Escuela de Verano
Granja Los Pibes continúa a pleno con su colonia de verano, y este año sumó chicos de familias del barrio
El director Walter Fernández contó detalles del proyecto. Además, crece la demanda de familias vulnerable.
Con el lema “para que no nos quiten la alegría”, Granja Los Pibes continúa llevando a cabo actividades para los casi 80 chicos que concurren diariamente al establecimiento. Como en veranos anteriores, se encuentran en pleno desarrollo de la Colonia, a la que este año comenzaron a sumarse familias del barrio.
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En diálogo con El Eco de Tandil, el director del espacio Walter Fernández dio detalles de la propuesta del lugar para la temporada, y contó además que en los últimos días empezaron a registrar un significativo aumento de la demanda alimentaria y de ayuda social.
“La Colonia es un momento de disfrutar, como cuando nosotros éramos chicos y los viejos decían de ir a la playa. Son esos días que difícilmente después te los puedas olvidar. Ese mes de colonia te queda grabado. Lo pasaste bien, jugaste, conociste gente, aprendiste a nadar, es otra cosa”, destacó Fernández.
La Colonia de Granja Los Pibes está enmarcada en Escuelas de Verano, un programa impulsado desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente concurren al lugar alrededor de 80 niños, pero estiman que la semana que viene superarán el centenar.
La iniciativa cuenta con un director, 8 docentes, guardavidas y profesores a cargo de los colonos. Éstos son los encargados de llevar adelante las actividades recreativas, deportivas y culturales, que en la edición en curso tienen como tema común los países de Latinoamérica.
“Los chicos investigan sobre eso, y a fin de temporada lo muestran en el cierre, llevan todos los trabajos. Se hace en el Hípico, por una cuestión de espacio porque confluyen todas las colonias”, contó Fernández.
El director señaló que una particularidad de la temporada es que además de los propios chicos de la Granja, comenzaron a sumarse otros provenientes de familias instaladas en la zona.
“Este año tenemos la particularidad de que se han venido a anotar pibes de acá del barrio, vecinos. Y por supuesto que les abrimos las puertas. Son los pibes de matrimonios que se han instalado en la zona de La Helena, mucha gente de Buenos Aires que a la mañana por ahí van a otras colonias y a la tarde, sabiendo que está la nuestra y cómo ellas trabajan, vienen y piden permiso y los dejan acá. Para nosotros está bueno, porque aparte los chicos nuestros conocen a otros y trabajan con ellos y juegan. Y es un poco el objetivo de esto”, sumó.
Aumenta la demanda en la Granja
Granja Los Pibes es un espacio de contención y desarrollo al que asisten 80 chicos. Durante el año, un transporte que comienza su recorrido a las 6 de la mañana los busca por sus hogares y los lleva hasta sus escuelas o jardines. De ahí los vuelve a retirar al mediodía para que pasen la tarde en la Granja, donde almuerzan y realizan diferentes talleres. En verano mantienen el sistema pero para la asistencia a la Colonia.
“Hace bastante tiempo nosotros no teníamos demanda. Las familias de los que vienen no te llamaban para pedir mercadería salvo algún caso aislado”, contó Fernández. “Hace quince días eso aumentó de vuelta, pero mal. Piden mercadería, que no llegan con la garrafa, que les van a cortar la luz, que algún remedio, los que usan pañales se dispararon y son una locura. Y las madres nuestras no pueden comprar eso”, sostuvo Fernández.
El director de la Granja dio cuenta de que muchas familias de los chicos que concurren al lugar comenzaron a perder trabajos o changas, algo que “cambia el estándar de vida de esa familia”. En otras coyunturas, precisó, la gente “se va arreglando”, pero sin embargo “en una época de crisis, por ejemplo, el pibe viene a la granja, come al mediodía y ese a la noche no come, porque dentro de esa familia la comida de la noche queda para los que no vienen a la granja”, lamentó.
Si bien señaló que en el último tiempo habían bajado la matrícula – que pasó de poco más de 100 a 80 chicos-, durante la semana volvieron a recibir llamados para incorporarlos nuevamente. Debido a la compleja situación económica, desde el lugar también se encuentran acomodándose con los valores del transporte, personal e insumos. “Ya hay una lista de espera de 17 chicos”, concluyó Fernández.