestamente eran fabricados por la empresa tandilense CDG S.A, pero que se pudo comprobar que eran falsificados.
A través de la disposición 6189/2020 publicada este martes en el Boletín Oficial de la República Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió el uso, la comercialización y la distribución de unos barbijos que supuestamente se confeccionaban en Tandil.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLas actuaciones comenzaron cuando el Hospital Ramón Carrillo de la localidad de Ciudadela realizó una consulta a la firma tandilense CDG S.A en relación a unos tapabocas recibidos en concepto de donación que había sido realizada por un particular no identificado y que presuntamente habían sido elaborados por la empresa tandilense.
Para detallar lo expuesto, desde el nosocomio aportaron fotografías ilustrativas de los productos en cuestión, en las que se pudo observar un barbijo color verde y una bolsa de nylon transparente con un rótulo que decía: “Controlado y aprobado código barbijo-MEDISPO, cantidad 50 unidades. Autorizado por la ANMAT PM 2055-1, lote 101-005. Fecha de Fabricación: mayo 2020. Fecha de vencimiento: mayo 2025. Venta Libre. Elaborado por CDG S.A. Dirección: General Paz 1052, Tandil, Buenos Aires”.
Al conocer lo expuesto, la firma local confirmó que se trataba de barbijos falsificados y comunicó la situación a la Dirección de Evaluación y Gestión de Monitoreo de Productos para la Salud mediante correo electrónico.
Además, la directora técnica de la empresa informó inmediatamente al Hospital Ramón Carrillo que los barbijos no correspondían a productos distribuidos por ellos, sino que se trataba de unidades adulteradas.
“Hace un mes, aproximadamente, nos llamaron de la farmacia de un hospital de Ciudadela y nos preguntaron si éramos los importadores de esos barbijos. Y sí, somos los únicos distribuidores en la Argentina. Nos dijeron que habían recibido una donación pero que el envase era un poco desprolijo, entonces querían constatar que fueran genuinos”, explicó en diálogo con El Eco de Tandil Marcelo Alonso, titular de la empresa.
Al escuchar lo expuesto, inmediatamente notó que se trataba de tapabocas adulterados ya que una de las características de los productos que importan es que “el envase es mucho más lindo que el de los demás del mercado porque vienen en una caja de cartón rígida”.
Para confirmarlo, les pidió una imagen pero les aclaró que lo más probable era que no fueran originales. Cuando le enviaron la foto, lo comprobó: “Entre todas las cosas, en lugar de la caja rígida estaban en una bolsa de nylon y, además, los datos de los productos tienen que estar en la caja por obligación de la ANMAT, pero en este caso estaban en un papel, con lo cual ya no era ni parecido”.
Tras mandarle la foto, también le enviaron uno para que chequeara si efectivamente eran falsos y “donde lo toqué me di cuenta que no eran ni parecidos. Porque nuestro barbijo es líder en el mercado y por eso lo han falsificado”.
Datos erróneos de la compañía tandilense
Acerca de la legitimidad del producto, desde CDG informaron que los originales se distribuyen acondicionados en una caja, mientras que los falsos estaban en una bolsa de nylon transparente.
Asimismo, la empresa los confecciona con tela SMS, tricapa, termosellados y con una chapita para ajuste nasal. Empero, los que llegaron al centro de salud de Ciudadela eran de polipropileno, conformado por una sola capa, con costuras con hilo y sin elemento de ajuste para la nariz.
En lo que atañe al rótulo del envase, que llegaron escritos en un papel impreso que fue pegado a la bolsa de nylon, las autoridades de la compañía tandilense informaron que los datos del producto original van grabados en la caja.
Cabe destacar, por otra parte, que CDG S.A esta habilitada por la ANMAT como empresa importadora y no como elaboradora o fabricante. “Nos dedicamos a la importación, acondicionamiento, fraccionamiento y distribución de productos médicos”, informan en su página. En tanto, Alonso aclaró que “nosotros no fabricamos. Nuestro producto dice ‘importado por CDG’, porque somos importadores”.
Otro error que cometieron quienes falsificaron los tapabocas fue la dirección que consignaron ya que la compañía dejó de estar en Paz al 1000 en 2016; hoy se encuentra en el Parque Industrial.
Finalmente, también hubo yerros al describir a los barbijos como de “venta libre”, ya que no corresponde con la condición establecida por el titular en el registro –debería haber dicho “venta exclusiva a profesionales e instituciones sanitarias”-, y al nominarlos como PM 2055-1, puesto que ese número corresponde a otros productos de la firma.
Se desconoce su efectivo origen
En consecuencia, desde el punto de vista sanitario se trata de un producto falsificado del que se desconoce su efectivo origen y composición. Al no poder garantizarse su calidad, seguridad y eficacia, resulta un riesgo para la salud de la población.
“Quise saber quién era, pero en el hospital en esos días estaban desbordados de personas entonces les figuraba que entró como donación pero no pudieron encontrar quién la había hecho”, manifestó Alonso y agregó: “Si me decían quién lo había donado, yo lo llamaba y le preguntaba de dónde lo había sacado. Pero estuve contactándome durante diez días con el nosocomio y me dijeron que no sabían”.
A fin de proteger a eventuales adquirentes y usuarios de los productos falsificados involucrados, la Dirección de Evaluación y Gestión de Monitoreo de Productos para la Salud sugirió la prohibición de comercialización, uso y distribución de todos los lotes del producto con las características expuestas.
Finalmente, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica decidió hacer caso a la medida recomendada y prohibió el uso, la comercialización y la distribución en todo el territorio nacional de todos los lotes de barbijos falsificados con el rótulo: “Controlado y aprobado, código barbijo-MEDISPO. Autorizado por la ANMAT PM 2055-1. Venta Libre. Elaborado por CDG S.A. Dirección: General Paz 1052, Tandil, Buenos Aires”.
Primera y única falsificación registrada
Confió el titular de la firma que esta fue la primera vez, y hasta el momento la única, que encontraron productos falsificados. No obstante, no dudó en vaticinar que debe haber muchos casos más.
“Nosotros lo detectamos porque la gente del hospital fue prolija, pero hay muchas personas que con este tema de la pandemia no le presta atención. Y es raro que lo hayan hecho en un solo lugar; esto debe ser una pandilla que opera en el conurbano”, sentenció
Agregó que no detectaron más de su marca que hayan sido imitados pero aseguró que “deben haber millones de barbijos falsos de todo tipo y marca; no tengo ninguna duda”.
Mientras aguarda por la aparición de nuevos casos, reconoció que le gustaría poner un aviso a nivel nacional informando cuáles son los canales autorizados para comercializar sus productos: “Lo voy a hacer por las dudas, para que en el ámbito se sepa quién es el distribuidor habilitado”.