Insisten sobre la “fuertísima crisis” habitacional y piden un abordaje de las distintas propuestas

La problemática habitacional sigue en agenda. Mientras escasean las propiedades en el mercado inmobiliario, la demanda sigue en aumento y las condiciones complican la situación de los vecinos que encuentran en el alquiler una opción ante la imposibilidad de acceder a la casa propia. 

En ese marco, el sábado por la tarde se celebró una asamblea “por un alquiler justo”, en la que un grupo de inquilinos expuso distintos casos y repasó las acciones que podrían implementarse para afrontar este contexto.

“Los elevados precios de inicio de contratos, sumado a la especulación del sector inmobiliario y la falta de viviendas en el mercado, genera un combo explosivo en el que perdemos las personas que tenemos que alquilar”, plantearon desde Patria Grande, responsable de la convocatoria.

En ese sentido, el mensaje del encuentro ratificó la firmeza por “seguir luchando por políticas municipales de acceso a la vivienda; queremos un Tandil con un alquiler justo porque el techo digno es un derecho, no un privilegio”.

En diálogo con El Eco Multimedios, el concejal del Frente de Todos, y referente de Patria Grande, Juan Arrizabalaga, analizó el escenario y las principales preocupaciones, a la vez que advirtió que la “prosperidad que algunos creen que está viviendo Tandil”, debe sumarse una “fuertísima crisis de la vivienda”, por lo que pidió “hacerse responsables” y abordar el tema.

Principales problemáticas

En ese sentido, planteó tres puntos “centrales” de la problemática: los aumentos “desmedidos” en las renovaciones de contratos, la comisión inmobiliaria y los alquileres temporarios.

En cuanto al primer aspecto, analizó que, “con una inflación del 50 por ciento anual, ese ajuste igual está asegurado”. Sin embargo, las renovaciones de contratos se ubican “entre un ciento por ciento y un 400 por ciento”. 

“Son absolutamente desmedidas, una especie de desalojo de los inquilinos por descarte económico”, definió y alertó que “los propietarios y los sectores inmobiliarios tienen que entender que no pueden continuar porque van a generar un gran conflicto social”. 

En tanto, se refirió al porcentaje que se le cobra al locatario al momento de la renovación del contrato, que para Arrizabalaga es “injusta e ilegal y forma parte de un reclamo histórico que tenemos”.

Según indicó, “la ley dice que no le pueden cobrar el cuatro por ciento del total del contrato. Es una barbaridad y una usura”.

Finalmente, reclamó una regulación del alquiler temporario y de la vivienda ociosa. “Es un mal negocio para la cuidad”, aseguró y dijo que el Municipio “tiene potestad para regular este tema y es una gran impericia que tenga tanta gente cobrando multas en el centro cuando está repleto de alquileres temporarios”.

Propuestas 

“Hace muchos años que venimos trabajando con este tema, pidiendo políticas públicas”, defendió el concejal del Frente de Todos. 

Así, repasó las propuestas impulsadas en el último año y medio, algunas de las cuales “duermen en un cajón o directamente no se aprobaron”, como la regulación del alquiler temporario; el relevamiento de la vivienda ociosa; la ampliación de las funciones de la Oficina de Atención al Inquilino; el descuento en la tarifa de luz para inquilinos; el programa de acompañamiento integral para inquilinos; y la encuesta municipal de los inquilinos en la pandemia.

“Hay muchas cosas para hacer que mejoran las condiciones. Me parece que no estamos colaborando en solucionar los problemas, sino que estamos haciendo cosas para que los problemas exploten”, advirtió.

En ese sentido, expresó: “Hagámonos responsables de los inconvenientes que tiene la ciudad porque la prosperidad que algunos creen que se está viviendo, por otro lado atraviesa una fuertísima crisis de la vivienda y no es una bella época para todos”.

Y “nosotros tenemos la responsabilidad de hacer que esa supuesta prosperidad que tiene Tandil, y de la cual parece que tenemos un gran orgullo, está generando una especie de los Juegos del Hambre para muchos tandilenses que son trabajadores y generadores de riqueza para la ciudad”, sentenció Arrizabalaga.

Análisis 

En su análisis, expuso que a la par de las últimas devaluaciones, la inflación y el incremento del dólar, “evidentemente también explotó la burbuja inmobiliaria” y planteó que “no se puede vender una vivienda ni un lote en Tandil” y que, en caso que eso suceda, queda en manos de inversores. “No se la pueden vender a trabajadores que necesitan un techo propio y dejar de alquilar”, remarcó.

“El mercado se estancó”, fustigó y enfatizó que las propiedades “no están a la venta porque no se venden”, pese a la cantidad de carteles que colocan las inmobiliarias y que abundan en la ciudad.

Por otro lado, sostuvo, con un inmueble dolarizado, “el bolsillo de quienes alquilan no puede equilibrar la expectativa de rentabilidad que tienen los multipropietarios”.

En ese sentido, expuso que hay viviendas que se incorporaron al sector turístico para responder a la demanda de alquiler temporario, circunstancia que abre el debate sobre los alojamientos sin registrar y la “desigualdad” entre quienes sí lo están en cuanto a los compromisos tributarios.

“Pero no sólo sacan la propiedad del mercado, sino que además, si se multiplica ese valor que piden por día por todo el mes, no hay bolsillo de un inquilino que pueda llegar a cubrir esa expectativa”, resaltó.