Inundados por un olor nauseabundo, vecinos de Cerro Leones reclaman limpieza y entubamiento de un canal
Desde febrero hasta ahora ya han presentado varios reclamos a distintas oficinas municipales sin soluciones como respuesta. Agua estancada, residuos y malezas generan una contaminación de aire y napas. Desde la planta de tratamiento de Obras Sanitarias en Chaperrouge al 300 decantan los líquidos a dicho canal y responsabilizan al Municipio.
Vecinos ubicados en la zona de la rotonda que está frente al ingreso a Cerro Leones, precisamente sobre la calle Salta a pocos metros de la Ruta Provincial 30, en cercanías al Parque Industrial de Tandil (PIT), se cansaron de no obtener respuesta en cuanto al mal estado de una canal de desagüe que genera contaminación.
Antonia y José Ángel Corica son solo alguno de los que viven allí y su terreno se extiende hasta la ruta por donde cruza justamente este conducto de aguas pluviales, que según explicaron no se limpia desde el año pasado.
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“Desde la planta de tratamiento de Obras Sanitarias en Chaperrouge al 300 decantan los líquidos a dicho canal y el mismo se encuentra saturado de malezas, entre otras cosas. Eso con las lluvias genera un derrame por la zona de una borra color oscuro, contaminando todo a su alrededor, ni hablar de las napas de agua”, describió Antonia, cansada y desilusionada por la falta de solución.
Es que, como contó, varios veces y por distintos medios han planteado la problemática a las áreas municipales correspondientes, pero no han conseguido que se haga algo por resolverlo hasta el momento.
Las denuncias
A principios de febrero mediante la nota con número 50217 iniciaron la solicitud de limpieza del canal que escurre las aguas de Obras Sanitarias, de la planta cita en Chaperrouge al 1300. Según indicó José Ángel, anterior a esto, desde la planta hasta unos 200 metros por zona de préstamos realizaron un dragado y allí finalizó la obra; lo que restarían son unos mil metros más de limpieza.
“Obras Sanitarias derivó mi nota a Pavimentos y Desagües”, aseguró, lamentando que a pesar del paso del tiempo la situación siguió siendo la misma.
En dicha oficina la respuesta que le brindaron fue que no contaban con la maquinaria pertinente para realizar esa tarea, por lo tanto solicitarían fondos al Municipio para alquilar el equipamiento. Sin embargo, la réplica en ese momento fue negativa y así, simplemente la limpieza quedó sin poder efectuarse.
Los vecinos esperaron un tiempo hasta que decidieron presentar otro reclamo. Eso fue el 17 de mayo y optaron por dirigirse a la Dirección de Medioambiente, con otra expectativa sobre poder encontrar una solución, pero la suerte fue la misma y hasta ahora no han tenido noticias de ninguna de las áreas. Lo mismo han hecho en reiteradas oportunidades a la Defensoría del Pueblo, con igual decepción.
“El Municipio nos contamina y ensucia la zona, con ese derrame de aguas que deberían ir por cañería, ya que el canal corresponde a desagües pluviales y falta mantenimiento anual”, aseguró José, advirtiendo que sería un tramo aproximado de 1500 metros lo que deberían entubar.
Aire y napas contaminadas
Desde el vecindario, las personas afectadas han manifestado su queja ante las oficinas municipales de manera individual, ya sea personalmente o por teléfono. Ante la ignorancia percibida consideraron canalizar por los medios de comunicación esa preocupación que ya se transformó en angustia.
El Eco de Tandil se acercó y recorrió la zona, en ese sitio preciso está ubicado un vivero y del otro lado de la calle un campo que se utiliza para cultivos, mientras que cruzando la ruta hay algunas casas alejadas, pero el espacio verde suele ser utilizado los fines de semana como paseo de algunos ciudadanos. En todos los casos son afectados por el olor nauseabundo que emana del estanque.
Ya no hay solo malezas, sino que la acumulación de residuos, ramas y otros restos junto a la falta de limpieza del drenaje ha generado una situación ya inaguantable para aquellos habitantes que sufren a diario el mal olor, dependiendo el viento afecta más a unos que a otros. Como si fuera poco, cuando llueve el líquido que no tienen por donde fluir se distribuye por decantación hacia los lados del canal, incluso ha llegado a afectar las plantaciones del potrero.
“Las aguas de cloacas deben seguir por cañería y no a cielo abierto. Es responsabilidad del Municipio, de Obras Sanitarias, de Hidráulica y de Medio Ambiente. Están todos en la misma bolsa, esto es un delito. El Municipio cobra impuestos a los frentistas y arroja la peor suciedad a nuestro paso por acceso a las viviendas”, apuntaron los vecinos.
Por otro lado, lamentaron que los fines de semana la gente se acerque y haga pic nic a la vera de la ruta y luego deje todos los restos, que tarde o temprano terminan en el mismo canal al que hacen referencia y por el que están pidiendo limpieza o entubamiento.