Género
Con grandes expectativas, iniciaron las capacitaciones en Ley Micaela para los 2.600 agentes municipales
El Teatro del Fuerte fue el escenario para presentar el esquema de formación que pretende sensibilizar en cuestiones de género y violencia a los empleados comunales de todas las áreas. Las capacitaciones abarcarán tres grupos de 900 personas y durarán un mes cada una. Es obligatoria para todo el personal y se ofrecerá de manera virtual, con materiales especialmente diseñados para la ocasión y una clase de apoyo semanal.
Ayer, ante un Teatro del Fuerte colmado, finalmente se puso en marcha el programa de capacitaciones en Ley Micaela del Municipio, con la presentación de la propuesta a la primera cohorte de agentes comunales.
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La iniciativa se enmarca en la Ley Nacional 27.499, que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La legislación fue sancionada en diciembre de 2018 en el Congreso y logró la adhesión del Concejo Deliberante a través de la Ordenanza 16.463 en marzo de 2019.
Siguiendo la cronología, en junio de 2021 recién se firmó el convenio por el cual la Universidad Nacional del Centro acordó brindar las capacitaciones, en principio a los funcionarios del Ejecutivo –inclusive el Intendente- y posteriormente al resto de los espacios de gobierno y áreas municipales.
En tal sentido, el año pasado se formaron en la temática los concejales y el personal jerárquico del Ejecutivo, y en esta oportunidad la comuna hizo extensiva las capacitaciones a toda la planta municipal, que ostenta aproximadamente 2.600 empleados entre la Administración Central y el Sistema Integrado de Salud Pública (SISP).
Para llevar a cabo la tarea, el Gobierno local firmó en febrero un nuevo convenio de cooperación con la Unicen y aportó recursos para conformar los equipos de trabajo que llevarán adelante la propuesta pedagógica.
La formación en el marco de la Ley Micaela -denominada así en homenaje a Micaela García, una joven de 21 años asesinada en 2017 en Entre Ríos- brinda la posibilidad de identificar y analizar críticamente las decisiones, los posicionamientos, las omisiones, los tratos y las prácticas cotidianas que reproducen las desigualdades.
Consiste, además, en comprender que no responden a un orden “natural” sino a un orden social, cultural, político y económico. De igual modo, refiere a decisiones humanas, personales, colectivas e institucionales que deben revisarse y modificarse.
El trabajo detrás
En contacto con El Eco de Tandil, la directora del Área de Género de la Unicen, Gisela Giamberardino, relató que en el seno del consejo asesor en Ley Micaela se debatió profusamente qué modalidad de trabajo era más pertinente implementar con tanta cantidad de personas en simultáneo, circunstancia que complejizaba el panorama.
“Hay diferentes metodologías para pensar y herramientas distintas para usar. Todo esto generó debates y tensiones, hasta que se definió usar la plataforma virtual de la Unicen y armar un equipo de trabajo de capacitación virtual con apoyo sincrónico, con la elaboración de materiales para los cuatro ejes que propone la ley”, puntualizó.
El tramo de formación fue diseñado por un equipo coordinado por Giamberardino y dos capacitadoras especialistas en la temática y docentes en los niveles preuniversitario y de grado de la Unicen, Luciana Ruiz y Mercedes Marchetti.
La batería de materiales para cada eje consta de un video introductorio; una clase conceptual escrita; un cuadernillo con imágenes, videos, canciones y podcast que dialogan de manera accesible con lo presentado en el eje; y por último, un formulario de autoevaluación. Todo está disponible tanto de forma virtual como para descargar y abarca tópicos como derechos humanos, marcos normativos nacionales e internacionales, introducción a la perspectiva de género, entre otros.
El esquema
De este modo, las capacitaciones se desarrollarán en tres cohortes de 900 personas y cada ciclo formativo durará un mes. Hasta el 15 de mayo los empleados de este primer grupo deberán acreditarse para luego obtener el acceso a la plataforma y el aula digital.
En paralelo, hay un equipo de ocho tutores que se ocuparán de efectuar las capacitaciones y acompañar a los alumnos. Así, cada viernes estarán al frente de un espacio sincrónico de consulta para desglosar el eje temático que corresponda. Posteriormente, el agente municipal deberá completar el formulario de autoevaluación con los temas expuestos. Además, una persona se encargó especialmente de diseñar el formato de los insumos para que resulten más amables y fáciles de seguir.
Con 16 aulas virtuales funcionando a la par y a razón de un eje por semana, el equipo prevé culminar la tarea en tres meses, para cubrir toda la planta comunal.
“El dato es que son 2.600 agentes municipales de la Administración Central y el Sistema Integrado de Salud Pública. También habrá gente que nunca hizo un espacio de autoformación y pensamos otro tipo de herramientas para más adelante, con talleres presenciales”, describió.
Por otra parte, como la capacitación tiene carácter obligatorio, el acuerdo con la Dirección de Recursos Humanos es que los trabajadores puedan leer y compartir el material en horario laboral, y utilizar las computadoras de los espacios de trabajo.
Consejo asesor
En tanto, la heterogeneidad de la población a capacitar impuso desafíos y cuestionamientos sobre cómo encarar las actividades iniciales de aprendizaje, una deuda que ha quedado saldada con este programa.
No obstante, pueden surgir múltiples resistencias y problemas a la hora de exponer estas temáticas, sobre todo considerando que muchas personas no tienen ningún tipo de acercamiento a la materia. En tal sentido, la también docente e investigadora universitaria señaló que fue fundamental la intervención del consejo asesor para debatir y poner en común los diferentes aspectos de este desafío.
Para ampliar la mirada, el mencionado espacio institucional está compuesto por representantes de la Unicen, el Municipio y el Sindicato de Trabajadores Municipales, concejales y la Mesa Intersectorial contra la Violencia Intrafamiliar y de Género.
Al respecto, Giamberardino valoró que “fue estratégico conformarlo porque si no las decisiones se toman sin compartir criterios, entonces ahí se discutió cuánto iba a durar, las pertinencias. Puede ser que no funcione, estamos haciendo una apuesta muy grande y veremos después de tres meses cuánta gente completó la formación. En temas de género y violencias las formaciones son continuas, y la Ley Micaela es la puerta de entrada para hacer otras cosas y pensar en formaciones por áreas o por incumbencias profesionales”.