Hipotecados UVA continúan reclamando soluciones al Gobierno por el aumento desmedido de las cuotas

Desde el grupo Hipotecados Uva Autoconvocados de Tandil resaltaron que, pese a haber efectuado diferentes anuncios, las autoridades nacionales nunca les brindaron respuestas ni soluciones concretas y hoy afrontan aumentos desmedidos de las cuotas, que en muchos casos se tornan impagables.

Fernando Pérez, uno de los integrantes de la agrupación, declaró en comunicación con El Eco Multimedios que, a diferencia de lo ocurrido durante la gestión anterior, época en la que no lograban tener llegada a ningún político. el colectivo nacional consiguió mantener reuniones con senadores, técnicos económicos y algunos ministros.

No obstante, enfatizó que el grave problema que afronta ahora es que si bien son escuchados y eso “está bueno”, la realidad es que nada se está haciendo: “Nos escuchan, pero no hacen nada. Los mismos senadores, cuando eran oposición durante el Gobierno anterior, habían presentado proyectos que Cambiemos cajoneaba. Y, lamentablemente, ahora está pasando exactamente lo mismo pero al revés”.

Contó que lo que están haciendo desde el grupo de Autoconvocados es impulsar diferentes iniciativas para ponerle un freno a la deuda, un tope al valor de la UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) y para reestructurar el crédito.

De acuerdo a lo expuesto por Pérez, una persona que tres años atrás tomó un préstamo de dos millones de pesos hoy está debiendo, aproximadamente, nueve millones y las cuotas que eran de 18 mil pesos, actualmente rondan los 67 mil pesos.

“Esa es la realidad de los hipotecados UVA de casas, que es un mundo de 105 mil familias. Después tenés el universo de prendarios personales, que son 430 mil, aproximadamente. Y me detengo en esto porque son 105 mil que si multiplicás por cuatro, tomando una familia promedio, te da casi cinco millones de personas. Si a eso le sumás el medio millón de prendarios, estás hablando de un mundo de un millón de ciudadanos que están atados a una usura UVA”, clamó.

Refirió que lo denominan así porque se trata de una “moneda ficticia” que fue aprobada por el Banco Central de la República Argentina y por el Senado de la Nación: “Son decisiones políticas sin ningún pensamiento extra más allá de lo político”.