IOMA: su padre falleció en una operación tras esperar una semana un traslado urgente

En otro lamentable caso que expone los conflictos de IOMA en Tandil, el vecino Juan Carlos Maiolino –jubilado como auxiliar de educación tras 47 años de aportes- falleció en una operación que esperó por casi una semana pese a que se había solicitado su traslado urgente . Su hija Vanina compartió su historia con El Eco Multimedios y contó el calvario que debió atravesar hasta lograr la operación en la que finalmente murió su padre.

“Quiero que algún político nos dé bola. Perdón por la palabra, pero que nos dé bola y que cambie totalmente 360 grados. Que agarre IOMA de donde la tenga que agarrar y que diga lo que hay que hacer. Porque no tiene que pasar más nada de todo esto. Es muy doloroso”, lamentó Vanina.

Juan Carlos Maiolino trabajó durante 25 años en la escuela Comercio, pero también tuvo su paso por Normal Superior, la escuela 34 y Polivalente. Desde hace 15 años sufría de arritmia y ventrículo agravado, por lo que mantenía al día su medicación. Sin embargo el pasado 2 de julio se descompuso, y ante la rápida advertencia de su madre, Vanina acudió para socorrerlo.

“Ahí empezó la pesadilla”, contó. Su padre tenía 19 de presión, “estaba todo negro ya”, y –como pudieron- lo acostaron y llamaron al 107. La ambulancia trasladó a Juan Carlos al Hospital, donde le realizaron tomografías y resonancias. En el lugar detectaron la disección aórtica –una fisura en la arteria- por lo que indicaron un traslado urgente.

“Acá en la Clínica Chacabuco este tipo de operaciones no se hace, porque el personal no es capacitado ni tienen los materiales”, precisó Vanina. Una de las trabajadoras del Hospital ayudó para reunir todos los papeles necesarios para la intervención. En búsqueda de lograr que no se dilate el trámite, la familia del paciente se acercó a la oficina local de IOMA.

“Hablé con la delegada, que me terminó diciendo que tenían que autorizar el traslado por un Call Center. Entonces le dije que ella tenía un número directo a La Plata, que yo no lo tenía, que podía llamar. Pero me dijeron que ellos eran un empleado más. Me fui sin nada, con las manos vacías”, lamentó Vanina.

“Para que a nadie más le pase”

A la espera de la autorización del traslado, Vanina Maiolino publicó su caso en el grupo Emergencia IOMA Tandil. Muchos de los integrantes les compartieron contactos de referentes políticos y periodistas locales. “Civale me atendió, Santamarina y Lafourcade también”, contó la damnificada en referencia al diputado provincial, al jefe de la Anses Tandil y a la responsable de la Defensoría del Pueblo.

Mientras tanto, Juan Carlos continuaba internado y “se había deteriorado muchísimo. El martes a la mañana él ingresó y los médicos pensaban que el miércoles iba a estar trasladado. Un riñón ya no estaba, le iba afectando los órganos, la pierna derecha, y ya no le llegaba tanto oxígeno a la cabeza”, señaló Vanina.

“Fue tal la movilización de tanta gente, yo no sé de dónde cayó la derivación, el lunes a la tarde. Casi una semana después. Del Hospital Italiano se consiguió el lugar, se consiguieron los insumos y vinieron las ambulancias de allá a buscarlo”, precisó. 

La operación tenía una duración prevista de 6 horas, y promediando las 7 de la tarde del día de la intervención, Vanina recibió un mensaje de su madre que le decía que la situación se había complicado. “A los quince minutos salieron tres médicos y le dijeron ‘señora, falleció’”, agregó.

“Si el traslado hubiera estado el miércoles a la mañana, yo por ahí lo tenía, como por ahí no. Pero me hubiera quedado un poquito más conforme con IOMA”, expresó Vanina, quien no descartó iniciar acciones legales contra la obra social.

“Metieron a la 23 de Diciembre, metieron los Policonsultorios y tenés que abandonar a tu médico porque se cansa de que no le paguen. ¿Qué nos queda? ¿Cómo vamos a tener que estar formando un grupo de Facebook para ayudarnos? Es una locura esto, es triste”, lamentó la hija de la víctima.

Vanina agradeció a todas las personas que la acompañaron para poder asistir a su padre, en particular al personal de la UCRI del Hospital, y a la trabajadora administrativa que ayudó con los trámites necesarios.

“Estoy acá porque se lo prometí, pero a mi papá no me lo van a devolver, el dolor ese no se saca y menos a una semana. Pero que hagan algo por los que están, porque le puede pasar a cualquiera. Que nos cuiden”, concluyó.