Hicieron una presentación a la Defensoría del Pueblo por el desmantelamiento de Metalúrgica Tandil
Claudio Lowy y Miguel Ibarlucía están preocupados, ya que “las chapas de fibrocemento al ser desmontadas pueden largar asbesto al aire que, como se sabe, es altamente peligroso para la salud”. Quieren conocer si se adoptaron medidas de protección para la población y los trabajadores.
El desmantelamiento de la histórica empresa metalmecánica Metalúrgica Tandil ha despertado la preocupación en Claudio Lowy, un reconocido especialista en temas socioambientales, y en el abogado Miguel Ibarlucía, quienes han realizado una presentación ante la Defensoría del Pueblo de Tandil debido a que las chapas de fibrocemento de la cubierta, al ser desmontadas, pueden largar asbesto al aire, material que es altamente peligroso para la salud. Por ese motivo, piden que se informe qué recaudos se han tomado para evitar su propagación aérea, además de solicitar información al Municipio y la intervención del OPDS.
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En la presentación formulada solicitaron “el cumplimiento de la garantía del artículo 28 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, requiera la información pública ambiental (artículo 12, inciso 4 Constitución de la Provincia, Ley nacional 25.831, leyes provinciales 12.475, 14.229, 14.828, Decreto 805/16) y que adopte las medidas imprescindibles a fin de evitar el riesgo de daño ambiental y a la salud de la población de Tandil”.
Detallan que “según se ha informado por los medios de comunicación, Renault Argentina SA se halla desmontando la fábrica de Metalúrgica Tandil en el barrio de Villa Italia, a través de la contratación de terceros. Los galpones allí existentes poseen techos de fibrocemento. Ese material, por la época en que fue construida la fábrica y conforme surge de las notas periodísticas, contiene asbesto –amianto-, material altamente dañino para la salud ya que sus fibras se alojan en los pulmones ocasionando lesiones que pueden derivar en cáncer”.
En otra parte de la presentación, indican que “el Instituto Nacional del Cáncer lo informa en su página web. Si los productos que contienen asbesto son alterados, se liberan al aire fibras pequeñas de asbesto. Cuando se inhalan fibras de asbesto, estas pueden quedar en los pulmones y permanecer allí por largo tiempo. Con el tiempo, las fibras de asbesto acumuladas pueden provocar inflamación y cicatrización de tejido, lo cual puede afectar la respiración y causar problemas graves de salud”.
Agregan que “en el aire, el agua y el suelo hay niveles bajos de fibras de asbesto. No obstante, la mayoría de las personas no se enferma debido a este tipo de exposición. En general, las personas que se enferman son las que han tenido una exposición frecuente al asbesto, a menudo en su trabajo por contacto directo con el material o por exposición considerable en el medioambiente”.
Explican que “la mayoría de las exposiciones más graves al asbesto han sucedido en el pasado. Las exposiciones más graves en la actualidad tienden a suceder en la industria de la construcción y en la reparación de embarcaciones, en particular cuando se extraen materiales de asbesto para renovaciones, reparación o demolición. Es posible que la exposición de los trabajadores también ocurra durante la fabricación de productos que contienen asbesto, como textiles, de fricción, aislamiento y otros materiales para la construcción”.
Más detalles
Al indagar acerca de los cánceres relacionados con la exposición al material tóxico, contaron que “la exposición al asbesto se relaciona con un mayor riesgo de cáncer de pulmón y mesotelioma, que es un cáncer en las membranas delgadas que recubren el interior del tórax y el abdomen. El mesotelioma es el tipo más común de cáncer asociado a la exposición al asbesto, aunque la enfermedad es relativamente poco común”.
La Asociación Argentina de Expuestos al Amianto –Asarea- señala que ese material se lo encuentra en construcción como aislante térmico.
“Utilizado desde tiempos prehistóricos, en construcción aún se lo encuentra como aislante térmico e impermeabilizante, revistiendo piezas portantes de acero, calderas metálicas y antepechos de ventanas de madera con radiadores, en aislaciones sellantes de sistemas de calefacción, adhesivos para baldosas, fibrocemento (tejas, tanques de agua, chapas acanaladas, losetas), la capa superior de pavimento asfáltico y como aislante acústico en spray o mezclado en placas, entre otros usos”.
La misma asociación señala que lo que torna tan peligroso al amianto para el sistema respiratorio es “la biopersistencia de las fibras en los pulmones, esto es, que no se eliminan y pueden permanecer intactas por muchos años (en ciertos casos se ha comprobado que más de cien), lo que da tiempo para que el organismo desarrolle formaciones cancerosas”.
También sostienen que “se comprobó que no hay cantidad mínima de fibras inhaladas para causar daño. Una sola incrustada en el pulmón alcanza”.
Falta información
La falta de información pública permite suponer que no se cumplió con el procedimiento de la Ley 14.343 de Pasivos Ambientales. “Tampoco se ha difundido a la población un plan de contingencias para el caso de que se produjera algún siniestro en el proceso de desmantelamiento de los techos de asbesto, circunstancia que genera un escenario de riesgo ambiental y para la salud pública que resulta inadmisible”, indicaron los denunciantes.
Detallan que “al desmontarse los galpones de Metalúrgica Tandil se corre el riesgo de que se desgranen las chapas de fibrocemento y las fibras de asbesto se esparzan por el viento, siendo absorbidas por la población al respirar con las graves consecuencias señaladas. Dichas chapas, por su estructura, tienden a deteriorarse con esas consecuencias. Por tal motivo existen empresas especializadas en el desmonte de estructuras con asbesto, que adoptan todas las precauciones necesarias para evitar la contaminación del aire, suelo y agua y evitar daños en la salud de los trabajadores que realizan la tarea, de los vecinos del lugar y de toda la población de Tandil que corre riesgo como producto de la deriva de las fibras de amianto ocasionada por los vientos”.
El pedido
Por lo antes detallado y con la información recabada, Claudio Lowy y Miguel Ibarlucía le solicitaron a la señora defensora Paula Lafourcade, que requiera del Municipio de Tandil que “informe si se han adoptado las medidas de protección necesarias de la población y de los trabajadores para el desarmado de construcciones e instalaciones que contienen asbesto en la obra de desguace de Metalúrgica Tandil y que requiera la remisión de copia del plan de remediación y desmonte de la planta que los responsables de Metalúrgica Tandil, perteneciente a la firma Renault Argentina SA, presentaron al Municipio según señala el diario El Eco de Tandil del 27 de junio de 2019”.
Por último, expresaron que “en caso de silencio o negativa, adopte las medidas necesarias para evitar la propagación aérea del asbesto en la zona circundante a la fábrica indicada y en toda la ciudad, promoviendo las acciones judiciales necesarias”.