Hipotecados autoconvocados celebran las medidas pero lamentan que el valor del UVA sigue creciendo
La medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio decretada a mediados de marzo por el presidente Alberto Fernández para prevenir los contagios masivos de coronavirus ha agravado profundamente la crisis económica en la Argentina y, por tal motivo, debieron llevarse adelante algunas iniciativas ante la emergencia pública en materia económica y financiera.
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“Nos encontramos ante una emergencia sanitaria que nos obliga a adoptar decisiones con el objetivo de proteger la salud pública, pero también a paliar los efectos de las medidas restrictivas vigentes, que significarán una merma en la situación económica general y de las economías familiares, para que los y las habitantes de nuestro país puedan desarrollar sus vidas sin verse privados de derechos elementales, tales como el derecho a la vivienda o a herramientas de trabajo”, advirtieron desde el Gobierno en relación a las hipotecas.
A través de un decreto de necesidad y urgencia, publicado a fines del mes pasado en el Boletín Oficial, manifestaron la obligación del Estado de adecuar y orientar su normativa en lo relativo a la vivienda, priorizando a aquellos sectores de la sociedad que menos posibilidades tienen.
Y, en este contexto de emergencia, reconocieron como indispensable atender la situación planteada en torno a las ejecuciones hipotecarias de viviendas únicas y por créditos prendarios actualizados por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA).
En diálogo con El Eco de Tandil, María Luisa Schwab, referente del colectivo de Hipotecados UVA Tandil Autoconvocados, citó las declaraciones de un compañero suyo de Santa Fe y reconoció que son muy acertadas: “Pensemos que estamos en una pandemia que está haciendo estragos en muchas partes del mundo. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto va a durar esto ni qué consecuencias va a tener en todos los órdenes, por lo tanto me parece qué hay muchos puntos positivos, como que reconocen que hay un problema con las hipotecas, congelan las cuotas y suspenden las ejecuciones, algo que era imprescindible”.
Pese a que reconoció, tal como su compañero santafesino lo expuso, que es prácticamente imposible que en este contexto el presidente anuncie una medida definitiva para solucionar los problemas que enfrentan los tomadores de créditos UVA, Schwab se mostró preocupada porque “los bancos no paran de hacer negocio”.
Evaluó que continúan con las esperanzas de que en algún momento les ofrecerán una solución final que les dé previsibilidad y una salida de este esquema de “indexación constante”, pero que por lo pronto acatan estas nuevas medidas. “Es un paliativo, pero la realidad es que el valor del UVA sigue creciendo. En definitiva los bancos no paran de hacer negocio”, concluyó.