Juárez monitorea a cerca de 170 personas de Tandil que trabajan en Barker y Villa Cacique
Siguen con preocupación el brote viral tandilense, por la estrecha relación social, comercial y de salud que mantienen los juarenses con esta ciudad. Además, reciben a diario a 62 agentes del Servicio Penitenciar, empleados de los bancos Provincia y Nación y de las empresas termoeléctrica MSU y Loma Negra. Carlos Saba, secretario de Seguridad de la vecina localidad, dio detalles de las medidas que implementaron desde el último lunes.
El municipio de Benito Juárez sigue con atención y preocupación el brote de coronavirus que se desató en esta ciudad, con 80 casos activos, más de 150 análisis pendientes y más de 500 personas aisladas. Por ese motivo, desde el último lunes, endureció los controles en los dos únicos accesos dispuestos, desalentó las reuniones sociales con tandilenses y estableció la cuarentena obligatoria para quienes viajen a Tandil.
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El secretario de Seguridad de Benito Juárez, Carlos Saba, le explicó a El Eco de Tandil las acciones que adoptaron para resguardar a los 18 mil vecinos y a otros 6 mil de Barker y Villa Cacique, atento a la estrecha relación social, comercial y de salud que mantienen con la comunidad tandilense.
En principio, ese distrito dispuso que las personas que vienen a Tandil están obligadas a hacer un aislamiento de 14 días al regresar a su localidad. En cuanto a los pacientes que viajan todos los días o día por medio para seguir tratamientos médicos, monitorean que al regresar no salgan de sus domicilios y la misma medida se implementó con unas 15 personas que viven en la localidad vecina y trabajan en Tandil. “Tenemos un tratamiento especial para las personas que son de Benito Juárez y que trabajan en Tandil”, expuso.
Por otra parte, informó que los comisionistas y las empresas de correo pueden entrar a la ciudad porque son servicios esenciales, pero deben cumplir con un protocolo especial.
Personal esencial
Por otra parte, subrayó que “tenemos también un problema con el Servicio Penitenciario, donde trabajan personas de Tandil que también les tenemos que permitir el ingreso y son 62 que vienen a la Unidad 37. No viajan las 62 todos los días, porque trabajan 24 por 48 ó 48 por 96, pero esas personas tienen una circulación que no la podemos cortar”, detalló el funcionario.
Saba informó que “entre el Servicio Penitenciario, la empresa Loma Negra, bancos Nación y Provincia en Barker y Villa Cacique, más MSU (la termoeléctrica), tenemos alrededor de 160 ó 170 personas que son de Tandil y están trabajando en Barker-Villa Cacique y regresan a Tandil todos los días”.
Consideró que “es una situación muy compleja” y para dar un ejemplo, agregó que la sucursal del Banco Nación en Villa Cacique tiene 6 ó 7 empleados y 5 son de Tandil. “Tampoco tenemos la posibilidad de cortar esa circulación de gente. Tanto la termoeléctrica como los bancos y el Servicio Penitenciario son esenciales”, reiteró.
Sin visitas sociales
“Estamos trabajando muy fuertemente con los vecinos en la parte social. Estamos pidiéndoles que quienes tengan familiares en Tandil no los inviten a venir a Juárez. Nosotros en los controles estamos muy estrictos y estamos haciendo volver a la gente para atrás, no les permitimos el ingreso. Tampoco permitimos el ingreso de ninguna persona, ni proveedores, de las cinco localidades que tenemos en la región como ciudades con circulación (del virus), los sábados, domingos o feriados”, amplió Carlos Saba.
Confirmó que en los dos puestos de control detectan muchos casos de personas que intentan entrar a ese partido. “Tenemos una actividad comercial bastante importante, viene gente de la región, mucha del AMBA y de La Plata, fundamentalmente, y si no informan con anticipación para ver dónde se van a aislar y nosotros previamente verificamos el lugar, no estamos permitiendo el ingreso”.
“Es una gran dificultad”
En cuanto al impacto que tuvo en la comunidad de Juárez el brote epidemiológico que se desató en Tandil, sostuvo que “cayó muy mal porque la relación es muy importante. Hay una relación comercial, bancaria. Tenemos mucha gente que tiene cuentas en bancos de Tandil y que tiene que sí o sí estar presente; lo mismo los contadores con el tema de AFIP, que si bien hay muchas cosas que se pueden hacer online, hay un montón de trámites que los necesitan hacer en forma personal”.
Evaluó que “realmente es una gran dificultad, por eso nos preocupó muchísimo y estamos encima del tema de Tandil, cómo se está resolviendo. Si Tandil logra cerrar este círculo de contagios o realmente la cosa se expande porque ahí vamos a tener que ajustar las medidas con las consecuencias, que van a ser muy importantes”.
En ese sentido, expuso que hay “mucha” preocupación por la situación de toda la región, donde sólo quedan Juárez y Rauch sin contagios. “Una cosa que tenemos clara los vecinos de Juárez es que el virus no está entre nosotros. Hace seis meses que los únicos casos que hemos tenido, desgraciadamente, es de gente que se ha tenido que ir a atender a Capital y ha vuelto infectada lamentablemente. Pero dentro de la comunidad no hay circulación de virus, no hemos tenido un solo contagio”, dijo.
Juárez fue la primera ciudad bonaerense en habilitar todas las actividades, menos las de concurrencia masiva como boliches bailables, espectáculos públicos y deportivos. El principal rubro en su economía es el agropecuario que declarado esencial por el Gobierno nacional, por lo cual siguieron funcionando el molino harinero, las casas de remate, plantas de silos, las industrias de alimentos balanceados, veterinarias y agronomías, transporte, etc.
En tanto, Saba confirmó que desde el último lunes, cuando endurecieron los controles respecto al intercambio con esta ciudad, “se notó la merma de gente que iba a Tandil por razones comerciales”.
En paralelo, refirió que no tenían dimensión de la gran cantidad de vecinos de Juárez que están haciendo tratamientos médicos en Tandil y Mar del Plata, aunque rescató que son aquellos que toman más recaudos para cuidarse.
Desde abril, registran casi 60 mil declaraciones juradas en los retenes
Benito Juárez cerró catorce de los dieciséis accesos que tiene y dispuso dos puestos de control, con personal de enfermería; agentes municipales a cargo de detener el tránsito, atender el arco para la desinfección vehicular y hacer controles bromatológicos, y un apoyo policial.
Uno de los puestos de control está en el acceso principal a la ciudad, sobre la avenida San Martín, por el cual ingresan vehículos particulares y proveedores con unidades de mediano porte. Allí dispusieron un arco sanitizante y una unidad de bromatología.
El otro retén está ubicado sobre la Ruta 86 y avenida Humaitá, por donde entra el tránsito pesado.
Aquellas personas que entran a la localidad deben llenar una planilla con los datos de procedencia, los motivos de la visita y el tiempo de permanencia, además les solicitan un número de teléfono y les toman la temperatura. Esto se implementó el 1 de abril y ya completaron 57.900 declaraciones juradas.
El secretario de Seguridad indicó que el jueves pasado hicieron un corte para analizar datos y en un solo puesto registraron que pasaron 1500 personas de Juárez y 400 de otras ciudades.
“Si para algo va a servir esto es para hacer un análisis de la movilidad y la relación comercial que tenemos con la región. Vamos a tener que estudiarlo tranquilos, cuando todo termine, porque realmente es muy importante”, consideró Carlos Saba.